Por : Gilberto LAVENANT
Aunque, aparentemente, ya pasó la tormenta, generada por la supuesta pretensión del gobierno municipal de Tijuana, de promover el turismo sexual, mediante el programa “Tijuana Coqueta”, vale la pena precisar algunas cosas, al respecto, y lo que se dió en torno a este tema.
Desatado el escándalo, se culpó al reportero que logró las entrevistas iniciales, de haber sacado de contexto la información y las declaraciones. Que las mismas fueron manipuladas. La verdad es que nada de eso fue cierto.
Sin duda alguna, el reportero se sorprendió, como le habría ocurrido a cualesquier otro periodista, el enterarse que en cualquier momento, se pondría en marcha un programa promocional, para proyectar turísticamente a la Zona Norte, a través del Comité de Turismo y Convenciones de Tijuana.
Resultaba aberrante, que Cotuco, organismo municipal, pretendiera promover, turísticamente, a la zona de tolerancia de la ciudad. El reportero preguntó y el Presidente de dicho organismo, contestó. He aquí la transcripción de la breve entrevista :
Reportero : Háblenos de esta campaña de “Tijuana Coqueta”. ¿de qué se trata?
Badiola : -Desafortunadamente, como que tenemos un doble discurso ¿no?
-Porque esta realidad, de los bares, de las cantinas, de este tipo de entretenimiento, y de este tipo de turismo, es una realidad. Entonces, pues no se puede tapar el sol con un dedo.
-Qué mejor que trabajar de la mano, y poder, de alguna manera, contribuir a ese cambio de imagen, con esta “Tijuana coqueta”, ¿no?
Reportero : ¿Tienen alguna cifra, estimación o algo, de cuánto generan ? porque es un tema que no se maneja mucho, pues no me ha tocado ver….
Badiola : -No tengo el dato, precisamente, porque siempre estamos como ¡Huy! ¡Huy! ¡Qué miedo! ¿No? Y no debe de ser así.
-Derivado de esta relación que estamos generando, este recorrido que vamos a hacer, en unos momentos más, con el alcalde, con los comerciantes, de lo que queremos que se llame, “Tijuana coqueta”, entonces, tendremos cifras, para poderles dar a ustedes, de lo que realmente genera, que realmente es desarrollo económico. ¿No?
-Y hay que apoyarlos. ¿No?
Reportero : ¿La campaña, donde va a estar enfocada? ¿Va a ser allá al otro lado de la frontera?
Badiola : -Tanto en Tijuana, como en el otro lado de la frontera, para empezar. ¿No? Y después ya nos aventamos al interior del país. Hay que empezar por la casa.
Fue tan breve la entrevista, y tan clara, que no era necesario manipularla, tergiversarla o sacar partes de contexto. El señor Badiola, olvidó que la llamada Zona Norte, es considerada, por propios y extraños, como un centro de vicios, donde lo mismo se practica y fomenta la prostitución, la trata de personas y quizás hasta tráfico de drogas, además de otros tipos de delitos.
¿Entonces, por qué habló de la pretensión de promoverla turísticamente?
Para empezar, podemos decir, que es aberrante promover, turísticamente, la zona del vicio. Que ciertamente se le identifica como “turismo sexual”, al hecho de que muchos acostumbran acudir a esos lugares, para dar rienda suelta sus desviaciones re instintos.
Y si bien es cierto que ese tipo de “visitantes”, gastan, su presencia es nociva y para nada debe ser promocionada. Por el contrario, los gobernantes deben combatirlo. Sobre todo a quienes viven de esa explotación, denigrante y vulgar.
La versión más creíble, sobre la hipótesis que explique o dizque justifique, la pretendida promoción “turística” de la Zona Norte, indica que a alguien se le ocurrió, transformar las fachadas de los centros de vicio, para dar la imagen de un pueblito folcklórico –algo así como un “Pueblo Mágico”- que resultara un atractivo turístico para los visitantes.
Los propietarios de bares y centros de vicios, se adjudicaron la autoría del programa “Tijuana Coqueta”, para descargarle culpas a Badiola.
Y podrían preguntar : ¿Por qué se interesó Badiola, en la Zona Norte. Sabiendo que ni de chiste, debería pararse ahí? Que la promoción de esa o de cualquier zona de tolerancia, no cabe en las facultades y propósito del Comité de Turismo y Convenciones.
Se supone, que el autor del proyecto, de transformar la zona roja en zona rosa, es el empresario casinero Jorge Hank Rhon, que pretendía, una vez lograda la “transformación”, incrustrar ahí un megacasino y convertirla en “Las Vegas mexicanas”.
Badiola actuó, aparentemente, atendiendo los deseos de Hank. Obviamente.
Luego del escándalo, Badiola quisiera, que ya nadie toque este tema. Que se le dé “carpetazo”, como un simple incidente. Como si la pretensión de promover el turismo sexual, fuera algo, sin la mayor importancia.
Esto es solamente una hipótesis. Pero bastante creíble y aberrante.
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