NI
LA PROSA NI LA RIMA
por
Gustavo Adolfo Póker
PUES que buen revuelo causaron con
esta noticia de que el señor Jesucristo es dichoso poseedor de las llaves de
tres municipios de Nuevo León y de uno de Baja California: de la Ensenada de
Enrique Pelayo, para ser más precisos.
Y al margen de lo que establecen los
preceptos legales, de que las autoridades deben ser laicas en su funcionamiento
oficial, de que los funcionarios pueden o no hacer profesión de su fé
religiosa, o nomás profesarla en su día libre, que si los gobernadores lo
tienen los alcaldes por qué no habrían de tenerlo; el hecho es que las llaves
ya se entregaron y eso ya no se puede revertir, porque el que da y quita, con
el chamuco se desquita, y si meter componentes religiosos en esta ecuación está
peliagudo, imagínense nomás aderezar
este asunto con temas mefistofélicos.
Si cambiamos las cerraduras, nos
arriesgamos a que nos tachen de hojaldras, pues qué caso tiene entregar llaves
que no van a abrir nada. Si reportamos cambio de domicilio, además de hojaldras
nos van a tachar de incumplidos y kool-aids, por andar haciendo un compromiso
que luego no supimos honrar. Aparte, con qué cara pediría el alcalde que le
cuiden la ciudad en su ausencia, si van a tener dificultades para ubicar la
ciudad en el mapa?
Puesto que ya tenemos establecida una
relación de compas con el Altísimo -porque no a cualquiera le entrega uno las
llaves de la casa-, por qué no abusar un poquito de su confianza y buscar la
forma de que esta relación sea benéfica para ambas partes, empezando por
nosotros claro, y ya después él nos dirá cómo lo podemos alivianar.
Por la naturaleza desinteresada y humanitaria de la labor que realiza,
tal vez se le pudiera ofrecer ser Patrono Honorario de la Cruz Roja, pero por
aquello de que la cruz pudiera traerle amargos recuerdos, otra opción factible
sería pedirle su santo apoyo a través del DIF, pues si en un banquete de bodas
multiplicó en un tris los panes y los pescados, imagínense la super alivianada
que nos daría multiplicando los desayunos escolares para la desnutrida
población infantil.
Pensar que si el gobernador Osuna se le hubiera anticipado al alcalde
Pelayo, le hubiera ofrecido al Salvador las llaves de Baja California Norte
(para que no se confundan los chilangos) y aquél que hizo ver a los ciegos, le
habría ahorrado un lanonononón, pues Osuna ya no hubiera tenido que meterle dinero
del presupuesto a su campaña de “abre tus ojos”. Tal vez la bondad divina
hubiera alcanzado hasta para hacer funcionar el relojote de kiko o localizar el
tren ligero, pero también aceptemos que hay tareas que hasta al mismísimo
Jesucristo se le complican (como una que ya le habían pedido, de componerle el
brazo de director de orquesta al candidato).
Andaba
perdido el Alcalde
Invocando
cerrajero divino
Pero
prueba tanto desatino,
Que
lo invocaron en balde…
PENSE QUE ya había escuchado todas
las explicaciones peregrinas en esta campaña electoral, pero me doy cuenta que
esa etapa está lejos de haber concluido.
El colega Antonio Magaña es uno de los comunicadores más completos del
estado, pues lo leen en periódicos y portales electrónicos en Mexicali,
Tijuana, Ensenada, Tecate y Rosarito (y hasta en los municipios de Tijuana,
diría el de las kikadas) igual que por radio y televisión, y con esa garantía
de audiencia se programó para recibir y entrevistar a Francisco Arturo Vega.
Acalambradón como anda el candidato,
tal vez por aquello de que le han estado publicando en estos días la relación
de sus múltiples propiedades (más las que se niega a informar el Registro de la
Propiedad), los terrenitos del municipio de Tijuana que se carranzeó, un
supuesto yate y un supuesto avión que dicen que tiene en Estados Unidos,
decidió finalmente, o le ordenaron, porque él hace lo que su gente le manda, no
presentarse al programa de Antonio Magaña.
Para justificar lo injustificable, Oscar Vega Marín, el auto-promovido
candidato a gobernador que terminó como multiusos en la campaña de Francisco
Arturo Vega, terminó por echarse la culpa por la ausencia del candidato, ofreciendo
como justificante del desaire, que a él (o sea a Oscar) “se le olvidó”
registrar en la agenda oficial el compromiso. Bueno, esto de plano parece ya
concurso de excusas peregrinas.
Kiko dice que no va a los debates “por estrategia”. Osuna Millán dice
que va a los eventos de kiko “como ciudadano, no como gobernador”. García Burgos
dice que no encuentra registros oficiales para saber cuánto costó la campaña
“abre tus ojos”. Vega Marín acepta ahora que tiene memoria de teflón, que no se
le pega nada. ¿Quién sigue?
Muchísimas
dudas nacen
Con
excusas tan peregrinas
Por
favor ya no mamenacen
No hay comentarios:
Publicar un comentario