Mexico.- Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien fue considerado en Estados
Unidos como el narcotraficante “más poderoso del mundo”, no ha sido
neutralizado en el penal de máxima seguridad de El Altiplano, donde
supuestamente se encuentra aislado desde el pasado 22 de febrero, ya que, por
el contrario, ha dado nuevas muestras de su poderío al ganar desde la cárcel su
primera batalla pública al gobierno de Enrique Peña Nieto.
Junto con Édgar Valdez Villarreal, ‘La Barbie’, ex socio del
Cártel de Sinaloa e integrante del Cártel de los Beltrán Leyva, ‘El Chapo’
organizó una huelga de hambre masiva en el Centro Federal de Readaptación
Social (Cefereso) número 1, que inició el 16 de julio y terminó el día 20 al
recibir atención la mayoría de las demandas de los reclusos.
El director del Cefereso número 1, Valentín Cárdenas Lerma,
comenzó a negociar con los internos el mismo día en que empezó el movimiento.
Según la información recabada el viernes 18, intentó disuadir a los reclusos de
la protesta haciendo traslados de algunos presos, ninguno de relevancia, a
otros penales. La huelga continuó el sábado, y todavía el domingo fueron
cambiados otros internos de cárcel.
La huelga terminó el domingo 20 luego de que las autoridades
del penal cedieron a varias de las exigencias de los huelguistas: se entregaron
ropa y tenis nuevos a varios de los internos y se les sirve mayor cantidad de
comida, aunque de la misma mala calidad.
El director también aceptó permitir a los presos comprar más
productos en la tienda del penal, como papel de baño, aunque no les aumentó el
monto de lo que pueden depositar sus familias, como ocurre en el Cefereso de
Matamoros, Tamaulipas, porque eso, argumentó, se determina según el salario
mínimo de la región.
Los huelguistas consiguieron igualmente que se les permita
hacer tres intentos de llamada telefónica a sus familiares, pues sólo podían
hacerlo una vez, y si no enlazaba la llamada, no contestaban o estaba ocupada
la línea, ya no podían tratar de comunicarse nuevamente hasta pasados otros
nueve días.
El director Cárdenas Lerma se comprometió a que en 15 días
todos los acuerdos serían implementados. A la convocatoria de huelga de hambre,
emitida por El Chapo Guzmán y por “La Barbie”, se sumaron por lo menos mil
reclusos del penal que exigían mejor trato de las autoridades, pues se quejaban
de mala alimentación, deficiente atención médica, falta de ropa interior y
empleo de uniformes sucios y en mal estado.
Protestaban porque no se les permitía acceso a la tienda del
penal donde pueden comprar artículos de higiene personal; porque no se
respetaba su tiempo de visita familiar, y porque sólo se les permitía un único
intento para realizar la llamada telefónica que tienen autorizada cada nueve
días.
Familiares informaron que, tras cinco días de que los
reclusos se negaron a probar alimentos, la huelga concluyó el domingo 20 de
julio. Se informó que en dicha prisión hay entre mil 300 y mil 500 presos, lo
que significa que El Chapo y La Barbie lograron organizar a por lo menos dos
terceras partes de los mismos.
Información tomada de proceso. http://www.proceso.com.mx/?p=378908
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