Por : Gilberto LAVENANT
Hay personas, que no entienden, y
por lo tanto se niegan a reconocer, que cuando ostentan un cargo público, son
personas públicas, o sea, que lo que hacen o dicen, es de interés general. Que
no pueden tratar de deslindarse, del cargo que ostentan, y lo que ello implica,
argumentando que, lo que dicen o hacen, es como simples ciudadanos. Absurdo.
Esta confusión, o mal entendido,
ocasiona que muchos individuos, estando en la función pública, hagan, digan o
reaccionen, como lo harían siendo ciudadanos. Como Juan Pueblo, su conducta,
solamente interesa y afecta, su entorno personal. Como funcionario, su
comportamiento, se acentúa y destaca, precisamente por la relevancia o nivel
del cargo que ostenta.