Se acabo el tiempo de las especulaciones, de las gestiones, de las negociaciones. El jueves 17 inicia el debate formal para aprobar o rechazar la reforma hacendaria planteada por el Presidente Enrique Peña Nieto, que incluye la homologación del IVA en la frontera. La fecha límite, para que los diputados federales resuelvan este asunto, a favor o en contra, es el domingo 20 de octubre. Después de ese día, vendrán los lamentos.
La propuesta presidencial, que tantas controversias ha generado, básicamente por su enfoque netamente recaudatorio, fue presentada el domingo 8 de septiembre a la Cámara de Diputados y al día siguiente se turnó a la Comisión de Hacienda.
A partir de ahí, empezó la batalla, del sector económico, principalmente, para evitar la aplicación e incremento del Impuesto al Valor Agregado en múltiples rubros. Educación, rentas, viviendas y muchas otras cosas. Para quienes viven en zonas fronterizas, como Baja California, el tema que les ha quitado el sueño es el de la homologación del IVA. La necedad del gabinete presidencial de que los bajacalifornianos son privilegiados, porque no obstante que tienen más televisiones, celulares e internet, pagan el 11% y no el 16% como en el resto del país.
Ese es el parámetro aplicado, para amolarnos. Como si ese tipo de servicios, ante los avances tecnológicos, fueran indicadores de bienestar económico. Totalmente absurdo.
Peor no sólo los simples ciudadanos, e incluso los empresarios, serán los únicos afectados con la homologación del IVA. Los políticos, también sufrirán el impacto de esta medida aberrante. Irónicamente, los que llevarán la peor parte, serán los priístas.
Por atender la consigna de respaldar la propuesta peñanietista, perdieron el poquito capital que adquirieron al ascender Peña Nieto a la Presidencia de la República, después de dos sexenios panistas.
Los priístas dieron la espalda a los ciudadanos, y se lanzaron a defender lo indefendible. A pregonar que la propuesta hacendaria era benéfica para los mexicanos, y que solamente protestaban los riquillos, como diría la dirigente estatal del PRI en Baja California, Nancy Sánchez.
No toleraron pronunciamientos en contra de la propuesta. Ni siquiera hicieron el intento de escuchar los argumentos. Si iban en contra de la propuesta de Peña Nieto, eran malignos, tendenciosos, manipuladores, antinacionalistas.
Cuando los reclamos se generalizaron a nivel nacional, y en especial, al observar que los partidos políticos rivales al PRI, estaban enarbolando la bandera antirreforma, los priístas trataron de recular, o sea de rectificar, de dar marcha atrás en su postura. Pero lo único que cambiaron fue su lenguaje.
Primeramente adoptaron la postura de que el PRI estaba en disposición de recibir las quejas o argumentaciones en contra de la homologación, que sería un puente para hacer llegar a los legisladores las manifestaciones en ese sentido.
Los diputados federales priístas, que se escondieron para no tener que definir posturas al respecto, vinieron a Baja California a tratar de convencer, que estaban para defender a los bajacalifornianos. Qué hipócritas.
Incluso, si inicialmente su postura fue respaldar, incondicionalmente, la propuesta hacendaria, ahora juran que votarán en contra.
La verdad es que los bajacalifornianos presienten que lo del IVA no tendrá cambio alguno. Al menos en lo que respecta a la homologación El domingo 20, podrán corroborar sus temores.
De hacerse efectiva la homologación del IVA, los bajacalifornianos debieran adoptar posturas firmes y enérgicas. Invitar al Presidente Enrique Peña Nieto, a que visite Baja California, no para que inaugure nuevas empresas y que se adorne con la creación de nuevos empleos.
No, para que recorra la entidad y observe los estragos que sus medidas irracionales ocasionaron a la economía local. Empresas cerradas, proyectos clausurados, miles de bajacalifornianos sin empleo, sin educación, sin vivienda y en extrema pobreza. Seguramente se sentirá orgulloso. Y seguro dirá : “Yo lo hice solito”.
Claro, de paso, darle la oportunidad de que declare a esta entidad, como al resto de la zona fronteriza, zonas de desastre. Que lo lleven a observar las garitas internacionales, donde podrá corroborar que miles y miles de fronterizos, en automóvil o a pie, hacen filas de varias horas, para cruzar en busca de empleo o para adquirir artículos de consumo básico. Quizás entonces reconozca que lo argumentado por los sectores sociales y económicos, era verdad.
Algo similar se deberá hacer con todos los políticos, declararlos como personas indeseables. De mentirosos, demagogos, falsos, hipócritas, no deberán de bajarlos.
Ya veremos cuantos se animan a buscar la postulación para diputados federales en el 2015. Si en el 2012, el PRI logró 7 de 8 diputaciones, ahora, sin duda alguna, no obtendrá ni una sola.
La hora de la verdad ha llegado. Esto ya no lo componen con nada. ¡Ya basta de seguir dando atole con el dedo a los bajacalifornianos! Para embustes, se les pasó la mano. En momentos como estos, es cuando surgen deseos de independizarse de México. En serio.
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