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jueves, 4 de julio de 2013

NI LA PROSA NI LA RIMA


por Gustavo Adolfo Póker

FLORENCE CASSAZ, la francesa novia de un secuestrador mexicano, que purgó varios años de cárcel en México, acusada de apoyar a su amorcito con entusiasmo digno de mejor causa en sus ilegales actividades, alcanzó la libertad por no haber sido puesta, al momento de su captura, en manos de las autoridades competentes; y porque la embajada de su país fue notificada fuera de plazo de la detención de la francesa. Se aplicó la ley pero no se hizo justicia. Florence está libre, sí, pero nadie cree en su inocencia.

  El pelotero Barry Bonds, famoso por haber superado los records de cuadrangulares de Hank Aaron y Babe Ruth, por haberse metido esteroides prohibidos que fue un placer, pero sobre todo por negarlo con determinación digna de mejor causa, terminó su contrato con los Gigantes de San Francisco y aunque aún conservaba facultades para continuar en el beisbol, ningún equipo se preocupó por ofrecerle chamba, convencidos como estaban que el pelotero mintió como ropa interior con relleno, creándose una fama de tramposo y mentiroso que ya no podrá borrar.
  Aterrizando en el escenario local, Francisco Arturo Vega y sus estrategas festinan que las autoridades electorales ordenaron el retiro de un spot donde lo acusan de uña larga inmobiliario. Antes de seguir adelante, déjenme hacerles la pequeña aclaración de que la comisión que ordena la difusión o el retiro de estos anuncios dentro del IFE, la integran tres consejeros: uno identificado con el PAN, otro identificado con el PRD y uno identificado con el PRI. Vista la proporción dos a uno dentro de la comisión, continuemos con el tema.
  Que prohíban llamarle ladrón al candidato panista en anuncios, no lo hace inocente. Que apilen alteros de documentos que presuntamente señalan su culpabilidad, no lo hace culpable, aunque sí provoca serias dudas. Los panistas han basado la defensa de su candidato en que, si la autoridad electoral ordenó el retiro de la publicidad, es porque las acusaciones son mentiras. Con todo respeto, el IFE ordenó el retiro porque no hay a la fecha resolución alguna de autoridad competente, que haya condenado a Francisco Arturo Vega por el delito de peculado, que es muy diferente.
  Indirectamente, los panistas dicen que miente el Registro Público de la Propiedad y Comercio, bajo administración panista; las Oficinas de Catastro Municipal, bajo administraciones priistas; y las dependencias similares del lado americano, sin nexos partidistas azules o rojos, ya que todos ellos proporcionaron los documentos que supuestamente comprueban que Francisco Arturo Vega sí posee todas las propiedades que no ha aceptado poseer.
  Los priistas acusan al candidato panista de haber hecho triangulaciones y machincuepas paralegales para hacerse indebidamente de terrenos propiedad del estado y de varios municipios. El IFE prohíbe que lo llamen ladrón. El candidato acusado se abraza a la resolución de una autoridad electoral que no es tribunal en la materia para juzgar acusaciones de peculado.
  Como en el caso de Florence Cassaz y Barry Bonds, las reiteradas proclamas de inocencia de Francisco Arturo Vega, poco aportan frente a las evidencias de una supuesta culpabilidad.
  Algo similar sucede con los señalamientos hechos en contra del diputado Rubén Alanís, a los que, muy desafortunadamente, se suma un episodio muy parecido, en la persona de Silvano Abarca Macklis, ex diputado panista, candidato ahora a la alcaldía de Playas de Rosarito, quien, según trascendió en portales electrónicos de noticias, enfrenta una acusación de estupro, a la que se añadirían 6 otras demandas presentadas en fechas recientes, por supuestos delitos sexuales y violencia intrafamiliar.
Toda proporción guardada, se dice que el escándalo de sacerdotes pederastas fue el que detonó en su momento la renuncia del anterior Papa católico, que se declaró impotente para combatir las redes de encubrimiento que distinguidos miembros de la Iglesia tejieron, para que no salieran a la luz pública los aberrantes hechos, para que no se dañara la imagen del catolicismo, y peor aún, para evitar que se castigara a los delincuentes sexuales, que con todo y su investidura sacerdotal, no eran otra cosa los agresores.
  Son igual de deleznables, independientemente de quienes los perpetren, los abusos sexuales de adultos contra menores, cualquiera que sea la terminología criminal con que se le designe. Padrastros, familiares, sacerdotes, políticos, todos nos provocan indignación y rabia. Pero en el caso de los dos últimos, su calidad de representantes de la divinidad, los primeros, y representantes del pueblo, los segundos, encierra un especial repudio saber que son delincuentes sexuales, por el abuso y la traición a la confianza que en ellos ha depositado la grey religiosa y la ciudadanía. Y más repudio provocan quienes pretenden encubrir o atenuar estos hechos.
  “Si le dicen el diablo por algo será”, pregonaban los estrategas panistas para denostar a su principal adversario. Dos miembros destacados del PAN se encuentran hoy en el ojo del huracán por supuestos señalamientos de delitos sexuales, concretamente estupro y pederastia. No nos distraigamos con apodos, vámonos a los señalamientos. Si los acusan de prácticas tan ruines, por algo será.

Qué inoportunos deslices
Al cierre de la campaña
El que de lodo se baña

Vaya empacando velices

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