Por : Gilberto LAVENANT
Este
sábado 28 de junio, muy temprano, supuestamente a partir de las 8:30 de la mañana,
los integrantes del Cabildo del XXI Ayuntamiento de Tijuana, se reunirán para
tomar una decisión importante, para los tijuanenses. La relativa a la
renegociación de la deuda y contratación de una nueva, así como la realización
o no del proyecto de la Ruta Troncal.
El dilema
consiste, en que hay quienes, apenas si les empiezan a hablar sobre la
posibilidad de renegociar las deudas del gobierno municipal, y se niegan a
abordar el tema. No porque el concepto “renegociar”, implique que las
obligaciones de pago vayan a ser mayores. Total, a los miembros del Cabildo, en
lo personal y en forma directa, no les costará nada de su bolsa.
No. No es
por ahí. El temor es por el riesgo político. El que los tachen de irresponsables
y frívolos, como a los integrantes de los cabildos del XIX y XX Ayuntamiento.
Es que, esos sí, ni tardos, ni perezosos, fueron tan “generosos” y
complacientes, que todavía ni les pedían que levantaran la mano, para votar a
favor de endeudar al gobierno de Tijuana, y ya la tenían levantada. Gracias a
ellos, las finanzas del gobierno de esta ciudad, prácticamente están
colapsadas.
Ahora, es
un tanto diferente. Pero no por eso deja de ser un dilema. El gobierno de
Tijuana, arrastra deudas por un monto de 2 mil 593 millones, sin considerar
intereses, al mes de Mayo del 2014 y a pagar a julio del 2031.
Este
monto, está integrada por dos deudas a largo plazo. Una por 1 mil 788 millones
987 mil pesos, con Banobras, con vencimiento al 21 de julio de 2031. La otra,
por 725 millones de pesos, con Banorte, a pagar a más tardar el 1 de junio de 2031. Más una a
corto plazo, por 100 millones de pesos, con Bancomer, a pagar al 21 de octubre de
2014.
La
propuesta de este día, implica renegociar la deuda de 1 mil 788 millones 987
mil pesos, que se tiene con Banobras, prorrogando hasta por 25 años el plazo de
pago, con una disminución en la tasa de interés, que según los expertos,
aliviaría la carga financiera del gobierno municipal, por unos 320 millones de
pesos.
Ese “alivio”
en la carga financiera, por llamarle de alguna forma, permitiría contratar un
adeudo con el Banco Mundial, por 320 millones de pesos, recursos estos que el
gobierno de la ciudad está obligado a aportar, más otros 143 millones de pesos,
ya considerados presupuestalmente, para la realización de la Ruta Troncal, que
tendrá un costo total de poco más de 1 mil millones de pesos.
Tal
parece que esto es algo así como un juego de palabras. Expertos en finanzas,
afirman, que el gobierno de Tijuana, no resentirá efecto alguno con la
reestructura y nueva contratación del adeudo, y que en cambio podrá disponer de
recursos, para aportar lo que le corresponde, en el proyecto de la Ruta
Troncal.
¿Qué hay
dudas al respecto ? Seguramente. Se requiere estar familiarizado con el manejo
de los financiamientos e intereses que generan, para entender esto. Preocupado
por esta situación, el Síndico Social, Bernabé Esquer, contrató los servicios
del Dr. Adán López Camacho. De la opinión técnica que le emita, depende si este
día vota a favor o en contra de la propuesta.
El
asunto, aparentemente, es sencillo. Si los integrantes del cabildo del XXI
Ayuntamiento de Tijuana, votan en contra de la propuesta de renegociación de la
deuda con Banobras y contratación adicional con el Banco Mundial, el proyecto
de la Ruta Troncal iría l bote de la basura.
No se
necesita ser un experto, para reconocer, que el transporte público de la ciudad
de Tijuana, es pésimo y caro. La circulación en las vialidades es caótica, casi
imposible. Las calles están invadidas por autobuses, táxis y calafias.
Para
quienes tienen una idea vaga sobre lo que es el transporte público urbano, cabe
observar que aquí circulan 3 mil 559 autobuses, que utilizan un total de 107
rutas concesionadas. A eso agreguen el transporte en vehículos tipo táxis. Hay
1,474 con itinerario fijo, 2,580 sin itinerario fijo y 3,395 libres, o sea
7,449. Sin contar, obviamente, los llamados “piratas” o clonados, cuyo número
es difícil de calcular.
Son
un total de 12 las empresas de
transporte masivo, considerando autobuses, microbuses y transportes escolares.
Las organizaciones de táxis de ruta, son 54, más otras 32 de táxis de sitio. El
número de las agrupaciones de táxis libres, no está determinado.
Esto
explica, en parte, los constantes conflictos que se dan entre transportistas,
la irregularidad y carestía del transporte público, las invasiones de rutas,
las dificultades para circular por la ciudad. Esto, generado por los propios
políticos, que al concluir cada gestión administrativa, hacían negocio
liberando concesiones y permisos de transporte público, a diestra y siniestra.
Presuntamente,
la llamada Ruta Troncal, permitiría reordenar el transporte público. La
denominación formal es de Proyecto de Infraestructura de Transporte Masivo con
Autobuses Rápidos Troncales BRT (Bus Rapid Transit). Algo así como el troley de
California.
Ciertamente,
persiste la desconfianza, porque en otras administraciones, concretamente en la
del panista Jesús González Reyes, se hizo un enorme despilfarro, colocando
estoperoles especiales para definir la ruta y jaulas sobre las vialidades, que
al final quedaron abandonadas. Todo, bajo un supuesto proyecto de Ruta Troncal.
Por ello las suspicacias, dudas, rumores y escepticismos, ante este nuevo
proyecto.
Ese es el
dilema. En principio, aprobar la propuesta de reestructuración y nueva
contratación, y cumplir con la aportación para el proyecto de la Ruta Troncal,
o rechazarla y echar al bote de la
basura dicho proyecto, que difícilmente podrá realizarse en los próximos 30
años. Una observación, si votan a favor, que sea la última vez que endeudan a
Tijuana. Esta ciudad, ya no soporta más endeudamientos.
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