Por : Gilberto LAVENANT
Parecَía imposible que ocurriera.
Los representantes del CEN del PRI, que llegaron a poner en marcha el proceso
de renovación de las dirigencias partidistas locales, supusieron, que el
anunciar, que son deseos del líder nacional del PRI, César Camacho, que la
exdiputada Nancy Sánchez, siga al frente del priísmo estatal, sería suficiente
para que los priístas bajacalifornianos, resignados y sumisos, lo aceptaran,
cual si fuese una orden tajante.
Sin embargo, no fue así. Está en
marcha una sublevación priísta, para no permitir, que Nancy continue siendo la
dirigente del priísmo en la entidad. En principio, porque se trata de una
imposición, pero, sobre todo, porque representa al castrotrentismo.
El PRI está que arde, se ha convertido en un infierno. Irónicamente, no para rendir tributo al “diablo”, Fernando Castro Trenti, líder del castrotrentismo, sino por el contrario, para exigir que el ahora Embajador de México en Argentina, deje de seguir controlando al priísmo local.
Cuando José Encarnación Alfaro,
Secretario de Organización del CEN del PRI, llegó a presentar al poblano José
Oscar Aguilar González, como nuevo delegado priísta, estableció como objetivo
principal el lograr la unidad de los priístas. Y se hizo el milagro, logró que
los priístas se unieran, pero en contra del castrotrentismo, representado por
Nancy Sánchez.
Y es que muchos priístas, al estar
fuera del país, Fernando Castro Trenti, Embajador de México en Argentina, supusieron
sencillo arrebatarle la tutela del priísmo.
Sin embargo, sus esperanzas desaparecieron, cuando los
enviados del CEN del PRI, les transmitieron el mensaje de César Camacho, que
implicó un descarado espaldarazo, para que Nancy Sánchez continúe al frente del
priísmo. “Está satisfecho con su trabajo y es su deseo que continue”, les dijeron.
Hubo priístas, que en forma
personal y directa, manifestaron a los enviados del CEN del PRI, su malestar
ante la posibilidad de que el PRI bajacaliforniano continúe siendo controlado
por el castrotrentismo. Los reclamos, les entraron por una oreja y les salieron
por la otra. A los reclamos, respondieron con un llamado a la unidad, dizque
para poder evitar fracasos en los próximos comicios.
Entonces, como las palabras no
funcionaron, los priístas decidieron hacerlo por escrito, mediante cartas
dirigidas a César Camacho, dirigente nacional del PRI, en un desesperado
intento por sacudirse al castrotrentismo.
Los primeros en enfrentar a los
enviados del CEN del PRI, aunque ya lo habían hecho, en lo cortito, algunos
aspirantes a ocupar la dirigencia estatal priísta, fueron los integrantes de la
Agrupación Política de Baja California, encabezada por Ricardo Torres Coto.
Los apebecistas, remitieron una
carta a Camacho, advirtiéndole que : “Si el CEN del PRI, a su cargo, no
instruye a que se lleve a cabo la renovación de los Consejos Políticos Estatal
y Municipales (que ya han cumplido su período) y no permite una elección
democrática, habrá protestas y justas inconformidades que indudablemente se
reflejarán en las elecciones federales del año 2015; las cuales ya de por sí se
vislumbran muy difíciles para nuestros futuros candidatos”.
Así mismo, esta semana, trascendió
que los tres alcaldes priístas, Jorge Astiazarán Orcí, de Tijuana, César Moreno,
de Tecate y Gilberto Hirata Chico, de Ensenada, enviaron una carta a Camacho,
reclamando “hacer política de manera diferente”.
Los alcaldes, recordaron a
Camacho su propia sentencia : “Si no cambiamos, nos cambian, el partido debe
asumir los grandes retos del presente, fortaleciendo lo esencial, lo que nos
hace compartir convicciones que nos distinguen e identifican”.
Traducido al español, aunque
tibia o ingenuamente, los alcaldes pidieron a Camacho un cambio, en el mando
del priísmo bajacaliforniano, pues ya no quieren seguir bajo la tutela del
castrotrentismo.
Esta semana, un grupo de 21
priístas, en su mayoría exdirigentes municipales de Tijuana, exlegisladores y
exfuncionarios federales, estatales y municipales, de toda la entidad, en una
carta dirigida a César Camacho, definen su postura respecto al proceso de
renovación de los dirigentes priístas en la entidad.
Entre otras cosas, reclaman se
garanticen los principios de equidad, imparcialidad y transparencia, “indispensables
en todo evento democrático”; la designación de un nuevo delegado especial, que
se encargue de la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI, actualmente a cargo de Nancy Sánchez y que el
proceso interno sea operado por la Comisión Nacional de Procesos del PRI.
Así mismo, reclamaron una
reestructuración a fondo del partido, en un marco de respeto absoluto y legalidad,
y se manifestaron en contra de la visible “operación política” del enviado del
CEN del PRI, tratando de imponer una “planilla de unidad”, encabezada por Nancy
Sánchez.
Un total de 21 priístas, ampliamente
reconocidos, firman la carta de la sublevación. Antonio Salgado Ruffo, Enrique
Hernández Cobián, Francisco de la Madrid Romandía, Carlos Murguía Mejía, Edgar
Fernández Bustamante, José Osuna Camacho, Olivia Villalaz Becerra, Juventino
Corona Hernández, Arístedes Valdezpino Arévalo, Luis Felipe Morales González,
Javier Sánchez Mayans, Jaime Barba Silva, Jorge Barbosa Cobián, Eduardo Campos
Rodríguez, Sergio Moctezuma Martínez López, Cuauhtémoc Chávez Cisneros,
Bernardo Saldaña Téllez, Blanca Madrigal César, César Soto Ibarra, Mercedes
Zavala Alvarez y José Angel Cardona. Todos unidos contra FCT, dicen.
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