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lunes, 24 de junio de 2013

NI LA PROSA NI LA RIMA


por Gustavo Adolfo Póker

HAY TEMAS que quisiera uno mejor ni tocar.
  Hay situaciones deleznables que uno desearía que no existieran.
  Pero cerrar los ojos a los problemas no los resuelve. Pretender que los hechos abominables no suceden, es el primer paso para propiciar que se sigan presentando. El segundo, es cubrir con el manto de la impunidad a quien los perpetra.

La noticia, divulgada en varios portales electrónicos, da cuenta de que el diputado Rubén Alanís Quintero pudiera estar involucrado en infortunados episodios de índole sexual y de pedofilia. Para ser precisos, tres episodios distintos en el tiempo que lleva de legislador. Lo que haría más reprobable la acción, es que dos de estos episodios involucrarían a menores de edad.
En la cascada de publicaciones y comentarios generados a partir de que en las redes se difundió el audio de una supuesta plática entre Alanís Quintero y un menor de 15 años, apareció una declaración atribuida al diputado, que califica esta acción de “difamación y campañas negras”. En contraposición, aparece también una declaración del ex senador y ex gobernador Alejandro González Alcocer, quien al exigir castigo para Alanís, da por cierta su culpabilidad.
  Pero González  Alcocer no es impartidor de justicia, ni el pasillo donde concedió la entrevista es tribunal de corte alguna. Las acusaciones en las redes solo linchan mediáticamente al diputado Alanís, más no son aún evidencia de culpabilidad.
Curiosamente, en su calidad de coordinador de campañas electorales de la Alianza Unidos por BC, Alanís Quintero ha hecho serias acusaciones contra sus adversarios políticos. Las ha hecho con fundamentos del tipo de “todos sabemos que” o “las evidencias indican que”, los cuales en ninguna corte del mundo son prueba de una culpabilidad o base para una acusación seria.
  De cómodo acusador, el diputado Rubén Alanís pasó a incómodo acusado.Su primera reacción ha sido negar las acusaciones y atribuirlas a las famosas campañas negras, las mismas que tantas veces ha negado su partido. Cuando ellos han incurrido en ataques y denostaciones, no las llaman así, sino campaña de contrastes e información.
  Y precisamente información, es lo que ha sobrado en el caso de los señalamientos hechos al diputado Alanís. Detalles que provoca náuseas conocer. Situaciones que irritan al pensar por un momento en los menores supuestamente involucrados.
  Hay un caso de linchamiento mediático muy conocido, el del ex gobernador tabasqueño Andrés Garnier, quien antes aun de ser llamado a juicio, ha sido ya calificado de culpable por la opinión pública y por los candidatos panistas, que lo exhiben como símbolo de corrupción de sus adversarios. No abono por su inocencia, pero su inocencia o culpabilidad se determinará una vez que concluya el trámite que debe desahogar la instancia encargada de aplicar la justicia. Sus escandalosos signos de riqueza, no son aun evidencia contundente de la culpabilidad de Granier.
  En el caso del diputado Alanís, se han publicado nombres, fechas y supuestos actos sexuales que habrían tenido lugar en el sanitario y en el estacionamiento de una conocida y muy grande tienda departamental. En un “super” del chino Ley, para mayor información. Hay además una muy comprometedora grabación de audio. Son escandalosos signos de una conducta delictuosa, mas no son aun evidencia contundente de la culpabilidad de Alanís.
  El linchamiento mediático, que utilizaba como estrategia electoral contra sus adversarios políticos el diputado Rubén Alanís,finalmente lo ha alcanzado. Quizás el fuero, los contactos y las influencias de sus protectores le garanticen al diputado superar este controvertido episodio, pero del escarnio y el juicio público difícilmente escapará.
  Así les pasó a la Lady Profeco, a las Ladies de Polanco, a la Lady del Senado y más recientemente, a la Lady de la Ciénega en Tecate. Llegó el turno ahora del Gentleman de la Ley.

En la elección víya de todo
Robo de lonas, golpes, pedofilias
Hasta Tarjetakontigo si te afilias

¿Sería posible ver menos lodo?

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