Por: Gilberto LAVENANT
La experiencia y decepciones de los aspirantes a puestos
de elección popular, que han tenido aquellos que pretenden participar en este
proceso electoral, en Baja California, por la vía de los independientes, ha
demostrado, que en política, no bastan las buenas intenciones, se requiere
técnica, planeación, sistema. Lo que se conoce como logística.
La logística, es el conjunto de medios y métodos
necesarios para llevar a cabo la organización de una empresa, o prestación de
un servicio.
No es lo mismo competir contra organizaciones políticas,
que tienen una estructura y amplia
experiencia en materia electoral, que personas en lo individual, sin
organización alguna, pretendiendo hacer las cosas a su leal saber y entender.
Los aspirantes a ocupar puestos de elección popular, por
la vía de los independientes, de primera intención, observaron que uno de los
principales obstáculos, para lograr su participación, sería el reunir el número
de apoyos ciudadanos, exigidos por la legislación electoral.
Los candidatos a munícipes, tendrían que reunir, el 2.5%
del padrón electoral del municipio al que aspiran gobernar.
El padrón electoral de Tijuana, es de 1 millón 302 mil
558 electores, y para ser alcalde de este municipio se requieren 30 mil 703
firmas.
El padrón electoral de Mexicali, es de 745 mil 701
electores, y para ser alcalde de este municipio se requieren 17 mil 640 firmas.
Ensenada, tiene un padrón electoral de 373 mil 085 electores, por lo que ahí se
requieren 8 mil 809 firmas.
Playas de Rosarito tiene un padrón electoral de 86 mil
231 electores, y el mínimo requerido es
de 2,012 firmas.
Y el municipio de Tecate, cuyo padrón electoral es de 81
mil 177 electores, se requieren como mínimo 1 mil 930 firmas
Se miraba muy alto el obstáculo. Y poco el tiempo para
lograrlo.
Evidentemente, los aspirantes a munícipes, en especial
los de Tijuana, se desesperaron. Se trataba de reunir 30 mil 703 firmas o
apoyos ciudadanos. Sin equipo o estructura humana y sin recursos económicos
para contratar personal, para hacer la tarea, recurrieron a su imaginación y al
apoyo voluntario.
De ahí pues que en su desesperación por cumplir o
alcanzar la meta, dentro del tiempo establecido para ello, incurrieron en
errores o fallas de logística.
Fue impresionante que, en tiempo y forma, los tres
aspirantes a munícipes o a alcalde de Tijuana, no solamente lograron reunir los
apoyos ciudadanos requeridos, sino que rebasaron el número. Supuestamente.
Gastón Luken, presentó 46 mil 629 apoyos ciudadanos;
Carlos Atilano Peña logró 40 mil 722 y Carolina Aubanel Riedel 36 mil 521. La
obligación eran solamente 30 mil 703. Así es que, en principio, resultaba
sorprendente lo logrado.
Sin embargo, al revisar la documentación, las autoridades
electorales encontraron que había truco. De ahí que, de los 3 aspirantes por
Tijuana, solamente logró acreditar Gastón Luken garza.
Esto generó malestar entre ellos e incluso se especuló
que había valores entendidos y la obvia intención de favorecer a Gastón, quien,
por cierto, ya registró formalmente su candidatura.
El Instituto Estatal Electoral, tuvo que salir a precisar
las razones por las cuáles, de entrada, Carolina y Atilano, no pasaron esta
etapa.
La documentación relativa a los apoyos ciudadanos,
presentaba múltiples irregularidades o errores, que ocasionó la anulación de
2,500 apoyos a Gastón,
A Carolina, le descontaron o invalidaron 2 mil 590
cédulas de apoyo ciudadano.
La mayor afectación, fue a Atilano, con un total de 11
mil 855 apoyos ciudadanos.
Con los apoyos ciudadanos cancelados, obviamente,
Carolina y Carlos no recibieron la acreditación para ser considerados
candidatos
independientes.
Claro, se inconformaron. Y están por resolver, las
autoridades electorales.
Sin embargo, todo indica que será difícil que ambos pasen
esta etapa. Se encontraron apoyos duplicados, credenciales electorales de otras
entidades federativas, o municipios, o simplemente no localizadas en el padrón
electoral.
Del total de los presentados, a Gastón le reconocieron
solamente 34 mil 500 apoyos, a Carolina 28 mil y a Atilano 25 400. Les pedían
30 mil 703.
Tratando de dejar a salvo el nombre de los aspirantes,
podría decirse que las fallas o errores, no fueron de mala fe, sino de
logística. No tuvieron la precaución de capacitar a los recolectores de firmas
o apoyos ciudadanos. Con los apuros, “se les hiso bolas el engrudo”.
Pero, en fin, la experiencia es interesante. Tienen
tiempo para prepararse, a fin de que en las siguientes elecciones, les salgan
mejor las cosas.
Aunque, más allá de los aspectos técnicos de organización
o logística, lo que más afectó el movimiento de independientes, fue la soberbia
de los protagonista, que les dividió y desarticuló o desarmó el hartazgo
ciudadano. El tigre social se transformó en un manso gatito.