Por : Gilberto LAVENANT
Para nadie ha pasado desapercibido, que Mario Herrera Zárate, designado como coordinador, por parte del Gobernador electo, Francisco Vega de la Madrid, del proceso de transición, es el super asesor del futuro jefe del ejecutivo estatal.
Supuestamente, su labor es algo así como supervisor de la entrega recepción de la estructura de la administración estatal, a quienes llegan a hacerse cargo del gobierno de Baja California. Es lo común.
Sin embargo, pareciera que se ha extralimitado, que está asumiendo facultades que le corresponden al Gobernador electo, como la de marcar los lineamientos y perfiles para quienes aspiran a formar parte del equipo de gobierno.
Incluso, se atreve a anunciar o decir cuáles serán algunas de las principales acciones de la nueva administración estatal, encabezada por Vega de la Madrid. Lo que supuestamente le corresponde exclusivamente al Gobernador electo.
O es coordinador del proceso de transición o el super asesor de Kiko Vega, o ambas cosas. De paso, vocero de quien habrá de suceder en el cargo a José Guadalupe Osuna Millán.
Por ejemplo, anticipa que habrá reformas en las áreas legislativa, presupuestal y administrativa. Sobre todo, hace suya la frase principal de campaña del carismático Francisco, aquella de que “la gente manda”, pues dice que, a partir del 1 de noviembre, la gente no solamente va a mandar, sino también va a proponer y a fiscalizar.
Sobre esto último, anunció que se instalarán oficinas, a través de las cuales la gente podrá proponer y elegir a quienes dirigirán oficinas representativas de la ciudadanía, entre ellas el Instituto de Transparencia, la Procuraduría de Justicia e incluso el Instituto Electoral. Del dicho al hecho, hay mucho trecho. Pero en fin.
Es interesante el cambio. De académico, como Director e investigador de la Escuela de Derecho de la UABC, a operador político. Parece ser que el triunfo o fracaso de la gestión de Kiko Vega, dependerá de las labores, astucia y “colmillo” de Mario Herrera.
Nadie había detectado tantas cualidades o virtudes en el que hasta ahora había sido solamente un funcionario universitario. De poca proyección, salvo en el ámbito del derecho constitucional. Poco accesible para charlar con él.
Ahora, en vías de convertirse en el individuo más influyente, después del propio Kiko Vega, durante el próximo sexenio, en la administración estatal.
A veces, estructurador de programas de gobierno. Otras, reformador de estructuras jurídicas. También supervisor o seleccionador de personal. Evaluador de perfiles y acciones de gobierno.
Seguramente su presencia y facultades privilegiadas, causarán celos entre los panistas que formarán o aspiran a formar parte del equipo de gobierno de Kiko Vega.
Surgen las dudas. Las expectativas. Los cuestionamientos : ¿Cómo le hará Mario Herrera para cumplir con todas sus funciones? Que no olvide nunca que “el que mucho abarca, poco aprieta”.
Y también se cuestiona : ¿Si Mario será el orquestador del equipo del próximo gobierno estatal, qué hará Kiko? ¿Cuándo tenga qué tomar decisiones, Kiko consultará primero a su super asesor?
Podría alguien decir, que eso es problema del propio Kiko, pero cabe observar que en política, hay principios inquebrantables, como aquel que advierte que “el poder no se comparte”.
Toda administración pública, de alguna forma refleja la personalidad del gobernante en turno. Sobre todo, cuando el buen desempeño depende en gran parte de la experiencia y sobre todo sensibilidad política de quien ostenta el cargo principal, ya sea Presidente de la República, el Gobernador o el Alcalde.
Cuando la toma de decisiones, no está a cargo de un político, se corre el riesgo de quedar en manos de los tecnócratas. Aquellos que ven las cosas de manera fría, en base a estadísticas, encuestas o porcentajes.
Ese es el dilema. Que la administración de Kiko, se vaya por la línea de la tecnocracia, o el de la política. La insensibilidad o la sensibilidad.
Así mismo, es preocupante, que el Gobernador electo, no obstante los serios problemas que afronta la población de Baja California, en lugar de dedicar el máximo de tiempo disponible, en la búsqueda de soluciones e incluso en la selección de los mejores hombres, para integrar su equipo de trabajo, decide vacacionar. Que Baja California espere, ha de decir.
Porque, aunque Kiko dice que tiene experiencia para gobernar, en base a su chamba como Alcalde de Tijuana, no es lo mismo el nivel municipal, que el estatal. Es más, muchos de quienes han laborado en los gobiernos municipales, cuando llegan al gobierno estatal, no dan el ancho. Mucho menos cuando son simplemente teóricos.
Bueno, Kiko ni se ha de preocupar por los retos, compromisos y responsabilidades que deberá enfrentar como Gobernador de Baja California, si tiene quien le haga la tarea. Si tiene a su lado a su super asesor.
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