Por : Gilberto LAVENANT
Es
ampliamente conocido, que la Universidad Autónoma de Baja California, la
llamada Máxima Casa de Estudios, es un centro educativo de primer mundo. Un
complejo académico fabuloso. Basta recorrer sus instalaciones para comprobarlo.
Habiendo
sido creada en 1957, es una de las 43 universidades públicas estatales en la
República Mexicana. Con Campus en Mexicali, Ensenada y Tijuana, en conjunto
tiene 8 escuelas, 27 facultades, 7 institutos de investigación y 5 centros de
estudios, mediante los cuales ofrece 119 programas académicos individuales,
divididos en 63 licenciaturas, 14 especialidades, 28 maestrías y 14 doctorados.
En el
cíclo escolar 2013-1, que comprendió febrero-junio del año pasado, reportó
57,755 estudiantes inscritos, de los cuales 22,222 correspondieron a Mexicali,
20,278 en Tijuana, 10,914 en Ensenada y 4,341 en la Unidad del Valle de las
Palmas.
Un dato
especial, es el que indica que en el período escolar 2013-1, la UABC recibió a
7,819 nuevos estudiantes, por lo cual se le considera la institución
universitaria con mayor recepción de alumnos de nuevo ingreso en ese período.
Evidentemente,
la UABC es enorme. Pero no tanto, más bien ya le quedó chica a Baja California,
pues en 2013, rechazó a más de 6 mil estudiantes que realizaron exámenes de
admisión.
Lo peor.
De los rechazados, 10 de ellos, en julio del 2013, solicitaron amparo, el cuál
fue radicado ante el Juzgado XIV de Distrito, en Mexicali, bajo expediente 500/2013
y no obstante que se les concedió, para que pudieran participar en todas las actividades
académicas, presentaran exámenes y fuesen promovidos, según su desempeño, hasta
la fecha aún no se ha hecho efectiva dicha resolución, ante la necedad de las
autoridades universitarias, bajo el argumento de que están “materialmente imposibilitados”.
De los 10
iniciales, 3 ya desistieron en sus propósitos. De los otros siete, 1 desea
ingresar a Ciencias Humanas, 2 a Odontología,
3 a Medicina y 1 a Deportes. Los directores de las facultades, obviamente por
consigna de la Rectoría, a cargo de Felipe Cuamea Velázquez, han incurrido en
desacato de la resolución de amparo y podrían ir a la cárcel, según lo indica
el Lic. Daniel Solorio, promovente del juicio de garantías.
El 19 de
febrero en curso, el juez federal ordenó que el Administrador Local de
Recaudación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, haga efectiva la
multa, por un monto de 3,364.50 pesos a cada uno, impuesta al propio Rector de
la UABC, Felipe Cuamea, por desobediente, así como a Angel Norzagaray,
Coordinador de Servicios Estudiantiles y Gestión Escolar.
La misma
sanción se aplicará a los directores de las facultades, que se niegan a admitir
a los alumnos que recurrieron al amparo, Daniel Octavio Valdez Delgadillo, de
Derecho, Dra. Rosa Heras Modad, de Ciencias Humanas, Alejandro Alcántar
Enríquez, de Odontología, Julia Dolores Estrada Guzmán, de Medicina y Edgar
Ismael Alarcón Meza, de Deportes.
Pero no
sólo eso, el juez federal les concedió un plazo de 24 horas, para que admitan a
los estudiantes rechazados, apercibidos de que, para el caso de no cumplir lo
ordenado, serán denunciados ante el Ministerio Público Federal, por el delito
de desacato a una orden judicial, previsto en el Artículo 237 fracción III de
la Ley de Amparo.
El citado
precepto jurídico, establece lo siguiente :
“Artículo
237.- Para hacer cumplir sus determinaciones, los órganos jurisdiccionales de
amparo, bajo su criterio y responsabilidad, podrán hacer uso, indistintamente,
de las siguientes medidas de apremio :
“III.-
Ordenar que se ponga al infractor a disposición del Ministerio Público por la
probable comisión de delito en el supuesto de flagrancia; en caso contrario,
levantar el acta respectiva y hacer la denuncia ante la representación social
federal. Cuando la autoridad infractora sea el Ministerio Público de la
Federación, la infracción se hará del conocimiento del Procurador General de la República”.
Ante este
estado de cosas, surgen los cuestionamientos siguientes :
¿Las
autoridades universitarias, son tan necias y negligentes, que habiendo aceptado
a 7,819 jóvenes de nuevo ingreso, no pudieron abrir espacio para los 7 que
recibieron la protección de la justicia de la Unión ?
¿El
negarse a inscribir a estos 7 jóvenes, es realmente porque están materialmente
imposibilitados, o simplemente por necedad de las autoridades universitarias ?
¿Qué
ejemplo están dando las autoridades universitarias, y en especial el Rector de
la UABC, Felipe Cuamea, al negarse a cumplir una resolución de amparo, no
obstante que ello implica la comisión de un delito y podrían ir a parar a la
cárcel ?
¿Se
atreverá el juez federal, a denunciar penalmente a las autoridades
universitarias, y en especial al Rector Felipe Cuamea, para demostrar que nadie
puede incumplir las resoluciones de amparo ?
¿Si las
autoridades de la Máxima Casa de Estudios, en especial el Rector Felipe Cuamea,
se niegan a cumplir las resoluciones de amparo, cómo es que pretenden que acabe
la impunidad ?
Este es
un pésimo ejemplo de desobediencia. Mera necedad y falta de sentido común.
aquí el rector no quiere dar su brazo a torcer... como diciendo "a mi ningún chamaco me va a decir lo que tengo que hacer"
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