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jueves, 14 de agosto de 2014

Palco de Prensa : El suplente.



                                      Por : Gilberto LAVENANT

Ha empezado a correr el rumor, de que uno de los principales objetivos, que ha llevado a algunos a destacar los posibles errores o fallas del Dr. Jorge Astiazarán Orcí, como Alcalde de Tijuana, encabezando el XXI Ayuntamiento, es presionarlo a tal grado, que el munícipe, desesperado, decida dejar el cargo.

Aunque la idea está sumamente descabellada, no lo está tanto, si se recuerda que el Alcalde suplente, lo es el C.P. Ruffo Ibarra Batista, exSecretario de Finanzas del XX Ayuntamiento de Tijuana, que encabezó el empresario priísta Carlos Bustamante Anchondo, con lo que los bustamantistas volverían a tener en sus manos el gobierno municipal y Tijuana volvería a ser “Una Ciudad con Orden”.

Son muchos los interesados en que Astiazarán llegue a tropezar. Además del propio Ruffo, Bustamante Anchondo y los Ledesma Romo, así como todos aquellos que vivieron bajo la sombra del gobierno municipal de Tijuana, durante la pasada administración.

En realidad, Ruffo Batista era el “gallo” de Bustamante, para la alcaldía de Tijuana. El exalcalde acudió a todas las instancias para lograr su propósito, pero a lo más que llegó fue a incrustarlo como suplente del entonces candidato a alcalde de Tijuana, Astiazarán Orcí. Al menos le quedaba la esperanza de que, tarde que temprano, el doctor dimitiera del cargo.

Especial importancia reviste esto, pues ocupando la alcaldía de Tijuana, un incondicional de Bustamante Anchondo, no andaría hurgando en las constancias de su administración. En especial las relativas al escabroso asunto de las luminarias, las videocámaras para las multas electrónicas y el no menos grave asunto de las carteleras publicitarias.

Sobre todo, porque hay quienes consideran que el principal estratega o autor intelectual de todas las irregularidades en que se incurrió, durante la administración de Bustamante Anchondo, fue precisamente su Secretario de Finanzas, Ruffo Ibarra Batista.

En la contienda por la alcaldía de Tijuana, por parte del PRI, para las elecciones del 2013, destacaban, en primer lugar, Alcides Roberto Beltrones, por la influencia de su hermano Manlio Fabio, seguido de David Saúl Guakil, que había aprovechado al máximo su posición como Secretario de Desarrollo Social del XX Ayuntamiento y en un tercer lugar Ruffo Ibarra, Secretario de Finanzas.

Los dos primeros, Beltrones y Guakil, no dependían de Bustamante y no había garantía de que le cuidarían las espaldas, de llegar a la alcaldía. Por eso, Bustamante movió sus influencias para impulsar a su Secretario de Finanzas. Y casi lo logra, de no habérsele atravesado en el camino  Astiazarán. De mera consolación y de relleno, a Ruffo lo ubicaron como suplente del candidato a Alcalde.

La verdad es que lo recibieron de mala gana, tanto Ruffo como Bustamante, pero alguien les habló al oído y les convenció que podrían armar un plan para descarrilar la administración del XXI Ayuntamiento, en caso de que ganara el candidato priísta, hasta obligarlo a retirarse, para que entonces el suplente ocupara su lugar.

Por ello, se mantuvo un tanto en secreto, la posición segundona que ocuparía Ruffo. Fue hasta el sábado 2 de marzo cuando él mismo anunció que había solicitado licencia, para formar parte de la planilla encabezada por Astiazarán. Esto, el mismo día del registro de la misma, como precandidatos, que al final fue una “planilla de unidad”.

Lo cierto es que fue casi nula la participación de Ruffo en la campaña de Astiazarán. Prácticamente nunca se integró a la misma, pero tampoco lo tomaron en cuenta, para nada. Lo suyo fue un simple relleno. Todos lo sabían y nadie se preocupó por disimular.

Una semana después de haberse retirado de la Secretaría de Finanzas, Bustamante designó en el cargo a Sergio Rosete Weben, aunque muchos pregonaban que Ruffo seguía dirigiendo la dependencia. Que él daba indicaciones sobre lo que se debería de hacer o no hacer. Se dió por cierto, pues durante años había sido responsable de las finanzas de las empresas de Bustamante.

Pasados los comicios, en donde el priísta Astiazarán y su planilla resultaron electos, Rufo intentó regresar nuevamente a la titularidad de la Secretaría de Finanzas. A fines de septiembre del 2013, a dos meses de concluir la administración de Bustamante, se celebraron varias reuniones, al interior del Ayuntamiento, para resolver sobre el posible retorno de Rufo al gobierno municipal. Al final, se determinó que lo más sano, era que se quedara fuera. Suponían que, presionando, quizás Aztiazarán accediera a darle el mismo cargo en el XXI Ayuntamiento.

Al alcalde suplente, dicho con todo respeto, le pasó lo que al perro de las dos tortas : se quedó, sin una, ni la otra. Ni lo regresaron a la Secretaría de Finanzas, ni Astiazarán lo incluyó en su equipo de gobierno. El repudio hacia el bustamantismo, fue más que evidente.

Fue el Regidor Enrique Parra Romero, Presidente de la Comisión de Hacienda del Cabildo del XX Ayuntamiento, el encargado de anunciar que Rufo no regresaría a Finanzas. Que esa había sido la determinación que tomaron los integrantes del Cabildo.

A 9 meses de iniciada la administración del XXI Ayuntamiento, ante las serias dificultades que ha enfrentado, principalmente por falta de recursos económicos, y la pesada carga de asuntos irregulares heredadas del XX Ayuntamiento encabezado por Bustamante, se ha venido fraguando y fortaleciendo la idea de descarrillar al Alcalde Jorge Astiazarán.

Para ello, los bustamantistas se conciliaron con los Ledesma Romo, evidentemente bajo la condición de hacer efectivo el 50/50 de los supuestos ingresos ilegales del gobierno municipal, que presuntamente reclamaban los Ledesma Romo a Astiazarán.

Difícil y empedrado será el camino de Astiazarán. El suplente, sigue esperando. Que se siente.

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