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viernes, 7 de marzo de 2014

Palco de Prensa: Las pillerías.


                                       Por : Gilberto LAVENANT

Cuando se habla de corrupción en la administración pública, la idea general es de que se trata de casos de robo descarado, de dinero o bienes materiales propiedad del gobierno. No es así, hay tantas formas o modalidades de actos de corrupción, algunos de ellos que parecen pasar desapercibidos, pero que implican un daño patrimonial a las instituciones gubernamentales, en beneficio de particulares.

El simple hecho de permitir, por aparente negligencia o descuido, que particulares hagan uso de bienes públicos, sin pagar una renta por ello, o bien pagar una “renta simbólica”, consistente en cantidades irrisorias o ridículas, también es corrupción.

Se necesita que el funcionario que haya incurrido en tales actos, sea demasiado ingenuo o exageradamente tonto, para suponer o creer que no hubo en dicha persona, temeridad o mala fé. Una u otra cosa, deberían ser motivo suficiente para su destitución fulminante, al quedar al descubierto tales irregularidades.

Aunque también habría qué observar, que cuando se trata de funcionarios de nivel menor, la mayoría de las veces simplemente obedecen instrucciones, órdenes o consignas del jefe superior y éste a su vez del jefe de jefes, o sea del Alcalde, si se trata de bienes municipales o del Gobernador del Estado, siendo del nivel estatal.

Tales observaciones, son a propósito de una información que circuló el día de ayer. Resulta que en la primera sesión de la Junta de Gobierno del SIMPATT, Sistema Municipal de Parques Temáticos, del XXI Ayuntamiento, a propuesta del Regidor Felipe Ledezma Gil, Presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, se rechazó el continuar rentando una superficie de 4 mil metros cuadrados, del Parque Morelos, a la empresa denominada Centro de Estudios Superiores de la Frontera, A.C., que opera el centro de estudios superiores conocido como Unifront, y que utilizaba como estacionamiento de automóviles de su personal y alumnado.

Con dicha medida, se logró rescatar esa importante superficie, a fin de que el Parque Morelos pueda disponer de mayor espacio recreativo para fomentar el deporte y el sano esparcimiento de los tijuanenses. La fracción de terreno en mención, del Parque Morelos, uno de las pocas zonas verdes de la ciudad, colinda con la Avenida Bernardo O´higgins, también conocida como Benton, esquina con el Boulevard Insurgentes.

Sin embargo, el caso es que desde el 1 de agosto del 2006, Unifront disponía de esa superficie, en base a un contrato de arrendamiento, pero por la “generosidad” de los responsables del Parque Morelos, dispuso de otros 4 mil metros cuadrados, de forma tal que al determinar el dejar de prorrogar esa relación contractual, se recuperan en total 8 mil metros cuadrados. 4 mil, respecto de los cuales pagaba renta y otros 4 mil, que utilizaba gratuitamente. Ello implica un daño patrimonial, al menos por el monto de la renta correspondiente.

Sin embargo, lo más grave, en esta relación de arrendamiento, que ya de por sí es grave que una superficie importante de terreno, cuyo destino es la recreación y descanso de los tijuanenses, se utilice como estacionamiento de vehículos de una empresa privada, es el monto de la renta. Algo no solamente ridículo, sino grosero.

De acuerdo a la Cláusula Quinta del contrato de arrendamiento, relativo a los 4 mil metros cuadrados, suscrito el día 2 de enero del 2013, por la Lic. Verónica Judith Corona González, entonces Directora del Sistema Municipal de Parques Temáticos, el llamado Simpatt, y el Profr. Humberto Gutiérrez Apodaca, Presidente de la Mesa Directiva de Unifront, el monto de la renta a pagar sería de 44 mil pesos semestrales. En serio, no es broma. El columnista obtuvo una copia de dicho contrato.

Cabe observar que en la Cláusula Sexta, se indica que : “UNIFRONT se obliga a cobrar a sus usuarios la cantidad de $550.00 pesos (Quinientos Cincuenta Pesos 00/100 Moneda Nacional) por automóvil de manera semestral, con participación mínima de 200 automóviles (equivale a $ 110,000.00 Pesos) dicha cantidad se compromete a entregarla a “EL SIMPATT”. No se señala el concepto, pero pudiese considerarse como compensación o complemento de la renta.

Los 44 mil pesos semestrales, aproximadamente 3,384.61 dólares, a razón de 13 pesos por cada dólar, por una superficie de 4 mil metros cuadrados –los otros 4 mil son de gorra- implican una renta mensual de solamente 7,333.33 pesos, o sea 564.10 dólares. Los señores de Unifront, han de haber estado felices por esa “ganga”. Un terreno amplísimo, casi gratis, para el estacionamiento de vehículos de empleados y alumnos, que debieron haber previsto y reservado de la superficie que adquirieron para construir su plantel. ¡Qué chulada!

Incluso, no se explica, aunque se sospecha, cómo es que les autorizaron la construcción de sus edificios, a sabiendas de que sería una universidad, si no contaban con área de estacionamiento. Esa autorización, también es un acto de corrupción. Evidente.

Los 4 mil metros cuadrados, son una superficie enorme, aunque la renta, estimada mensualmente, es irrisoria, solamente 7,333.33 pesos, o sea 564.10 dólares. Pues más irrisoria aún, es observar cuál es el monto de la renta mensual de cada 1 mil metros cuadrados. Solamente 1 mil 833.33 pesos, o sea 141 dólares. Mucho menos que lo que costaría recibir en arrendamiento un predio de 200.00 metros cuadrados. Aquí cabría aclarar, que esa renta mensual no es propiamente irrisoria, sino grosera, descarada.  

¿Qué raro que ni la entonces Síndico, Yolanda Enríquez, ni el propio Alcalde Carlos Bustamante, se hayan percatado de esto? ¿O serían ellos quienes dieron el visto bueno? Si alguien duda de que esto es corrupción, que digan : ¿cómo desean llamar a estas pillerías?
Y conste, pretendían renovar el contrato. Qué cinismo.

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