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lunes, 31 de marzo de 2014

EL “DESCRITAMIENTO”




MAGNESIA, dice el tumbaburros, es una sustancia blanca, terrosa y ligeramente alcalina, suave, insípida e inodora que es muy resistente al calor y se emplea para fabricar recubrimientos refractarios en los hornos.

  GIMNASIA, según la misma fuente, es la práctica de ejercicio físico que sirve para desarrollar, fortalecer y dar flexibilidad al cuerpo.

  Estos dos conceptos, que para el común de los mexicanos no son motivo de confusión, sí lo son para el señor Daniel José Chait Auerbach, como se desprende fácilmente del hecho de que se haya animado a denunciar a Francisco Rábago por una publicación que DJCA considera que lo “descrita”, según el dicho del mismo quejoso. Y como si la “descritación” no fuese suficiente agravio, también considera el quejoso y demandante que FranciscoRábago, con la misma publicación, lo expone al desprecio del ciudadano, aunque no especifica de cuál. Si hubiese expuesto que se le expone al desprecio de la ciudadanía nos hubiéramos entendido sin necesidad de explicaciones adicionales, pero en fin…

Francisco Rábago no necesita defensores oficiosos, el que necesita asesoría urgente para que le expliquen cómo funciona la libertad de expresión en México, es DJCA. Rábago solo dio a conocer en su medio informativo “Códice”, situaciones que son de dominio público y que ya han sido ventiladas en otros medios con anterioridad.

Rábago no inventa, no publica mentiras y no altera información cuando narra acciones realizadas por DJCA. Algunas de esas acciones fueron publicadas por el semanario “Zeta”, que textualmente consignó que: “Irónicamente, la misma dependencia no ha solicitado ninguna orden de aprehensión en contra del empresario de origen judío y radicado en el Distrito Federal, Daniel ChaitAuerbach, quien, de acuerdo con una denuncia penal presentada el 29 de noviembre de 2007 ante la PGJE, invadió parte del terreno perteneciente a la Asociación Civil “Rancho Nazaret”, institución que administra un albergue para huérfanos”.

  HUERFANO, como todos sabemos, es aquel que no tiene madre. Aunque más carencia de progenitora se necesita para robarles terrenos a los huérfanos, sin que este despojo le haya causado a quien la realizó, la menor de las “descritaciones”.
  Coincido con y aplaudo la postura del comunicador Salvador Aguiar Labrada, cuando establece que : “Como se hace notar hay mucho más que publicar sobre este asunto, además que la denuncia en contra de nuestro compañero Francisco Rabago, es solo parte de publicaciones que se refieren a Daniel ChaitAuerbach, que se siente difamado, por todo lo que supuestamente ha hecho.Por nuestra parte estamos a sus órdenes, si quiere aclarar algo sobre esta nota”.
   Amparado por la libertad de expresión, y por un par de cojones en su sitio, Francisco Rábago publicó en el medio de comunicación que encabeza, situaciones que no fueron del agrado de Daniel ChaitAuerbach, quien optó por la salida fácil de tratar de intimidar al comunicador a través de una denuncia. Nadie le niega ese derecho, como tampoco nos pueden negar a la ciudadanía –o al ciudadano, para que lo entienda DJCA- el derecho a estar informados sobre lo que acontece en nuestra comunidad y sobre quienes llevan a cabo estas acciones, no importa que sientan que el ejercicio de la libre expresión los “descrita”, dicho en los mismos términos de quien acuñó esta joya literaria.
  México sigue siendo un lugar peligroso para los comunicad que han decidido ejercer a plenitud la libertad de expresión y publicar los hechos que son de su conocimiento, sin más limitantes que el apego a la verdad y la objetividad al informar. Pero si no es Francisco Rábago quien exponga una situación que incomoda a quien la perpetró, será Salvador Aguiar Labrada quien recoja la estafeta, o el semanario Zeta, o alguno más  de los muchos y muy valiosos comunicadores y medios de Tecate y de todos los rincones de Baja California, porque aquí lo que nos sobra es razón y valor para plantarle cara a todos los ChaitsAuerbachs que piensan que nos van a callar o someter con una simple denuncia ante los tribunales.
  Y si ésto lo “descrita”, o piensa que lo expone al desprecio ciudadano, adelante con las demandas, veremos quien se cansa primero….

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