Por : Gilberto LAVENANT
El lunes 21 de octubre, del año en curso, bajo el título : “El perfil de Kiko”, comentaba el columnista que cuando se busca a un candidato, para ocupar determinado puesto o cargo en una empresa, generalmente, se le hace una entrevista y se le pregunta hasta sus gustos en colores y deportes favoritos. Y, claro, también sus antecedentes profesionales, para observar y verificar que ha laborado en áreas similares o afines a la chamba en oferta.
Decía que, la idea es determinar, si el candidato o aspirante “llena el hueco”, para evitar futuras lamentaciones. Imaginen nada más, observaba, que se le contrata, y resulta que es ajeno a las funciones que habrá de desempeñar. Que el simple carisma, no basta.
Lamentablemente, decía, las exigencias en cuanto a los perfiles de aspirantes o candidatos, en el ámbito de la administración pública, se limitan o constriñen, simplemente al aspecto político. Que se piensa que los políticos son unos “sabelotodo”. Que a lo largo de la carrera de un político, en la función pública, ocupa cargos en áreas totalmente distintas. Que son todólogos.
Hacía hincapié en que, la verdad es que los políticos son firmones. Que a la dependencia que llegan, sin importar el cargo que habrán de ocupar, descansan en sus colaboradores cercanos, en sus asistentes, que les preparan y supervisan todo, y hasta les indican en qué sitio deben firmar. Fácil.
Esto explica un tanto, decía, el perfil que ha mostrado el gobernador electo, Francisco Vega de la Madrid. Que ha sido desde Alcalde, Secretario de Finanzas y Diputado Federal. No porque sea una excelencia, o “una chucha cuerera” en administración, finanzas públicas o leyes, sino simple y sencillamente porque es político.
Decía que es un individuo carismático, risueño, despreocupado, porque además de que tiene resuelto su problema económico –gracias a la política y a los negocios que ha podido hacer, desde el ámbito político- nada le preocupa.
De manera especial observaba que a Kiko no le preocupan las dificultades que afrontará el cargo de gobernador de Baja California, que simple y sencillamente se ríe. Que por ello se fue de vacaciones, cuando cualquier otro en su lugar, se hubiera dedicado a analizar los diversos problemas de la entidad, los programas con los que pretenderá combatirlos y en especial los perfiles de quienes integrarán su equipo de gobierno.
Concluía que de todo lo anterior, se puede determinar y entender, cuál es el perfil de Kiko Vega. Que para desgracia de los bajacalifornianos, se trata de un individuo frívolo, bueno para los negocios, sin duda alguna, pero que le encanta viajar y, sobre todo, está acostumbrado a que otros le hagan la tarea. Que con ese perfil, ni siquiera para funcionario de turismo, de nivel segundón, le alcanza.
Así es que, decía, que no quepa duda, el gobierno estatal de Baja California, estará en manos de los colaboradores cercanos de Kiko. Que al aún Gobernador electo, le corresponderá simplemente firmar, donde le indiquen.
Sin embargo, ahora que Kiko ha dado a conocer casi la totalidad de sus cercanos colaboradores, se puede afirmar que, en su mayoría, los parámetros para dichas designaciones, fueron precisamente los mismos en base a los cuales él mismo fue designado para ocupar diversos cargos en la administración pública : el compadrazgo, las cuotas de poder, las negociaciones o compromisos políticos y en un último lugar la capacidad o experiencia. Más firmones.
Apenas se dió a conocer que la priísta Juana Laura Pérez Floriano, será Secretaria de Trabajo, sin tener antecedente alguno en la materia laboral, cuando que deja el cargo de Secretaria de Educación Pública Municipal, se dió por un hecho que su designación fue el pago de Kiko a Hank Rhon, por apoyarlo, con el método del voto cruzado, para que ganara la gubernatura. Es Licenciada en Administración Pública, no en Derecho, y quizás le resulte difícil entender el área que estará bajo su responsabilidad.
En el caso de la designación de Antonio Valladolid, Licenciado en Derecho, dedicado a actividades empresariales, como Secretario de Planeación y Finanzas, resulta un tanto absurda. Su perfil no es precisamente el idóneo para el manejo de las finanzas estatales. Sus “cartas” consisten en que además de ser compa de Kiko, ambos son del mismo partido. Aquí hubo compadrazgo, definitivamente.
El caso de Carlo Bonfante Olache, que será el Secretario de Desarrollo Económico, para lo cual tendrá que dejar vacante la Presidencia de la Coordinación Técnica de de los Concejos Coordinadores Empresariales del Estado, es el pago a la factura por el apoyo brindado a la campaña de Kiko, aunque siendo Licenciado en Administración de Empresas, no es precisamente la profesión ideal para el puesto que habrá de desempeñar, y permitirá a los empresarios “servirse con la cuchara grande”. Ya veremos, “si como ronca, duerme”.
Hasta el exgobernador Osuna Millán, cobró su cuota de poder, con la designación de su hermano Miguel, como Secretario de Salud, y la repetición de Daniel de la Rosa Anaya, en la Secretaría Estatal de Seguridad Pública. La experiencia o perfiles, salen sobrando.
Lo mismo puede decirse de la exdiputada local, María del Rosario Rodríguez Rubio, odontóloga de profesión, profesora por necesidad, a quien parece que le queda grande el papel de Secretaria de Educación Pública. Su perfil político, es su único sustento.
Esos son solamente una muestra, para observar que los parámetros para integrar el equipo de Kiko, sin duda alguna, fueron : el compadrazgo, las cuotas de poder, las negociaciones o compromisos políticos y en un último lugar la capacidad o experiencia. No cabe duda que la política hace brillar a los opacos y convierte en talentosos a los tontejos.
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