Por Francisco Castro Trenti
En el marco de la glosa del informe mudo de
Kiko Vega, el día de hoy deberá comparecer el titular de la SSPE Daniel de la
Rosa ante la Comisión de Seguridad Pública, y mañana la titular de la PGJE
Perla Ibarra ante la de Justicia, hay múltiples dudas respecto del actuar que
tendrán los diputados que las integran en cuanto a los cuestionamientos que –se
supone- deberán hacer ante el elevado índice delincuencial que se padece y la
creciente impunidad ante la falta de resultados tanto en la prevención del
delito como en la persecución del mismo. ¿Harán las clásicas y típicas
preguntas a modo fácil para no perder canonjías y favores que se traducen entre
otras cosas en cuotas laborales, o anteponiendo el deber que tienen como
representantes de la agraviada ciudadanía cuestionarán sensiblemente tan
mediocres desempeños?
¿Por qué separar las
comisiones si la gravedad de las circunstancias imponía, incluso, que la
comparecencia fuera ante el Pleno? ¿No les parecerá grave –o al menos, preocupante-
que en dos años de gobierno estén más de 185 mil delitos sin resolver, y que la
impunidad esté, campantemente, en el orden del 90 por ciento?
¿Qué habrán de
preguntar los diputados que integran la Comisión de Seguridad Pública
–Alcibiades (MC), Mendivil (PRI), Ruvalcaba (PRI), Osuna (PAN), Barraza (PBC) y
Sánchez (PAN)- si a lo largo de 26 meses de su ejercicio legislativo no han
sesionado una sola vez? Así se desprende de su portal: ninguna sesión en todo
este tiempo, como si el clima delictivo que vulnera la vida y patrimonio de los
bajacalifornianos de manera tan contundente no existiera.
¿Sabrán a ciencia
cierta y no con perorata banquetera, que en los últimos 8 años –marcadamente
más en los últimos 2- la efectividad del combate a la delincuencia ha venido en
dramática caída libre? Vea usted: en el último año de gobierno de EEW, 2007, se
cometieron en el estado 129 mil 212 delitos y se iniciaron 21 mil 294 procesos
penales, esto es, un 17 por ciento de delitos esclarecidos –83 por ciento de
impunidad - en tanto que en 2014 se cometieron 107 mil 284 y se inició proceso
penal en sólo 13 mil 347, esto es, un 12 por ciento de esclarecimientos y un 88
por ciento de impunidad, mientras que la proyección para fines de este 2015 es
que dicha cifra –impunidad- se eleve a poco más del 90 por ciento. Si bien se
observa una ligera disminución de delitos entre 2007 y 2014, hay una marcada
ineficacia en su persecución al crecer la impunidad un 7 por ciento con
sensación real mayor al aumentar la temeridad en el accionar delincuencial ante
la ineficacia de la autoridad, lo que genera mayor percepción de inseguridad.
¿Preguntarán, acaso,
de qué ha servido la PEP si no baja la comisión de delitos? Porque si su
trabajo fuera eficaz habría marcadamente una disminución paulatina desde su
creación, y no es así; al contrario, es del dominio público de quienes conocen
del tema que es una corporación que se contaminó e infectó en muy corto tiempo,
y de que es la que más quejas de diversa índole recibe en comparación con el
resto de las corporaciones policiacas municipales y la propia Policía
Ministerial.
¿Le preguntarían, al
menos, respecto de su hermano atrapado con las manos en la masa fraudulenta de
dineros públicos, orquestada al estilo de cuello blanco y de delincuencia organizada,
y de cuál es su postura al respecto?
Ahora que por el lado
de la Comisión de Justicia que integran los diputados Molina (PAN), Dávalos
(PRD), Olimpo (PES), Nereida (PRI), Sánchez (PAN), Rosalba (PAN), ante la que
habrá de comparecer la titular de la PGJE mañana, contrario a su similar de
Seguridad Pública ha sesionado 9 veces en estos 26 meses de ejercicio
legislativo –2 en 2013, 0 en 2014 y 8 en 2015-, pero nunca con el total de sus
integrantes, tanto, que incluso la sesión convocada para el 3 de junio de este
año debió suspenderse por falta de quórum. Vea usted, de esas 9 sesiones, el
diputado Dávalos ha faltado a 6; Olimpo a 5 y Rosalba a 3 entre los que
destacan como faltistas.
¿Qué le van a
preguntar a la Procuradora? ¿Se irán también a lo cómodo para no perderse de
favores y concesiones con ella? Porque es bien sabido de las presiones que
ejercen en dependencias e instituciones por el ‘fuero’ que detentan y por las
facultades que tienen –con honrosas y contadas excepciones- para que les
contraten personal -y para que prescindan caprichosa e imperialmente de ellos-,
a cambio de ‘conceder’, como en los mejores tiempos priistas, canonjías y
privilegios legislativos que por obligación y mandato constitucional debieran
hacer en automático. ¿Les dará pena, acaso, si se limitan a balancear la
comparecencia para el lucimiento institucional donde, contrario a ello, se debe
destapar el origen y motivo de la ineficacia y mediocridad que mantiene la
impunidad creciente al 90 por ciento? ¿Tendrán los asesores adecuados ante su
evidente desconocimiento y falta de capacidad en tan torales temas? ¿Le
preguntarán, al menos, que hará con la denuncia en contra del hermano del
Secretario de Seguridad Pública, y cuánto tiempo tardará su integración para
consignar a los pillos que resulten?
Los diputados pasivos
y complacientes en ambas comparecencias serán corresponsables de la grave
mediocridad que prevalece en materia de seguridad y justicia en Baja California,
que tiene sumidos a los ciudadanos en una creciente ola de delincuencia y de
impunidad. Aquí daremos puntual cuenta de ello. Continuará.
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