Por : Gilberto LAVENANT
Frecuentemente se observa que “más vale prevenir, que lamentar”. Esto, a propósito del deslizamiento de una enorme porción de la carretera escénica Tijuana-Ensenada, la madrugada del sábado 28 de diciembre. El evento, no fue cualesquier cosa. Por el contrario, podría decirse que fue algo así como los “focos rojos” de un sistema de seguridad, que encienden cuando se dan las condiciones previas a una catástrofe.
Este es el punto a tratar. Las autoridades involucradas en este asunto, directa o indirectamente, pareciera que consideran que están ante un problema menor, una simple depresión de la superficie carretera, sin consecuencias mayores. Como un mero bache, de proporciones mayúsculas.
El lunes 30 de diciembre, Felipe Ruanova Zárate, excandidato a la gubernatura estatal por el Partido Movimiento Ciudadano, hizo circular en las redes, un duro señalamiento sobre este asunto, pero en especial advierte los enormes riesgos, al encontrarse a corta distancia los tanques de almacenamiento de Sempra Energy.
Sí, imposible dejar de observar que Ruanova es un individuo polémico. Lo demostró durante la pasada contienda electoral, que arremetió con todo en contra del entonces candidato panista Kiko Vega. Es entrón y en ocasiones hasta podría decirse que se le pasa la mano. Pero el señalamiento que hace, es de cuidado.
Tampoco se puede pasar por alto que ha sido uno de los principales opositores a la existencia y funcionamiento de Sempra Energy en Baja California, por los riesgos que ello implica y, además, por los evidentes actos de corrupción de los políticos panistas que le “tendieron la alfómbra” a fin de que se ubicara en Ensenada, para desde el puerto, convertirse en la abastecedora de gas al sur de California. Pero eso no descalifica la llamada de atención que hace.
Haciendo a un lado los señalamientos de carácter personal, que hace en contra de funcionarios de Caminos y Puentes federales, e incluso en contra de destacados panistas, como el exgobernador Eugenio Elorduy, dice que no tiene duda, de que ante los movimientos de la corteza terrestre y la fallas existentes, en la zona del deslizamiento de la autopista, de suceder una tragedia, como una conflagración por explosión en la planta regasificadora de Sempra Energy, el citado político sería el responsable.
Advierte que Green Peace, ha advertido que :”los 2 tanques de Sempra Energy, que tienen un volumen de almacenamiento de 160,000 m³ de NLG (Gas Natural Líquido, por sus siglas en inglés”), tienen una capacidad destructiva igual a 22 ¡BOMBAS ATOMICAS! Como la lanzada el 9 de agosto de 1945 en Nagasaki, que mató a 40,000 personas en 3 segundos”.
Y Agrega : “Dicha bomba atómica “Tipo A”, bautizada como “Fat man”, poseía 25 kilotos (1 kilotón = 1,000 toneladas métricas de TNT) y luego explica que : “en Costa Azul, Sempra Energy nos tiene una terrorífica sorpresa, de una ¡BOMBA! de 550 toneladas de trinitrotolueno (Energía = 104,660 X 1012Julios) : En otras palabras, la onda expansiva de explotar los tanques de Sempra Energy, mataría unos 100,000 ensenadenses, en apenas unos 6 u 8 segundos”. Cierto o falso, la advertencia es delicada.
Más adelante, explica que el desgajamiento de la tierra tiene varios orígenes e indica que, de la naturaleza todos ellos, siendo el principal, según lo difundido en los medios de difusión, el “FACTOR SÍSMICO”.
Apunta que conforme a lo publicado en los medios, una serie de 7 sismos se sucedieron en los últimos días, fueron los causantes de que el desgajamiento del tramo “km 93+0200”, se diera de manera inevitable. Hace hincapié en que el “Sistema Coronado Bank-Agua Blanca”, cruza a 300 metros de dicho accidente geológico, pero advierte que también está a menos de 100 metros de la planta de Sempra Energy.
Categórico, subraya que : “Las fallas tectónicas ahí están. Nadie se puede dar el lujo de ignorarlas. Los estúpidos y voraces que determinaron instalar la “regaseadora” de Sempra Energy en Costa Azul, al percatarse del accidente en el “km 93+200” podrán ahora comprar todas las planas en los periódicos y decir cuanta idiotez se les pueda ocurrir, pero los tanques letales no necesitarían un desgajamiento de 40 metros, como se dió apenas a unos 8.75 kilómetros de distancia de ellos. Con que sólo se deslizara la tierra unos ¡4 centímetros! en el lugar donde se localizan los tanques, bastaría para que una pequeña fisura de inmediato propiciara una enorme fuga del NLG, que al producirse una pequeña
chispa, se iniciaría una oxidación en cadena espontánea, traduciéndose ello en una explosión de proporciones apocalípticas terrible”.
Como podrán percatarse, las observaciones son de carácter técnico y corresponde a los expertos en la materia, precisar, aclarar o corregir. Instituciones científicas como el CICESE, tienen la obligación, al menos moral, de hacer un posicionamiento al respecto, debidamente fundamentado, a fin de que Baja California entienda y comprenda esta situación y conozca los riesgos reales que se enfrentan.
Baja California, es una zona sísmica. De eso no hay duda. Pero tal parece que Sempra Energy, y sus avales, para nada tomaron en cuenta los riesgos que ello implica, al establecer en Ensenada, a corta distancia del deslizamiento de la autopista, la planta regasificadora de Costa Azul.
El evento de la depresión de la escénica, es algo así como que han prendido “los focos rojos”, anunciando una posible catástrofe. Quizás la palabra de Ruanova no baste, para darle crédito a la denuncia. Las autoridades estatales y municipales, deben exigir que se analice con seriedad esta situación y se tomen las medidas preventivas y correctivas pertinentes. Dicen, que más vale prevenir que lamentar. Si no reaccionan de inmediato, seguramente ni llorar, valdrá la pena.
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