por
Gustavo Adolfo Póker
¿QUIEN ESTA más ansioso porque pase ya el domingo 7 de
julio y se cierren las casillas electorales? Los ciudadanos que vivieron 70
días de machacante publicidad? Los candidatos que quieren saber cómo les fue?
Los presidentes de partido y los coordinadores de campañas, que saben que un
resultado adverso puede resultar fatal para sus aspiraciones? Sin duda que
todos ellos están ansiosos, pero lo están más los pobres-pobres de los 14
estados donde habrá elecciones pasado mañana
.
PAN y PRD,
firmantes del Pacto de México, a más de aliados de ocasión por la gubernatura
de Baja California, han sido usufructuarios de los programas de asistencia a los
desposeídos en años electorales. Los famosos programas de apoyos en efectivo a
los viejecitos, de López Obrador, han sido por largos años sustento y fortaleza
para los triunfos perredistas en la capital de la república. La Sedesol de
Josefina Vázquez Mota contribuyó con muchos votos a los triunfos electorales
panistas, antes de que perdieran la brújula y extraviaran el rumbo.
Porque ambos,
PAN y PRD, saben a la perfección lo que
se puede hacer cuando se controla la chequera de los programas de apoyo a los
necesitados, es que se tiran al suelo y amenazan con retirarse del Pacto por
México, mañana, tarde y noche, si los resultados electorales les son adversos
en la inminente jornada electoral.
No les importa
que los pobres-pobres hayan dejado de recibir apoyo oficial por setenta días.
No les preocupa que quienes viven en situación de pobreza y pobreza extrema,
denominación alterna para no herir susceptibilidades de los jodidos y los
jodidísimos, vean cerrada su única vía de subsistencia. Lo importante es evitar
que alguien más saque raja y cambie apoyos por votos. Si lo hacen ellos es
justicia social; si lo hace alguien más, es lucrar con las necesidades del
pueblo.
El Gobernador
Osuna Millán, al que algunos mal pensados quieren ver perfil de Almirante, veta
una iniciativa generada por la fracción priista del Congreso, para evitar que
los rojos se lleven la gloria electoral de generarle un beneficio a
sindicalizados del SNTE; casi al mismo tiempo, su Secretario General de
Gobierno, Francisco García Burgos, sale a la puerta para despedir de mano y
desear felices vacaciones a los maestros, para quienes ya están disponibles
1,500 millones de pesos, pues en un arrebato de electoral generosidad,
aprovecharán para pagarles con carácter retroactivo, una lanita que, por
imperdonable descuido, no se les había cubierto.
Por supuesto
que es un ingreso devengado por los maestros y que es una obligación del
gobierno pagar a sus empleados lo que les corresponda. Sería pensar mal,
suponer que la prisa gubernamental por soltar los millones, y anunciarlo en
medios en todo el estado, en realidad se debe a la preocupación que les generó
la desbandada de profesores que cruzaron la línea para unirse a la coalición
opositora.
Mientras, la
epidemia de ricketsia -que según el Secretario de Salud no es epidemia- sigue
propagándose y ahora se anuncia un fallecimiento por esta razón en el puerto de
San Felipe. El sistema de justicia oral, que anunciaron como la octava
maravilla para impartición de justicia, nomás no despega y su implementación en
otros municipios es un reto que le quedó demasiado grande a este gobierno. La
energía alterna, que se iba a generar en mega cantidades con los ventiladores
de La Rumorosa, quedó como un chiste que no queremos oir, sobre todo a la hora
de pagar los recibos mensuales de luz en verano.
Que sufran los
pobres y que se aguanten el hambre que 24 años de gobierno de alternancia no se
han preocupado en aminorar. Ahorita hay otras prioridades. Hay que meterle recursos
a los programas que sí dejan lana, como el de verificación vehicular, que
casualmente son manejados por gentes identificadas con el PANAL, otro de los
aliados electorales.
El hambre puede esperar
Un tema es más importante
El hambre que se la aguante
No hay comentarios:
Publicar un comentario