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miércoles, 8 de mayo de 2013

EL CANTO DEL GRILLO


por Gabilondo Solar
Va a ganar Castro Trenti. Esperé con singular alegría estos días de campaña electoral, con miras al cambio de gobierno estatal y de paso del congreso y las presidencias municipales.
Lo hice con el pleno convencimiento que estos seis años serían la suma de desperfectos del actual gobierno y de trapitos al sol de todos los candidatos.
Ahora sí, me dije, verán lo que se siente, todos esos que aspiran a gobernar Baja California.
Al principio, tuve mis dudas que Francisco Vega de Lamadrid fuera el candidato a la gubernatura porque ya dos veces se había quedado tirado en el terreno de la precampaña.
No será Quico, me dije. Difícil que sea, porque si ya lo atoraron dos veces, una tercera será igual de fácil.

Pues órale que no lo fue.
Me pregunté muchas veces a qué se debió y no tardé mucho en encontrar la respuesta.
Vega tuvo el respaldo de los grupos que parten el queso, en el PAN.
Luego pasé a ver del otro lado de la cancha, en la elección de candidato a gobernador por el PRI.
Había prospectos de todo el estado, los calientes alcaldes de las ciudades más grandes, además de Jorge Hank y Fernando Castro Trenti.
En ese caso nunca tuve duda. Sabía que Castro Trenti se la iba a llevar por algo muy sencillo de ver.
El trabajó como ninguno. Siempre estaba cuando se le buscaba y mostró sus resultados como Senador, además que hizo política en su partido y en los demás partidos que ahora lo postulan. No fue difícil.
Siempre me pareció Castro Trenti el político más hecho, el más formado, el que tiene una mayor idea de lo que se trata representar y gobernar a cuatro millones de personas que vivimos en Baja California.
Hank me parecía siempre muy despreocupado. Como que le iba a dejar la responsabilidad a sus amigos que iba a llevar de Secretarios.
Los alcaldes del Estado, se me hacía que estaban muy nuevos, no se había visto mucho de lo que estaban hechos, así que por esta ocasión había que descartarlos.
Castro Trenti era la opción para mí y así fue. Lo esperé a que saliera candidato y salió...
Ahora lo veo en campaña y es exactamente lo que me imaginé que iba a hacer.
A proponer un cambio de la forma de hacer las cosas.
Si queremos otro gobierno, no puede prometerse lo mismo, era claro.
Pero también esperé y así fue, que hubiera campañas negras.
Ya salieron las acusaciones, los dibujos animados, las burlas.
Esperaba saber que Castro Trenti había hecho esto, que lo otro, que le sacarían sus trapitos al sol.
No ha sido así. Lo único malo que dicen de él es su apodo.
Hasta ahí llegaron?. Fue todo?.
Ahora estoy más seguro que nunca.
Fernando Castro Trenti es un hombre de trayectoria, vida y acciones que sin duda han de ser limpias, porque si lo único feo que se dice de él, haga Usted el favor,... !es su apodo!.
Haberlo sabido antes.
Ahora mi amigo el moco, ya no querrá ser candidato.

