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domingo, 5 de mayo de 2013

La Ley del Garrote





Por: Gilberto LAVENANT


En los orígenes de la humanidad, lo que regulaba las relaciones entre los individuos, era la fuerza bruta. Algo así como la “Ley del Garrote”. El más fuerte, se imponía sobre el más débil.

Con el paso del tiempo, en su evolución, la autoridad sometió a quienes cometian delitos, o los sancionaba, aplicando castigos semejantes al daño ocasionado. A ese período, corresponde la llamada “Ley del Talión”, aquella que advierte : “ojo por ojo, diente por diente”.

Cualquiera podría decir que esas son cosas del pasado, de los tiempos de los cavernícolas, cuando el hombre vivía en las cavernas. Lamentablemente no es así, con frecuencia se registran casos de abusos policiacos, en los que los encargados del orden y la seguridad pública, actuando como gorilas, someten a los ciudadanos a punta de golpes de todo tipo.

El jueves de la semana que concluye, policías municipales de la antes tranquila y risueña ciudad de Tecate, dieron una salvaje golpiza a dos periodistas, en dos casos distintos, así como a familiares de uno de ellos.

Parecía algo irónico, pues al día siguiente, habría de celebrarse el Día Mundial de la Libertad de Expresión.

Así mismo, un día después, en Mexicali, habría de instalarse la Comisión Baja California de la Fundación para la Liertad de Expresión, mejor conocida como Fundalex.

Resultaba absurdo, que en un mismo día, y en un pequeño poblado, cabecera de uno de los cinco municipios de Baja California, la antes tranquila y risueña Tecate, declarada “Pueblo Mágico”, a fines del 2012, fuera escenario de tales arbitrariedades, en contra de dos periodistas y varias personas más.

Uno de los periodistas agredidos, lo fue Miguel Angel Vázquez Ramos, director del periódico digital lacarrilla.com.mx. Cuentan que, sin motivo alguno fue embestido o atropellado por una patrulla policiaca municipal y cuando intentó reclamar, los gorilas con uniforme lo agarraron a golpes.

Más tarde, ocurriría el otro hecho, aún más grave. Nuevamente los gorilas con uniforme se lucieron. Llegaron hasta la vivienda de Armando Acosta Rojas, reportero del periódico El Mexicano y lo agarraron a golpes, al igual que a su hijos e incluso a su esposa, por un incidente que no debió pasar a mayores.

Y conste, no hubo confusión o desconocimiento respecto a la identidad del periodista. En el pectoral de su camisa, manchada de sangre, porta la leyenda “Prensa”, en un lado, y al otro extremo el logotipo del periódico para el cual labora. Por lo tanto, se presume que lo hicieron con toda premeditación, alevosía y ventaja. Con dolo.

Lo absurdo es que luego de tal salvajada, detuvieron a los integrantes de la familia del periodista y los presentaron ante una Juez Calificadora, como agresores, no obstante las lesiones y huellas de violencia que mostraban en rostros y ropa. Los  malandros con pistola y placa policiaca, asumieron el papel de víctimas. Cínicos, desvergonzados.

Ambos casos, supuestamente ya los atiende la Sindicatura Municipal, a cargo de Noé Basilio Montiel. Sin embargo, que se sepa, el Alcalde tecatense, Javier Urbalejo Cinco, no ha dado la cara para responder a los agraviados y garantizarles que se procederá como corresponde : cesar y procesar penalmente a los agresores.

De inmediato, dirigentes de diversas organizaciones periodísticas,  encabezados por la Federación Estatal de Periodistas de Baja California,  denunciaron los hechos en un escrito dirigido al Presidente Enrique Peña Nieto, al Secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, al Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, al Gobernador José Guadalupe Osuna Millán y a Javier urbalejo Cinco, Alcalde de Tecate y jefe máximo de los agresores.

En el manifiesto, señalan : “hacemos un pronunciamiento público para exigir a las autoridades, garantías para el ejercicio periodístico, labor fundamental en toda sociedad democrática, sustentada en el respeto irrestricto a la dignidad personal y protección de quienes desempeñamos esta profesión en la entidad”. Podría decirse que los periodistas, en principio, no fueron agredidos por su labor periodística, pero el identificarlos como tales, si fue base para ensañarse con ellos.

Dos cosas piden los dirigentes de tales organizaciones. Una de ellas,  exigen que se investigue de manera clara, objetiva y expedita cualquier agresión o amenaza en contra de periodistas en el Estado. La otra, que se establezca un plazo perentorio para que la Procuraduría General de Justicia estatal dé a conocer resultados concretos sobre este salvaje ataque y, en su caso, que la PGR ejerza la facultad de atracción de dichos casos.

Suscriben el escrito de reclamo, Enrique Méndez Álvarez, Presidente de la Federación Estatal de Periodistas en Baja California, Claudio F. Orenday, Vicepresidente en Tecate, Antonio Heras, Vicepresidente en Mexicali y además Presidente de Fundalex B.C., Alfredo Calva, Vicepresidente en Playas de Rosarito, María de la Asunción Gutiérrez, Presidenta de la Asociación de Periodistas de Tijuana, Salvador Aguiar Labrada, Presidente de la Asociación de Periodistas de Tecate y Antonio Gómez, Presidente de la Asociación de Periodistas de Ensenada.

Dos cosas merecen estos gorilas disfrazados de policías : Una, que sean encerrados en una jaula, bueno en una celda. La otra, que se les aplique la “Ley del Talión”, o en todo caso la “Ley del Garrote”. Para que aprendan a respetar la ley y a los ciudadanos.

gil_lavenants@hotmail.com

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