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domingo, 2 de febrero de 2014

Palco de Prensa: Focos de alerta.

                                    Por : Gilberto LAVENANT
Un incidente de cierta importancia, puso de relieve cosas graves que están ocurriendo en la sociedad, en torno al cual podrían estar desarrollándose cosas muy serias. Gravísimas. Jovencitos menores de 15 años, casi niños, denunciados porque supuestamente escandalizaban en la vía pública, son detenidos por elementos de la policía municipal, trepados a la caja de pick ups habilitados como patrullas, exhibidos y tratados como viles delincuentes.
Para empezar, el primer elemento grave, se les refiere como estudiantes de una escuela secundaria, ubicada en el Centro Escolar Agua Caliente, o sea no es una escuela de la periferia, y por lo tanto se supone o presume que pertenecen a familias de nivel medio y cuyos padres deberían ser más cuidadosos con ellos.

Segundo, siendo menores, en edades de 13 a 15 años, asisten a una fiesta en la Colonia Chamizal, organizada y convocada por adultos o jóvenes mayores que los asistentes. A este tipo de eventos, según ha trascendido, les llaman “Fiesta al 100”, supuestamente porque les ofrecen y garantizan que ahí, habrá de todo : música, bebidas embriagantes y sexo. No se ha dicho, pero quizás hasta droga.
El costo del ingreso, es de 30 a 40 pesos. Inician más o menos a las 10:00 de la noche y sigue hasta la madrugada. La invitación se hace a través de facebook y no se trata de un sólo evento, sino varios, diversos. Obviamente, los aficionados a navegar en las redes, saben de estas cosas y ubican los sitios de reunión.
Elementos o ingredientes propicios para el relajamiento social, el abuso del alcohol y quizás hasta drogas entre menores de edad, y de ahí, la posible trata de personas, prostitución y el ingreso al mundo de la perdición. El debut en el mundo de la delincuencia, organizada y desorganizada.
En este caso específico, al que se hace referencia en el portal de Agencia Fronteriza de Noticias, la “Fiesta al 100”, aparentemente era una tardeada, o sea una reunión de jovencitos, para charlar, escuchar música y tomar refrescos. Luego de la denuncia por supuesto escándalo, intervino la policía municipal y detuvieron a seis personas mayores de edad, al parecer propietarios de la vivienda, y 31 jovencitos, de entre 13 a15 años.
Hace algunos años, había una campaña de concientización, para obligar a los padres de familia a reflexionar sobre el poco cuidado que tenían respecto a sus hijos menores de edad. En la misma se cuestionaba : ¿Sabe usted, en donde están sus hijos? Evidentemente hay que volver a ponerla en marcha, pues todo indica que los padres de estos niños, no supieron a donde fueron sus hijos. Lo más grave, con quienes habrían de reunirse, en la supuesta tardeada.
¿En cuántos de esos sitios, en donde se organizan “Fiestas al 100”, se cometen delitos, en perjuicio de menores de edad? ¿Cuántos de los asistentes, pierden su dignidad o son abusados o incluso iniciados en la prostitución o la drogadicción? En facebook, hay varias páginas bajo tal denominación. Parece que están de moda y es algo común acudir a divertirse al máximo, sin limitación alguna.
En principio, es responsabilidad de los padres de familia, cuidar a sus propios hijos. Siendo menores de edad, muchos de ellos prácticamente niños, deben saber quienes organizan las “tardeadas” a las que acuden sus hijos. Llevarlos al punto de reunión y acudir a recogerlos, antes de las 12:00 de la noche. Sobre todo, conocer o identificar a los organizadores del evento, cerciorándose de que sean personas serias, maduras, responsables, que puedan garantizarles la integridad de los menores.
Pero esto, también es responsabilidad de las autoridades de los tres niveles de gobierno. Desde el DIF, Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, la Policía Municipal, las instituciones o dependencias dedicadas a las promociones culturales y deportivas entre los jóvenes. Incluso aquellas que desarrollan labores o programas de superación personal.
La descomposición social, que da lugar a la proliferación de vicios, lo que propicia el crecimiento de la delincuencia, se inicia precisamente en la falta de valores. En este caso, según se dice, se trata de estudiantes de una escuela secundaria, ubicada prácticamente en la zona central de Tijuana. Lo que aprenden en las aulas, en esas “Fiestas al 100”, lo tiran al bote de la basura y captan los antivalores. Una lamentable desgracia.
Las autoridades encargadas de combatir la ciberdelincuencia, tienen el compromiso de colaborar, para identificar esos sitios, sobre todo a los organizadores, a fin de evitar la proliferación de los mismos. Todos en conjunto, hacer a un llamado a los padres de familia, para evitar que sus hijos no tengan enlace con quienes organizan y promueven ese tipo de evento y verificar que las tardeadas a las que acuden, sean efectivamente reuniones sanas.
Un tercer factor preocupante, es la participación de la policía municipal. Es excelente que acudan, en cuanto reciban una denuncia respecto a una de estas “Fiestas al 100”, pero deben guardar las formas, cuando los involucrados, protagonistas o víctimas, son niños.
Actuar de manera rápida, que el traslado del sitio, ante el Juez Calificador y luego hasta la Agencia del Ministerio Público, sea en el menor tiempo posible. Localizar de inmediato a los padres de familia, llamar a los representantes de la Procuraduría de los Derechos Humanos e incluso del DIF, para que hagan constar que no se cometieron injusticias.
Y algo sumamente importante, que ya dejen de utilizar pick ups, habilitados como patrullas. Sean menores o adultos, son seres humanos, no animales. En este caso concreto, se hizo todo al revés, todo lo que no debió haberse hecho.
Este, diríamos incidente, relativo a las “Fiestas al 100”, son focos de alerta, de algo sumamente grave, que está pasando o pudiese pasar. Urge actuar de inmediato.

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