México • El presidente Enrique Peña Nieto propuso que la evaluación a los maestros de nuevo ingreso sea anual y obligatoria durante un periodo de dos años, y que quienes no la acrediten no ingresen al sector educativo, lo cual generó movilizaciones y el bloqueo a los accesos del Senado por más de cuatro horas por parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Ayer, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión recibió tres iniciativas en materia educativa enviadas por el Ejecutivo federal, en las que también prevé quitar el control de las plazas al sindicato.
Las tres iniciativas que firmó el presidente Enrique Peña Nieto para reglamentar la Ley Profesional Docente, la Ley General de Educación y la orgánica del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación fueron turnadas a la Cámara de Diputados.
La Ley Profesional Docente que envió Peña Nieto señala que los maestros de nuevo ingreso que al final del periodo de inducción de dos años no acredite las evaluaciones anuales obligatorias, para las cuales se les brindarán “los apoyos pertinentes”, perderán su lugar.
“Al término de la inducción el docente será evaluado para determinar si en la práctica favorece el aprendizaje de los alumnos y, en general, si cumple con las exigencias propias de quien se inicia en la función docente. De obtener un resultado favorable el docente podrá continuar en el ejercicio profesional. En caso contrario se darán por terminados los efectos de su nombramiento”, refiere la iniciativa.
Sobre el concepto de permanencia en el servicio, afirma que la pérdida de una plaza en el sector educativo no corresponde a apreciaciones “subjetivas de la autoridad educativa” ni a medidas sin fundamento.
“En realidad se trata de que, mediante la aplicación de los perfiles, parámetros e indicadores idóneos, pueda comprobarse que efectivamente se está cumpliendo con las obligaciones inherentes a la función que se realiza y con el fin constitucional de brindar una educación de calidad”
El documento también señala que los maestros que obtengan buenos resultados serán promovidos, sin que ello signifique que abandonarán sus funciones; sin embargo, de esa manera podrán acceder a cargos de dirección y supervisión.
Propone un programa de promoción que sustituya al de carrera magisterial, el cual obedecerá las disposiciones que determinará la SEP y tendrá como base la evaluación del desempeño obligatorio.
Sobre el control de los lugares en el magisterio, la iniciativa de Peña consigna que corresponderá a las autoridades educativas administrar la asignación de plazas “con estricto apego al orden de prelación de los sustentantes que resultaron idóneos en los concursos”.
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