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sábado, 13 de julio de 2013

Palco de Prensa: Los perdedores.


                                           Por : Gilberto LAVENANT

Tal y como ya se esperaba, ayer temprano, en Tijuana, el ahora excandidato a la gubernatura estatal, por la Alianza Compromiso por Baja California, Fernando Castro Trenti, públicamente aceptó su derrota y confirmó que, pese a las innumerables irregularidades, no impugnará los comicios del 7 de julio.


Esto se llevó a cabo en un salón de un hotel de la zona río. El ambiente casi fue de duelo, lo reconoció el propio Fernando, pero dijo que el duelo se acabó la noche anterior, que ahora hay que volver a empezar y a seguir trabajando, para cumplir los compromisos contraídos en campaña, en la medida de sus posibilidades.

Aprovechó la ocasión para anunciar que se reintegra a la Cámara de Diputados Federales y a apoyar a los gobiernos de Baja California. Evidentemente le dolió la derrota. “estuvimos así de cerquitas de ganar”, dijo, pero observó a la hora de recontar los votos, tuvo más el candidato de la Alianza Unidos por Baja California.

Acudió acompañado de su esposa y tres de sus cinco hijos. Junto a él, el delegado general del CEN del PRI, Héctor Yunes, la dirigente estatal priísta, Nancy Sánchez Arredondo y el coordinador general de su campaña, René Mendívil Acosta.

En síntesis, dijo que le daba vuelta a la hoja, y que volvía a empezar. Como su padrino político, Manlio Fabio Beltrones, cuando se retiró de la precampaña a la Presidencia de la República y, con todo el dolor de su corazón, manifestó : “mañana, empiezo otra vez”.

Ya habrá tiempo de hacer un recuento de los daños de este proceso electoral. De antemano cabe observar que hubo muchos perdedores. No solamente el priísta candidato a la gubernatura. Incluso en el terreno de los rivales, en el que su candidato a Alcalde, Alejandro Monraz Sustaita, también conoció el amargo sabor de la derrota.

Los perdedores, se pueden contar por centenas e incluso por millares. No solamente perdieron los priístas. También entre los panistas y sus aliados, hubo perdedores. Incluso entre la comunidad entera de Baja California, hubo perdedores.

Claro, los priístas perdieron la oportunidad de recuperar la gubernatura de Baja California. Tendrán que aguantarse las ganas durante seis años más, cuando menos. Seis años más de ser oposición en el ámbito estatal. De navegar contra la corriente.

Los priístas perdieron dos de las cinco alcaldías que recuperaron en el 2010 y que ahora tendrán que dejar en manos de los panistas. No todos los alcaldes tricolores hicieron bien su tarea. No entendieron, que el triunfo en los comicios del 7 de julio, dependía en gran parte del trabajo que realizaran.
Aunque debe reconocerse que tampoco los alcaldes actuales son los responsables absolutos de las derrotas priístas. Si lo fuesen, se hubiera perdido Ensenada y Tijuana, por ejemplo.

No, los priístas también perdieron, por acceder a los caprichos y compromisos políticos. Pensando que regresaban a los viejos tiempos, los grupos políticos exigieron su tradicional cuota de poder e impusieron en las candidaturas a individuos, de ambos sexos, que no eran ninguna garantía de triunfo. Por ejemplo, Eli Topete, en Mexicali, para la alcaldía de la capital del estado, no tenía nada qué hacer, frente a Jaime Díaz. Fue, algo así como “pan comido”. En playas de Rosarito, lo mismo.

Incluso, en el PAN y el PRD, hubo perdedores. Alejandro Monraz, el eterno aspirante panista a la alcaldía de Tijuana, se sentía triunfador ante un rival, casi un novato en la política, el priísta Jorge Astiazarán, al que a la hora de los comicios, no le vió ni el polvo.

El PRD, dado el “complo” que se preparó para sostener la gubernatura, supuestamente lograría la alcaldía de Ensenada. Su principal aliado lo era el alcalde priísta, Enrique Pelayo Torres, quien además de polémico, ha sido un pésimo gobernante. El perredista Francisco Sánchez Corona, como se esperaba, fracasó en su intento.

Y si bien es cierto, aparentemente, los triunfadores del presente proceso electoral, son los panistas y sus aliados, no lo son tanto, al no haber podido recuperar las alcaldías de Tijuana, Tecate y Ensenada. Pero también perdieron, por encapricharse en llevar a la gubernatura a Kiko Vega, un individuo con marcadas limitantes y problemas de personalidad.

Le van a tener qué hacer la tarea, cuidarlo al extremo y no exponerlo al ridículo. Salió bien librado en la contienda formal, pero imaginen que en un evento de corte nacional o internacional, vuelva a mostrar las debilidades que dieron orígen al video de “Las kikadas”.

Así mismo, también perdieron los bajacalifornianos en general, y aquí se incluyen los panistas, perredistas, priístas y demás, pues Kiko no será un buen interlocutor ante las instancias federales. Seguramente los alcaldes priístas buscarán establecer un puente, que les lleve hasta el centro del país, para obtener recursos especiales, a fin de atender la problemática de sus municipios, sin tener qué verle la cara al futuro gobernante panista.

Para muchos, sin duda alguna, las esperanzas de mejoría, tendrán que esperar nuevos tiempos. Ni para qué imaginar lo que ocurrirá, si en la función pública, se aplican las mañas, triquiñuelas, trampas y simulaciones que pusieron en práctica durante la contienda electoral. Si lo que Kiko hizo siendo Alcalde de Tijuana, lo hace cuando sea Gobernador. Insistentemente repetía que él lo sabía hacer.

Los priístas, los traidores y simuladores, que hoy ríen entre dientes, aparentando congoja por la derrota electoral, que disfruten las monedas que cobraron por la traición. Sus acciones, delatan sus identidades. También son perdedores.

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