Por : Gilberto LAVENANT
Cuando alguien, a quien se
esperaba, desde tiempo atrás, que visitara un lugar determinado, o que simplemente,
vendría por primera vez, y resulta que tarda más en llegar, que en partir, se
dice que es una visita de doctor. Pero de esos doctores de rancho, donde
solamente hay un galeno y todo mundo reclama sus servicios. Por eso lo breve de
la visita.
Ayer martes, el exgobernador del
Estado de México, Enrique Peña Nieto, visitó por primera vez Baja California,
con la investidura de Presidente de la República, pero solamente pocos
bajacalifornianos pudieron verlo. Llegó a Tijuana poco después de mediodía, en
helicóptero fue trasladado a Tecate, al evento, luego de lo cuál fue regresado en
helicóptero a Tijuana, para abordar el avión que lo llevaría a La paz, Baja
California Sur. Sólo unas horas, estuvo aquí.
El sitio de la visita, fue la Presa
Las Auras, ubicada en la parte media de la carretera Tecate-La Rumorosa y a aproximadamente
un kilómetro de terracería. Como siempre pasa, el acceso fue restringido. Solo
invitados especiales y previamente acreditados. Un grupo de presuntos manifestantes,
ubicados al pie de la carretera, ni oportunidad tuvieron de verlo.
El motivo oficial de la visita
presidencial, fue la inauguración de la citada presa, construída con una
inversión de 183 millones de pesos, que constituirá una reserva de agua,
proveniente de los excedentes del Río Colorado, para abastecer a la población
de Tecate hasta durante tres meses, en caso de algún desperfecto en el
acueducto Mexicali-Tijuana. Sin duda alguna los tecatenses están felices.
La develación de la placa
alusiva, se hizo en la parte superior de la presa, a donde el mandatario y su
comitiva llegaron en helicóptero, provenientes de Tijuana. De ahí descendió una
pendiente de terracería, caminando, hasta llegar a una planicie, preparada
especialmente para ello y ubicada frente a la cortina de concreto de la presa.
En todo momento fue acompañado por el Gobernador Francisco Vega y su esposa.
Ahí le esperaban, desde dos horas
antes, los invitados especiales. La mayoría, funcionarios federales, estatales
y municipales, así como legisladores federales y locales. Incluso, un buen
número de ciudadanos tecatenses, algunos de los cuales acompañaron al mandatario,
en el improvisado presídium.
Hubo varias cosas que destacaron
en esta visita. Salvo el Alcalde de Tecate, César Moreno, que fue el anfitrión, ninguno de los alcaldes
de los otros cuatro municipios estuvo presente. Ni siquiera funcionarios de
dichos gobiernos. Obviamente, no fueron invitados.
Así mismo, fue notoria la ausencia
de representantes del sector privado de Baja California. Tampoco fueron invitados.
Si bien es cierto que ahí estaban algunos empresarios tecatenses, acudieron
como simples ciudadanos, sin ostentar ninguna representación.
El tema central, fue el agua, a
propósito de la inauguración de la presa. Peña Nieto aprovechó la ocasión para
suscribir el Programa Nacional Hídrico 2013-2018, dentro del que se contempla
para Baja California, establecer una desaladora de agua de mar, en Ensenada, y
la próxima inauguración del las obras de rehabilitación del sistema de riego del
valle de Mexicali, que quedó destrozado durante el sismo del 2010.
Prometió que visitará varias
veces a Baja California, la próxima, dentro de un mes, a la capital del Estado,
durante las cuales anunciará o pondrá en marcha, importantes inversiones en
infraestructura.
Sin embargo, en su agenda no
traía un tema que muchos bajacalifornianosm seguramente tenían la esperanza de
que lo abordara, haciendo algún anuncio importante, para aliviar en parte el
daño que ha ocasionado a los bajacalifornianos la reforma hacendaria. En
particular, la homologación del IVA. Quizás por eso, no se invitó a los
empresarios.
Intrigada por esa omisión, la
periodista Dora Elena Cortes Juárez, aprovechó que el Presidente, recorrió la
valla en donde estaban directivos de medios, y le preguntó la razón por la cual
no había tocado el tema del IVA en su discurso. Simplemente respondió, que
porque nadie se lo había preguntado y que no era ese un evento para eso.
Sin embargo, al responder a otras
preguntas, respondió categórico que no habrá marcha atrás en el asunto de la
homologación del IVA, e incluso manifestó que la medida no ha afectado la
economía fronteriza, como muchos dicen. Seguramente esto decepcionará a muchos
bajacalifornianos, que esperaban que en esta visita anunciara algo especial,
que aliviara en parte los efectos negativos del incremento de dicho impuesto,
del 11% al 16%.
Algo notorio, es que el
Presidente Peña Nieto, junto con su esposa, saludó de mano a muchos de los
invitados. Se acercó hasta donde estaban ubicados. Incluso, la esposa del
mandatario, rompió el cerco de seguridad y accedió a tomarse fotografías con
mujeres tecatenses. Y claro, lo mismo ocurrió con el Presidente. Duró varios
minutos, posando junto a quien se lo solicitaba, para que le tomaran la foto
del recuerdo.
En lo personal, tanto el
Presidente Peña Nieto, como su esposa, se muestran sencillos, sin mayores
protocolos y sin la rigurosa seguridad personal de otros mandatarios.
Contestaba a los saludos o preguntas que le hacían. Los escoltas, simplemente
vigilaban.
Esto es más o menos una crónica, de
una visita presidencial, la primera de Peña Nieto. Casi de doctor, pero
lamentablemente se le olvidaron las “medicinas” que seguramente muchos pensaban
que podría traer, para aliviar la angustia de los bajacalifornianos, por la
crisis económica. Además del agua, y las obras hidráulicas, no tocó ningún otro
tema.
El columnista autor de Palco de
Prensa tuvo oportunidad de estar presente en este evento, al igual que otros
periodistas, invitado por el Lic. Carlos Eduardo Camacho Martínez, Director
General de Medios Estatales, de la Dirección General de Comunicación Social,
del gobierno federal. Obviamente, ni oportunidad de hacer reclamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario