Por : Gilberto LAVENANT
Es más que un absurdo, algo
sumamente lamentable, que en México exista una clase de individuos, de los que
nadie puede hablar, ni levantar sospechas. Y no son precisamente los mafiosos,
los integrantes del llamado crimen organizado, sino los políticos.
El columnista ha insistido,
frecuentemente, que los políticos conjugan a la perfección –y lo llevan a la
práctica- el verbo tapar. El : yo te tapo, tú me tapas, ellos nos tapan,
nosotros nos tapamos, es casi una constante entre los políticos. Todos son
tapaderas, de sí mismos y de los demás.
Como que para los políticos pesa
mucho, aquella sentencia que advierte : “los carniceros de hoy, serán las reses del
mañana”. Así es que, ni de chiste, quieren ser carniceros, tratando de evitar llegar
a ser reses.
Eso explica, y
bastante, la actitud asumida por los alcaldes priístas, Jorge Astiazarán Orcí,
de Tijuana, César Moreno, de Tecate y Gilberto Hirata Chico, de Ensenada, para
no hacer nada en contra de sus antecesores, también priístas, pese al cúmulo de
irregularidades en que incurrieron, durante sus respectivas gestiones
administrativas.
De paso, la dirigente
partidista, Nancy Sánchez Arredondo, reclama a propios y extraños, que hagan su
trabajo, pero sin tratar de ver por el espejo retrovisor. Le molesta, que panistas
o priístas, ventilen cochinadas de sus antecesores. Por eso, son menos las
posibilidades de que los alcaldes priístas, hagan algo, en contra de sus
antecesores. Sería casi un pecado mortal, políticamente hablando.
En el caso de
Tijuana, la situación es patética. A poco más de 4 meses, se observa que el
alcalde Astizarán Orcí, no tiene ninguna intención de presentar denuncia o
formular reclamo alguno en contra del empresario priísta, Carlos Bustamante
Anchondo.
Como que ya hubo
trato, pacto o negociación en ese sentido. El “yo te tapo”, se está aplicando a
la perfección.
Recientemente, en
sesión de cabildo, hubo un intento de rebelión, cuando la Comisión de Hacienda,
presentó un punto de acuerdo, para pagar 5 millones de pesos, bajo la modalidad
de ampliación del presupuesto, para pagar honorarios a dos despachos privados, supuestamente
contratados por Bustamante, para el cobro de impuesto predial rezagado.
Fue aprobada por
mayoría, pero hubo 3 votos en contra, pues reclamaban que no les mostraron
constancia alguna que acreditara que efectivamente hayan prestado el servicio
para el que supuestamente fueron contratados. Los opositores, los regidores
Omar Sarabia y María del Refugio Lugo Jiménez, así como el Síndico Social,
Bernabé Esquer. Los demás, como en los juegos de cartas, “pasaron sin ver”.
Mientras tanto, en la
Sindicatura Procuradora, “duermen los sueños de los justos”, las múltiples
irregularidades reportadas por funcionarios del XXI Ayuntamiento, respecto a la
gestión de Bustamante. Y nadie dice nada.
Hay otro tema,
sumamente controvertido, que esté recibiendo un tratamiento similar. El del
absurdo arrendamiento de las luminarias de Tijuana. Su costo de compra, a
precios de mercado, debió ser de aproximádamente 30 millones de pesos.
Bustamante las adquirió en arrendamiento por 144 millones de pesos, más el
costo financiero, dicen que el monto se eleva a unos 179 millones de pesos.
Pero nadie, del XXI Ayuntamiento, que encabeza Astiazarán Orcí, se atreve a
señalar con el dedo índice a Bustamante. Esta semana, el columnista habrá de
abordar este tema.
Y si eso pasa en el
plano municipal, con mayor razón ocurre a niveles más altos de la política.
Como ejemplo, está el enfrentamiento entre el político Manlio Fabio Beltrones,
coordinador de los diputados federales priístas, y la periodista Denise Dresser.
Denise, bajo el
título de “Cloaca abierta”, refirió hechos bochornosos, en los que ha resultado
involucrado el priísta Beltrones Rivera. Se habla de relaciones con el
narcotráfico, en su época de Gobernador de Sonora y recientemente en el cobro
de “moches”, para conseguir recursos federales a alcaldes.
Manlio trató de
minimizar dichos temas, argumentando que no le agradan los chismes, los
chismosos y los moches y asignó a un emisario, para lanzar una lluvia de
descalificaciones en contra de la periodista. Pocos medios, abrieron espacios
para difundir esto.
Las dudas o
sospechas, en torno a las actuaciones de Beltrones, se manejan a nivel de “leyendas
urbanas”, precisamente porque las autoridades correspondientes regatean la
información y no se atreven a abrir expedientes, para que se conozca la verdad.
Al margen de la
seriedad de la periodista, esta situación podría ser aprovechada, impulsada y
financiada, por rivales políticos de Manlio, que, sin duda alguna, intentarán
descarrilarlo, en su carrera hacia la Presidencia de la República.
Lo delicado del
asunto, es que Manlio, es uno de los políticos más influyentes en la política
mexicana. Ventilar sus lados negativos, en los medios de difusión, es algo casi
imposible. Es uno de los intocables.
Los presupuestos
públicos, siguen siendo utilizados como el método más efectivo para comprar
silencios en los medios periodísticos. Y todavía se escucha el eco de aquella
sentencia lopezportillista : “no pago, para que me peguen”.
En los planos
locales, estatales y municipales, la práctica es común. Los políticos bajacalifornianos,
están convencidos de que el dinero público, es ideal para blindarlos. Para que
nadie les exhiba como “manos largas”, ineptos o abusivos. También se jactan de
formar parte de la legión de “los intocables”.
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