Juego de baraja.- Recién  escuché a una persona decir que el trabajo de Enrique Pelayo en Ensenada, el de Carlos Bustamante en Tijuana y de Francisco Pérez Tejada en Mexicali, no había sido lo que los electores esperaban y que eso iba a hacer daño en las elecciones.
Ah sí?, pensé.
Eso sería, me dije, si las personas tuvieran memoria de corte comercial,  porque hay quien dice que acostumbrados a ver las telenovelas, sólo recordamos hasta diez minutos antes.
Pero no es así. El PAN perdió todo en la elección de 2010 en Baja California y dos años después casi todo. No fueron diez minutos.
La memoria es otra cosa que los políticos no terminan por entender. En esa baraja de cartas, a la reina que saca el PAN para mostrar el desempeño de los Presidentes Municipales, los electores sueltan su póker de ases.
1. El desempeño de Felipe Calderón, 2. de Vicente Fox, 3. de José Guadalupe Osuna y 4.  de Eugenio Elorduy, que ya habían gobernado lo suficiente cuando los electores le dieron la espalda al PAN en 2010 y en 2012.
Lo siento mucho, pero este juego no lo gana el PAN. Lo tiene perdido desde 2010.
Es la caída libre. Es la suma de cuanto ha sucedido en 24 años en Baja California, el recuento de muertos de Calderón y la escalada de precios, es el desempleo, el maltrato a la frontera, la violencia común y los adictos que hoy suman una población terriblemente sola que amenaza a los suyos y a todos demás, de estos 24 años.
No, 60 días no son suficientes para olvidarlos. No se puede.
No habrá discurso, ni rostro por más bonachón o disléxico que lo presenten para borrarlo.
El PAN presentó a su mejor carta en Ensenada, César Mancillas, para lanzarlo de candidato a la diputación y que le hiciera la campaña al desconocido candidato del PRD a la Presidencia Municipal, Francisco Javier Sánchez Corona.
César Mancillas ya había sido presidente municipal cuando el PAN perdió todo en Ensenada en 2010 y todo en 2012.
El PAN sacó a Alejandro Monraz, su mejor carta en Tijuana y Jaime Díaz, el político panista más encumbrado (golpeado por Eugenio Elorduy como a ningún otro), pero el PAN ya había perdido en 2010 y en 2012, cuando Jaime había sido Presidente Municipal o Monraz diputado.
Hay quien cree que esta elección la va a ganar un discurso, un spot de televisión o algunas carteleras.
No, la elección no la va a decidir la publicidad. Ya está decidida, desde 2010.
Se trata de un fenómeno sicológico social que aplicó al PRI en 1989 cuando Ruffo llegó a la gubernatura de Baja California o en el 2000 cuando Fox ganó la Presidencia de la República.
Es lo mismo. El PAN agotó su expectativa.
Porque, la pregunta más complicada de responder, por cualquier candidato del PAN, es... si tuviste todos los ayuntamientos, todo el congreso, toda la Presidencia de la República y todo el gobierno del estado al mismo tiempo... ¿qué me ofreces hacer que no hayas podido en estos 24 años?. ¿Eh, qué cosa no pudiste?

En la Luna. - José Luis Pérez Canchola, quien es uno de los perredistas que más ha disfrutado de las alianzas con el PAN, dice que los partidos minoritarios son los que van a recargar los votos a los partidos grandes ahora que van aliados, el PT, Verde y PES con el PRI, como el PRD, PANAL y PBC con el PAN.
Pero además dice que el PRD es de los partidos que más han crecido, incluso que el PT.
Eso dice él, pero la estadística electoral dice otra cosa.
Por ejemplo, si Usted revisa los resultados de la elección federal pasada, verá que en el distrito 04 de Tijuana, el candidato a diputado federal por el PT, José Cañada, tuvo más votos que cualquier otro candidato de la alianza de izquierda. Tuvo más votos, el del PT, que el mismo López Obrador y que Marco Blázquez en ese distrito. Y fue el distrito que más votos tuvo la izquierda. Y no era del PRD, señor Canchola, era del PT.
Ahora vayamos a otro punto.
En la elección de 2006, todos los partidos coaligados con López Obrador, rebasaron el 30% de los votos totales en Baja California. A la elección siguiente, en la de gobernador de 2007, el PRD no llegó al 10%.
Pero si esto le parece poco como ejemplo, entonces veamos la elección federal de 2000, cuando Cuauhtémoc Cárdenas fue el candidato a la Presidencia de la República que llevó al PRD a las nubes y la elección de gobernador lo volvió a soltar desde las nubes.
Ahora, en la elección de 2010, el PRD no ganó una sola elección y apenas pasó del 10 por ciento otra vez, en una elección local.
Por eso, que los partidos de izquierda (y con ellos el PRD) hayan tenido el 26% de los votos en la elección federal de 2012, no es garantía de nada, porque ha sido una verdadera tradición que mientras la elección presidencial los infla hasta el infinito, las elecciones locales los enfrentan a su cruda y única realidad. No dan más.

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