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domingo, 21 de julio de 2013

Palco de Prensa: Las injusticias.

 Por : Gilberto LAVENANT
Aparentemente preocupado por supuestas violaciones legales en la creación de lo que se pretende sea el sexto municipio, en el poblado de San Quintín, el gobernador panista José Guadalupe Osuna Millán hizo valer el veto contra el decreto correspondiente, aprobado por la legislatura estatal el pasado 28 de junio.

La postura del Jefe del Ejecutivo, dizque fue para evitar que se vulnere el Estado de Derecho con la municipalización de San Quintín. Para el Gobernador panista, los legisladores locales no cubrieron al pie de la letra los requisitos exigidos para tales efectos, como el que haya participado cuando menos el 10% de los ciudadanos incluídos en la lista nominal de la circunscripción, pues apenas si participó el 7.61%.


Curiosa o extrañamente, el anuncio del veto fue precedido por un pronunciamiento de los organismos empresariales. Los que incluso, exhortaron a Osuna Millán para que hiciera valer el veto en contra de la municipalización de San Quintín.

Los coparmexianos, supuestamente preocupados porque se rompió el principio de legalidad en dicho procedimiento, advirtieron que no permitirán que se siente un precedente como ese, señalando que ni técnica, ni legalmente, se sustentó la decisión de los legisladores, que además de que la calificaron de apresurada, advirtieron que aparentemente obedecieron a fines electoreros.

Unos y otro, empresarios y Gobernador, evidentemente son más papistas que el papa. Aparentan preocupación ante presuntas irregularidades en el procedimiento de municipalización de San Quintín, pero obviamente les valen gorro las condiciones de abandono y marginación en que se encuentran las comunidades del sur de Ensenada.

Para ellos, el hambre, el desempleo, las carencias de infraestructura escolar y de salud, la irregularidad en la tenencia de la tierra, la escasez de agua y las pobres condiciones de urbanización, no pintan. Seguramente ni siquiera conocen la zona.

Los pobladores de las comunidades del sur de Ensenada, consideraron que la lucha de 24 años se había cristalizado, cuando el viernes 28 de junio, por unanimidad, o sea con el voto de todos los integrantes del Congreso del Estado, de todos los partidos políticos, se aprobó la creación del sexto municipio de Baja California, teniendo como cabecera al poblado de San Quintín.

El poblado de San Quintín, es una de las 27 delegaciones municipales del Ayuntamiento de Ensenada. Se ubica aproximádamente a 170 kilómetros de distancia, lo que explica, aunque no se justifica, el abandono en que se encuentra.

Sumadas las poblaciones de las delegaciones de Vicente Guerrero y Camalú, a la de San Quintín, se rebasa fácilmente los 100 mil habitantes. Pero para los políticos y gobernantes, de los tres niveles de gobierno, pareciera que esa zona no existe. La visitan, solamente en los procesos electorales. Pero ya no regresan.

Ante la incapacidad y falta de recursos de los delegados municipales, ante un problema grave o crónico, tienen que formar una comisión y viajar 170 kilómetros para tratar de entrevistar al Alcalde de Ensenada. Y que este no los atienda. Es una verdadera calamidad.

La carencia de centros médicos, planteles educativos. La ausencia de instituciones de educación superior, muestran un panorama deprimente, desolador. Un estancamiento socioeconómico severo. Injusto.

Por fin tendrían gobernantes electos por ellos mismos. Funcionarios que tendrían a su disposición, casi a la vuelta de la esquina, cuando menos para que escucharan sus reclamos, sus lamentos o peticiones. Quienes les brindaran las atenciones que no les han querido o no han podido proporcionar los funcionarios del ayuntamiento de Ensenada.

Sin embargo, el camino para la municipalización aún sería largo. El decreto que crearía el municipio de San Quintín, entraría en vigor el 15 de noviembre del 2013, pero el primer ayuntamiento sería electo en las elecciones ordinarias del 2016 y entraría en funciones el primero de diciembre de ese año. Mientras tanto, el nuevo municipio sería gobernado por un Concejo Municipal Fundacional, integrado por 7 Concejales, con sus respectivos suplentes.

El Gobernador del Estado, durante la segunda quincena de noviembre próximo, o sea cuando ya esté en funciones Kiko Vega, remitiría a la legislatura estatal, la propuesta de los vecinos que integrarían el Concejo Municipal Delegacional, que concluiría sus funciones el 30 de noviembre del 2016.

Pero, los legalistas, legaloides o leguleyos, empresarios y funcionarios estatales, encabezados por Osuna Millán, decidieron actuar para evitar una “catástrofe legal”. José Guadalupe, como lo hizo en varias ocasiones ante disposiciones legales que no fueron afines a sus intereses, hizo valer el veto.

En este caso, los tecnicismos legales, dizque salvarán el Estado de Derecho, pero no rescatarán a los pobladores de San Quintín, del hambre, del desempleo, de las múltiples carencias, de la falta de voluntad política para atender las necesidades de las comunidades del sur de Ensenada.

¡Bravo! por individuos tan “valientes”, que reclaman ante supuestas deficiencias legales, pero que guardan un silencio cómplice ante el abandono oficial. Los que se mueren, son otros. Estas injusticias, son más graves que las dizque deficiencias de la municipalización.

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