Por : Gilberto LAVENANT
Todo mundo sabe, por decirlo de
alguna manera, que uno de los principales responsables de la serie crisis
financiera que afronta el gobierno municipal de Tijuana, lo es el exalcalde
panista Jorge Ramos Hernández, con su tristemente célebre PIRE, Proyecto Integral
de Repavimentación, aprobado el 25 de julio del 2008, con el pretexto de
“atender el rezago del mantenimiento de las principales avenidas y bulevares de
la ciudad”.
Y si bien es cierto, que la imagen de Tijuana cambió, pues la
mayoría de sus vialidades estaban destrozadas, por el abandono en que se les
mantuvo durante tantos años, y el PIRE mejoró sustancialmente la ciudad,
también es cierto que el crédito de 1,700 millones de pesos, para su
realización, dejó en bancarrota al gobierno municipal y es la causa principal
del estancamiento en que se encuentra, pues las actuales autoridades
municipales, prácticamente no tienen ni para comprar escobas.
¡Ah!, pero hay quienes critican
al Alcalde Jorge Astiazarán, de que a 100 días de su administración, no tiene
un programa de obras o plan de acción definido, y que supuestamente no se
observa que esté haciendo algo. Los críticos, no dicen, si es que en su momento
cuestionaron al panista Ramos Hernández, por meter al gobierno local en un
terreno financiero pantanoso, de donde será sumamente difícil que salga.
Simplemente, dicen que Astiazarán no hace nada, o casi nada. Como dicen en el
pueblo ¿Con qué ojos, divina tuerta?
Pero ese no es precisamente el
tema de este día. La cuestión es que los ciudadanos son de corta memoria y
ponen poca atención en lo que hacen los gobernantes. Unos por flojera, otros por mera apatía o desinterés y
muchos por resultar beneficiados, directa o indirectamente, con acciones de
gobierno, que por su cuantía, dan ganancias a muchos. Como dicen, “a río
revuelto, ganancia de pescadores”.
El caso es que, hurgando por ahí,
el columnista autor de Palco de Prensa, pudo percatarse que el autor original o
inicial del proyecto de las luminarias, el llamado Programa de Modernización
del Alumbrado Público para la ciudad de Tijuana, lo fue el exalcalde panista
Jorge Ramos Hernández. Es un milagro que no haya reclamado la titularidad de
dicho proyecto.
Esto se empezó a formalizar,
cuando en la Sesión de Cabildo del XIX Ayuntamiento, encabezado por Ramos
Hernández, se aprobó el “Acuerdo relativo a la declaratoria de imposibilidad
para modernizar las luminarias del servicio de alumbrado público para la ciudad
de Tijuana y autorización para publicar la convocatoria de licitación para
otorgar la concesión”. La propuesta fue presentada bajo el Punto 5.17 de la
orden del Día y fue aprobado por unanimidad. Es común cargarle culpas al
Alcalde en turno, pero son corresponsables los demás integrantes del Cabildo,
incluyendo al entonces Síndico, Héctor Magaña Mosqueda.
Los regidores que votaron a favor
de la propuesta del Alcalde panista, fueron Juan Ramón López Medina, Juan Pablo
Rodríguez Gil, Luis Manuel Bustamante Mora, Lourdes Peña Castellanos, Alejandro
Cuellar Rodríguez, Bernardo Martínez Gómez, Rafael Casillas Hernández,
Francisco Domínguez García, Elma Acosta Chávez, Carlos Guzmán Bayardo, Olga Macías Abaroa, Juan Bernardino Sevilla
Trujillo, José Luis Parra Vázquez, Luis Moreno Hernández y Gerardo Alvarez
Hernández. Si conocen a alguno de ellos, pídanle que les platique, cómo estuvo
“el enjuague”, que los convencieron de las “bondades” del proyecto y lo
aprobaron sin chistar.
Bueno, los argumentos fueron en el sentido de que las 61 mil 855 luminarias
de Tijuana, producían una enorme contaminación, su mantenimiento tenía un costo
de casi 4 millones de pesos, más los recursos materiales y humanos adicionales,
por 32 millones de pesos. Que modernizar el sistema de alumbrado público,
requería de una inversión de 399 millones de pesos.
Por lo tanto, que el proyecto, aprobado por unanimidad del Cabildo,
generaría un ahorro de 51 millones de pesos en el consumo de electricidad y
ante la imposibilidad del gobierno municipal, para mejorarlo, se estableció la
declaratoria en tal sentido y se acordó concesionarlo a particulares, por un
período de 15 años, a fin de que
pudieran recuperar la inversión de más de 400 millones de pesos que realizarían
para ello y que por lo tanto pagarían los tijuanenses.
Afortunadamente, a Ramos Hernández se le acabó el tiempo y no alcanzó a
hacer la licitación, y otorgar la concesión, que, como se sabe, no se otorgan
“de gorra”, sino mediante una cuota especial, obviamente fuera de libreta, si no,
ya estaría concesionado el alumbrado público hasta el 2025.
Lamentablemente, llegó el priísta Carlos Bustamante, y cambió “la pichada”.
Logró que los miembros del Cabildo, a quienes engatuzó como si fuesen unos
chamacos, modificaran el acuerdo logrado por Ramos Hernández, y que en lugar de
concesión, se tomaran en arrendamiento, por un período de 20 meses, que
concluía precisamente el día en que dejaba la Alcaldía.
Todo esto, con un costo de aproximadamente 144 millones de pesos, de los
cuales pagó 131 millones, dejando pendiente de pago solamente la mensualidad de
noviembre de 2013, por un monto de 3 millones de pesos, cuando que el regidor
del MC, Luis Felipe Ledezma, afirma que las luminarias instaladas tienen un
costo de mercado de solamente 30 millones de pesos. Y cuestiona :¿Dónde
quedaron los otros 100 millones ? La maldita codicia.
¿Quiénes son los co-responsables ? Los regidores integrantes del XX
Ayuntamiento, Francisco Alberto Gómez medina, David Ruvalcaba Flores, Jesús
Javier Merino Duarte, Franciscana Krauss Velarde, Erwin Jorge Areizaga Uribe, Ricardo
Franco Cázares, Julio César Vázquez Castillo, Rodolfo Olimpo Hernández
Bojórquez, Miriam Josefina Ayón Castro, Eduardo Enrique Parra Romero, Claudia
Ramos Hernández, María Luisa Sánchez Meza y Najla Souraya Wehbe Dipp, así como
la Síndico Yolanda Enríquez. Si conocen a alguno de ellos, pregúntenle, cómo es que los “convencieron” para aprobar
unánimemente tan “fabuloso proyecto”.
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