Por : Gilberto LAVENANT
Cuando se registra un movimiento telúrico, sismo o terremoto, no solamente es importante conocer su intensidad, sino también el epicentro, o sea el punto exacto de su origen, para determinar los daños.
Este domingo, ya está anunciado, habrá un sismo político-económico-social, o más bien varios, y el epicentro será la capital del país, el Distrito Federal. Lo único que se desconoce es cuál será la magnitud de cada uno de estos y por lo tanto, están por determinarse los posibles daños.
Una de las primeras causas generadoras de estos “movimientos telúricos”, lo es el hecho de que éste día, a las 18:00 horas -horario del centro del país-, el Presidente Enrique Peña Nieto, en la residencia oficial de Los Pinos, presentará su iniciativa de reforma hacendaria.
Una hora antes, el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, entregará el paquete económico para 2014, ante la Cámara de Diputados. Esto comprende, los Criterios de Política Económica, el cambio de régimen fiscal de Pemex y la reforma fiscal.
Son numerosas las especulaciones que esto ha generado. La principal, en el sentido de que el gobierno federal pretende aplicar el IVA a medicinas y alimentos, actualmente exentos. La otra, la supuesta intención de homologar el IVA, que actualmente es de 11% en la frontera y 16% en el resto del país. Otra más, que la tasa del Impuesto Sobre la Renta, o sea sobre las utilidades, suba del 30% actual al 40%.
El país se encuentra en una situación caótica. Casi el 50% de su población padece hambre, desempleo, falta de viviendas y espacios educativos. La inseguridad, aunque siguen ocasionando cientos de muertes a nivel nacional, pasaron a segundo término.
Ante estas condiciones, y tratando de evitar la rebelión social, el gobierno de Enrique Peña Nieto, está buscando la forma de incrementar la recaudación fiscal. Los empresarios advierten que se aumente la base de contribuyentes, que se capte a todos los informales. Los que venden chicles y limpian carros en las calles.
Incluso, Coparmex se pronunció en días pasados, porque se aplique el 5% de IVA a medicinas y alimentos, sin ponerse a reflexionar que esto repercutiría en las clases sociales más desprotegidas.
Para alivio de los pobres, el coordinador de los diputados priístas, Manlio Fabio Beltrones, dijo que antes que aplicar IVA a medicinas y alimentos, desaparecerán los llamados “paraísos fiscales. Esas fórmulas que permiten a los empresarios esconder sus utilidades y tributar bajos montos de impuestos.
Hoy se disiparán enormes dudas al respecto. O se confirmarán temores. Los pobres podrán saber si serán más pobres, aún. Los ricos, si es que les quitarán “un pelo de gato”. De una u otra forma, para muchos será un excelente pretexto para salir a las calles a generar el caos social.
La otra causa de estos “movimientos telúricos” lo ha venido siendo la reforma educativa. Los integrantes de la CNTE, Coordinadora Nacional de Trabajadores al Servicio de la Educación, anunciaron que continuarán el plantón en el Zócalo. La enorme explanada la han convertido en un gran campamento, de donde salen para realizar sus marchas por las principales vialidades de la zona central del Distrito Federal.
Y tienen con qué seguir provocando el caos. Hay unos 30 mil comisionados, que cobran sueldo sin dar clases, además de muchos otros, que se suman a las marchas y luego bajo amenazas obligan a los gobiernos de Michoacán y Oaxaca, principalmente, a que les paguen sus sueldos, además de compensaciones especiales. De paso, las tribus perredistas les financian.
Una causa más, de estos sismos políticos-económicos-sociales, será el movimiento de supuesta defensa del petróleo y de protesta por los posibles aumentos de impuestos, que a partir de las 10:00 de la mañana de este día, encabezará el polémico Andrés Manuel López Obrador. A todos ellos, se agregarán integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas, del #YoSoy132, de los rechazados de los centros de estudios superiores y muchos otros más.
Apenas a 9 meses de gestión administrativa, con todo y las generosas y deslumbrantes expectativas de las reformas estructurales que promueve, la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, ya empieza a preocupar hasta a los propios priístas. Los rivales políticos, como el PAN y el PRD, por el contrario, cada día ven más cerca la posibilidad de alcanzar triunfos electorales en los próximos comicios.
La avasalladora figura del mexiquense, que permitió al PRI recuperar la Presidencia de la República, se ha desgastado demasiado, al grado de que, a cinco años de distancia, no garantiza que en el 2018 el priísmo pueda conservar esa posición.
En cambio, “el peje”, Andrés Manuel López Obrador, sigue logrando más adeptos, con todo y que se insista en que “es un peligro para México”. Antes de que se sientan los beneficios o cambios que se dice generarán las reformas estructurales, que ni siquiera se sabe si es que se lograrán todas, habrá muchos damnificados.
Hoy, más que nunca, México está próximo a avanzar por la ruta de la izquierda, del socialismo. Los ricos son tan pocos, y tributan poco, y los pobres son demasiados, y les exprimen al máximo. Teniendo en México al hombre más rico del mundo, el sector empresarial reclama al gobierno, que apalanque el desarrollo del país, incorporando a las empresas y trabajadores informales.
El epicentro de los “sismos políticos-económicos-sociales”, de este día, será el DF. Falta conocer la intensidad y la dimensión de los estragos que caucen.
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