Por Gerardo Diaz Valles
Playas de Rosarito.- Con once votos en contra y apenas cinco votos a su
favor, la postulación del empresario inmobiliario Víctor Loza Bazán,
para buscar la presidencia del Comité de Turismo y Convenciones de
Rosarito (COTUCO), fue plagada de una serie de anomalías, propiciadas,
solapadas y fomentadas por los mismos cámaras y organismos supuestamente
empresariales.
De hecho la candidatura a última hora de Manuel
Padres Verdia, gerente de una firma hotelera en la ciudad, sin
residencia suficiente en Rosarito y sin un proyecto de trabajo en mano,
pero con el apoyo a trasmano del sempiterno líder de esas agrupaciones,
Hugo Torres Chabert, los supuestos empresarios incurrieron abiertamente
en una burda imposición, para dejar las cosas como hasta ahora.
Una
nula renovación de estrategias, la escasa participación de los
promotores turísticos, una gran desunión del sector y los ánimos de
muchos de ellos por los suelos debido en parte a que muchas de las
empresas que ellos aseguran representar, se encuentran seriamente
mermadas por la actual crisis económica que agobia a toda la población,
aceptaron observadores de dicho proceso de “selección” de ese organismo.
Incluso se dio un mes para labores proselitistas y el único que
presento a defender la única propuesta hasta dos días antes de la fecha
indicada, fue Víctor Loza, quien entre sus cartas de presentación tiene
el haber impulsado la Ley Estatal para el Desarrollo del Sector
Inmobiliario, haber sido seleccionado por un prestigiado diario local
como “el personaje del año” y haber fundado la asociación “Yo Amo a
Rosarito”, una Asociación Civil que organiza eventos de promoción de
nuestro municipio.
El detalle mas patético de este proceso, reconoce
el propio Loza Bazan, fue la penosa exclusión de que fue objeto días
antes durante una reunión de evaluación del tema de la Seguridad
Publica, en donde acudió en representación de Rosario Castillo Zeja,
actual presidente de la Cámara Mexicana de la Industria Restaurantera
(CANIRAC), misma en la que se encontraba el presidente Silvano Abarca y
sus allegados, quienes personalmente le impidieron el acceso a Loza
Bazan.
“No puedes entrar por ordenes de quien ya sabes, es que se va
a tratar tu asunto” fue la respuesta dada por uno de los supuestos
gerentes del CCDER y secretarios particulares de Silvano Abarca, quienes
silenciosamente validaron la imposición de Padres Verdia.
Mientras que de Padres Verdia, un empleado de la firma URBI quien tiene
relativamente pocos años de residencia en la localidad, se tiene el
registro de haber ocupado en tiempo record la presidencia de dos
organismos de representación empresarial y en forma interina la
Asociación de Hoteles y Moteles.
Tras su penosa victoria,
considerada por algunos como una burda y descarada imposición, Padres
Verdia, tendrá a cuestas la responsabilidad de coordinar esfuerzos con
las instancias de gobierno, para impulsar las estrategias de promoción
turística que le urgen a Rosarito de la mano de los organismos civiles y
los promotores independientes para lograr sacar adelante al COTUCO.
Observadores y analistas sobre la renovación de las directivas y la
forma en que se “reciclan” varios de los mismos protagonistas y
representantes de diversos organismos camarales, consideran que este
“rellenar por rellenar” organismos con los mismos personajes, tiene el
nada inocente fin de apuntalar el futuro político de varios de los
personajes centrales de esta manipulación de los organismos, bajo el
viejo lema político de “que todo cambie…para que siga igual”."
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