Por : Gilberto LAVENANT
Uno de los rasgos, básicos o
principales, de los políticos, es que son frívolos. Sobre todo en el manejo de
los recursos públicos. Aunque se trate de cifras millonarias, son ligeros, los
manejan como si fuesen simples centavos, sin valor alguno. Claro, porque no es
dinero de ellos. Porque, sin duda alguna, han de ser avaros con sus recursos
personales.
Los individuos frívolos, son
aquellos que actúan o se comportan, con poca seriedad o profundidad en lo que
dicen o hacen. Son totalmente superficiales. También se dice que se comportan de
una manera caprichosa e irresponsable.
Y esto quedó de
manifiesto ayer, durante la sesión de Cabildo del XXI Ayuntamiento de Tijuana,
encabezada por el Alcalde Jorge Astiazarán Orcí, en la que, con ligereza y
desfachatez, se aprobó pagar más de 5 millones de pesos, a dos despachos
privados, que fueron contratados por el XX Ayuntamiento, para recuperar adeudos
del impuesto predial.
El tema hubiese
pasado desapercibido, pues el asunto de la aprobación, se incluyó en un paquete
de la Comisión de Hacienda, en el que se le refería de manera genérica. Se
resaltó, porque el Síndico Social, Bernabé Esquer, se quejó de que no obstante
que participó en las reuniones previas, en las que se abordó este asunto, nunca
le entregaron constancias que acreditaran que resultara procedente la
aprobación.
Se trata, según se
dijo, de un contrato, celebrado por la administración de Bustamante, con dos
empresas particulares, para que realizaran gestiones de cobranza del impuesto predial,
lo que generó la obligación de pago por un monto de 21 millones 600 mil pesos,
correspondiente al 30% de los ingresos logrados por ello.
Supuestamente, ya se
pagó casi en su totalidad, y solamente falta cubrir los 5 millones de pesos,
autorizados el día de ayer, pero el Síndico Social se pronunció en contra, pues
advirtió que el gobierno municipal, cuenta con personal para ello, al que se le
paga solamente el 5% de los gastos de ejecución.
A este reclamo, se
sumó el regidor Omar Sarabia, quien también se pronunció en términos similares.
Al final, los demás regidores, así como el Alcalde Astiazarán y el Síndico Procurador,
Arturo Ledezma Romo, votaron a favor de que se pague el supuesto adeudo.
Solamente votaron en contra, el Síndico Social, Bernabé Esquer, así como los
regidores Omar Sarabia y María del Refugio Lugo.
El caso es que el Sindico
Social, manifestó que, no obstante de haber participado en las reuniones de la
Comisión de Hacienda, en donde se discutieron puntos como este, a él no le
proporcionaron copia del contrato suscrito por la administración de Bustamante,
ni mucho menos constancias que acreditaran que las empresas que realizarían la
cobranza, efectivamente cumplieron con la prestación de los servicios
contratados.
Casi, a coro, los
demás regidores, hicieron gala de su frivolidad. Señalaron que era positivo el
pagar la cantidad adeudada, para conservar la calidad crediticia del gobierno
municipal y porque, según ellos, fue benéfica la contratación, al incrementarse
en un 10% la recaudación del impuesto predial, en el 2013, sin precisar cómo es
que se percataron de esos supuestos beneficios.
Decisiones como esta,
deben estar sustentadas, en un dictamen de la Secretaría de Finanzas, en el que
se haga constar, precisamente la mejoría en la recaudación del impuesto
predial, derivado de dicha contratación. Lo cierto es que, hay quienes
sospechan, que la supuesta contratación es un mero simulacro, para beneficiar a
terceros.
Hasta hace no muchos años, se decía que los
integrantes del poder legislativo, tanto federal, como estatal, legislaban
sobre las rodillas. Esto es, que ni siquiera perdían tiempo en analizar o
discutir lo que habrían de aprobar y que, ante la falta de una mesa o
escritorio, simplemente se apoyaban en sus propias rodillas, para estampar la
firma.
Todo indica, que los
usos y costumbres, no han cambiado. Los flamantes legisladores siguen “legislando”
sobre las rodillas, y los regidores, conduciéndose con frivolidad, levantando
la mano con harta ligereza, sin exigir previamente la información y las
constancias que les permitan corroborar, que la propuesta que se les hace, y
que aprueban con toda frivolidad, está debidamente justificada.
Los políticos no
maduran. Pasan generaciones y siguen conduciéndose en términos similares. No
cuestionan, no reclaman, “pasan sin ver”, y son sumamente generosos con los
dineros públicos, que tienen la obligación de cuidar o vigilar, que se usen
racionalmente y con plena justificación.
Se observó con el
asunto de las luminarias. Cuando en el 2010, el exalcalde panista, Jorge Ramos
Hernández, manifestó que el Ayuntamiento a su cargo, estaba imposibilitado para
modernizar el sistema de alumbrado público de Tijuana, que estimó tendría un
costo de 399 millones de pesos, y proponía se concesionara a particulares, por
un período de 15 años, los regidores, incluyendo el entonces Síndico
Procurador, Héctor Magaña, levantaron las manitas y aprobaron la propuesta, en
forma unánime.
Lo mismo ocurrió,
cuando en el 2011, el exalcalde priísta, Carlos Bustamante, logró que el
cabildo le aprobara la propuesta para modificar el acuerdo obtenido por Ramos
Hernández, pero para adquirir en arrendamiento las 63,400 luminarias de
Tijuana, durante un período de 26 meses y con un costo de más de 144 millones
de pesos, bajo el argumento de que él sí sabía de negocios.
Todo indica, que en
el XXI Ayuntamiento, encabezado por el alcalde Jorge Astiazarán Orcí, sus
integrantes adoptarán las mismas posturas frívolas. Total, el dinero es del
gobierno, no de ellos. Como dicen, con estos “amigos”, para que queremos
enemigos.
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