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sábado, 18 de mayo de 2013

Palco de Prensa


 La impunidad oficial.


      Por : Gilberto LAVENANT

La justicia, es una de las prestaciones, a cargo del Estado o gobierno, y a favor de los gobernados, con más deficiencias o ineficiencias. Es uno de los valores fundamentales de todo orden jurídico y tiene por objeto el bienestar de los ciudadanos y la convivencia armónica.

Cuando se violan los derechos de una persona, o se le causa un daño, físico o moral, la obligación del Estado o gobierno, es atender el reclamo, hacer la indagatoria correspondiente y ejercer acción penal, en los casos en que se acredite que efectivamente hay elementos para presumir la comisión de uno o más delitos.


Esta tarea corresponde al área de la procuración de justicia, precisamente a cargo de la Procuraduria de Justicia, dependiente del Ejecutivo del Estado, o sea del Gobernador. La aplicación de las sanciones, se dá en el ámbito de la administración de justicia, a cargo del Poder Judicial, por conducto de los juzgadores.

Los principales problemas, por deficiencias, ineficiencias y triquiñuelas, surgen precisamente en la procuración de justicia, en donde el grado de impunidad es enorme, exagerado, algo así como del 98%. Es fácil corroborarlo. Basta una auditoría administrativa a la Procuraduría, a cargo de Rommel Moreno Manjarrez.

Lo grave es que no solamente es ineficiente la institución, sino que además se maneja con sentido político. Cuidado que alguien presente una denuncia contra algún político, porque la indagatoria nunca se concluye o integra. En todo caso, se deja que prescriba el supuesto delito cometido o simple y sencillamente desaparece el expediente.

El ejemplo más reciente de esto, es el accidente automovilístico, registrado la mañana del martes 14 de abril del 2013, provocado por el exalcalde panista Jorge Ramos, al conducir un vehículo, tipo pick up, con exceso de velocidad, embistiendo a un auto, que circulaba en condiciones normales, y en el que viajabn varias personas, que obviamente resultaron lesionadas. Entre ellas un niño de apenas 5 años de edad.

El político, salvo el susto o impresión, no sufrió lesión alguna, pero para protegerlo y no ser presentado a la Agencia del Ministerio Público a que rindiera declaración y luego ser internado en la cárcel preventiva, fue llevado al hospital del ISSSTECALI, dizque para observación médica y supuestamente bajo resguardo policial.

Luego habría de depositar una fianza, recupera su libertad, pero toda vez que no se podía determinar la gravedad de los lesionados, se requería el perdón de estos, para que quedara libre de responsabilidad penal. El sistema así lo permite. El caso es que los ofendidos, se han negado a otorgarle el perdón y no obstante que ha transcurrido un mes, el Ministerio Público que conoció del caso, sigue “investigando” y por lo tanto no ha hecho la consignación correspondiente, o sea no ha ejercido acción penal, para su proceso correspondiente por Juez Penal en turno.

Su filiación partidista equivale a un fuero, además de que a partir de que se inicie proceso en su contra, se le inhabilita políticamente y debe ser excluído de los “candidatos de lista”  a una diputación local.

Lo peor, es cuando el hecho, presuntamente delictivo, lo comete una funcionaria de la Procuraduría de Justicia, pues resulta absurdo que la supuesta indiciada, investigue el asunto en el que aparece como protagonista. Entonces, menos aún cumple la institución con su responsabilidad de procurar justicia.

A mediados del mes de febrero, la Subprocuradora de Justicia, en Mexicali, María Elena Andrade Ramírez, en un canal de televisión abierto, aseveró que los abogados de la capital del estado, son ineptos, incapaces y desconocedores del Nuevo Sistema de Justicia Penal. Algo sumamente grave, pues seguramente nadie solicitará los servicios de quienes la propia autoridad encargada de la procuración de justicia, afirma que son unos buenos para nada.

Los presidentes de dos colegios de profesionales del derecho, Pedro Ariel Mendívil García, del Colegio de Abogados Penalistas de Mexicali, y Hermán López Franck, del Colegio de Abogados de Mexicali, al considerarse agraviados, presentaron querella formal ante el Agente del Ministerio Público, en contra de dicha funcionaria estatal, por la presunta comisión de los delitos de difamación y calumnias, que el Código Penal local sanciona con hasta dos años de cárcel.

Este asunto, está siendo atendido por el Nuevo Sistema de Justicia Penal, donde los abogados pretenden, no solamente que se le sancione penalmente, sino demostrar que no es cierto lo que dijo, o sea que no son ineptos, ni incapaces, ni mucho menos desconocedores del NSJP, y están en espera de que sea sancionada como corresponda.

Pero la funcionaria de procuración de justicia, no muestra preocupación alguna, pues cuenta con el respaldo del titular de la Procuraduría, o sea su jefe, Rommel Moreno Manjarrez, quien omitió suspenderla, mientras concluía el caso, y además desestima la gravedad.

Doña María Elena, seguramente, está que se muere de risa. Considera que su filiación partidista le otorga fuero, para no recibir sanción alguna. Como quien dice, está “blindada”. Olvida que la administración de justicia está a cargo de un poder distinto al del ejecutivo estatal, o sea al Poder Judicial, donde las cuestiones políticas, salen sobrando.

Sobre todo, que los colegios de abogados estarán vigilando, que en este caso concreto, la justicia sea una realidad, determinando la destitución de la funcionaria “boquisuelta” y aplicando la sanción correspondiente.

El Procurador, se molesta cuando le cuestionan sobre este asunto. Dice que no desea hablar al respecto, que la difamación y calumnia en breve dejarán de ser delitos. Entonces, para qué la campaña mediática esa de : ¡abre los ojos! si los gobernantes se tapan los oídos para no escuchar los reclamos y, sobre todo, para no atenderlos

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