Por : Gilberto LAVENANT
El pasado domingo, 26 de enero de 2014, la diputada panista, Rosalba López Regalado, Presidente de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Legislatura Estatal, hizo una denuncia un tanto extraña : acusó al priísta Manuel Montenegro Espinoza, titular del Orfis, el máximo órgano fiscalizador del Congreso, dizque por haber gastado de más, unos 10 millones de pesos y haber basificado a 20 empleados de confianza.
La denuncia correspondiente, según dijo, la presentó por escrito al -también panista- Presidente de la Legislatura, Cuauhtémoc Cardona Benavides, pues detectó que había incurrido en sobregiros presupuestales muy significativos, en los meses de mayo, noviembre y diciembre, por un total de 10 millones 481 mil 146 pesos.
En principio, esto llama la atención, porque siendo el Congreso del Estado, el facultado para revisar las cuentas públicas de los diversos órganos de gobierno y que el propio titular del Orfis, haga supuestos malos manejos, pues es preocupante.
Lo extraño del caso, y que evidencia que en este asunto, hay “gato encerrado”, es el hecho de que la “valiente” diputada, luego de investigaciones realizadas por ella, según cuenta, descubrió el sobregiro por 10 millones de pesos, lo que evidentemente la escandalizó, pero nada dijo respecto al hecho de que el ahora exgobernador, José Guadalupe Osuna Millán, haya endeudado a la administración estatal por más de 7 mil millones de pesos. Por algo dicen que hay quienes ven la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio.
Bueno, por cuanto hace a la otra parte de la acusación, dijo que a través de la Unidad de Transparencia del Congreso Estatal, detectó a 20 personas que fueron basificadas en el presente ejercicio, con sueldos que van desde los 16 mil 966 hasta los 51 mil 739 pesos mensuales, según ella, sin tener derecho para otorgarles ese beneficio.
Bajo la advertencia de que “el que calla otorga”, ayer jueves, el titular del Orfis, Manuel Montenegro, citó a conferencia de prensa para responder a la acusación que hizo en su contra la diputada panista, no solamente negando los señalamientos, sino además prácticamente calificándola de perversa. Incluso afirmó que eso es por razones personales.
El funcionario del poder legislativo, señaló que la denuncia fue sin pruebas, sin fundamentos y sin sustentos, en cuanto al sobregiro y explicó el procedimiento seguido para lograr tal autorización. Por lo que respecta a las basificaciones, aclaró que no fueron 20, sino 19, con más de 3 años laborando para el Orfis.
Montenegro no ocultó su coraje, pues dijo que no obstante la falsa acusación, su acusadora es diputada y no le harán nada por ello. Incluso la retó a que lo denunciara con pruebas, si es que consideraba tenerlas.
¿Cuál es el meollo de este asunto ? Bueno, uno bastante sencillo, que siendo el Orfis el órgano fiscalizador de las cuentas públicas, lo encabece un priísta, lo cuál es bastante incómodo para los panistas, pues no pueden controlarlo para que calle o modifique sus resoluciones, en caso de que algún funcionario panista incurra en malos manejos de cuentas públicas. Incluso el propio Gobernador.
Cabe observar, que en los primeros días de enero del año en curso, trascendió que el Orfis, no obstante que la anterior legislatura aprobó las cuentas públicas del gobierno estatal, correspondientes al año fiscal 2012, detectó un subejercicio del Ejecutivo Estatal, por más de 256 millones de pesos, entre otras irregularidades. Eso, obviamente, incomoda.
Para ser más precisos, el Orfis detectó, que durante el 2012, en la recta final de la gestión del panista José Guadalupe Osuna Millán, el gobierno estatal no ejerció ni en un 50 % los recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FISE), Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) y Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF).
Cabe observar que este tipo de señalamientos, no se hacían, porque el titular del Orfis era panista, Arturo González Luna, quien precisamente por las omisiones en que incurría, el pleno de la legislatura, con fecha 21 de marzo de 2012, determinó removerlo. Correrlo, pues. Este acudió a la vía de amparo, el cual le fue sobreseído o declarado improcedente, recurrió a la revisión del mismo, turnándose al Cuarto Tribunal Colegiado de Circuito, con sede en Guadalajara, Jalisco, el que declaró insubsistente el acuerdo de cese, ordenando se procediera de nueva cuenta, debidamente fundado y motivado.
Al quejoso le salió peor, y mejor se hubiese quedado callado, pues al fundar y motivar su cese, se precisó que fue, entre otras cosas, por no cumplir con la obligación de revisar y analizar que no existieran irregularidades o omisión alguna en las cuentas públicas y además porque hubo utilización, en beneficio propio o de terceros, de la documentación e información confidencial a su cargo. Dicen que parecía abogado de los funcionarios panistas.
Al quedar firme el cese, fue designado Manuel Montenegro Espinoza para ocupar la vacante, a mediados del 2013. Y entonces, empezaron las incomodidades para los funcionarios panistas, en especial para el gobernador en turno, en ese entonces Osuna Millán. El hacerle ruido, por parte de la diputada López Regalado, es con la intención de retirar al priísta del cargo, para designar a un panista como titular del Orfis. Uno que, siendo del mismo partido que los funcionarios estatales, sea “consciente” y los trate como compas.
Eso es todo el meollo de este asunto. Los políticos, en la función pública, quisieran actuar siempre con plena libertad, sin que nadie les cuestiones, mucho menos que los fiscalicen. Es harto incómodo que los balconeen. Por eso, el llamado Orfis, es la “manzana de la discordia” en Baja California. Lo de que les preocupa los malos manejos del actual titular de dicho órgano fiscalizador, es puro cuento.
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