Por : Gilberto LAVENANT
Los panistas, andan que se quieren “cortar las venas”, porque el Alcalde Carlos Bustamante Anchondo, logró, en base al mayoriteo de los regidores priístas, dividir en dos partes su tercero y útimo informe de gobierno. Por una parte, la reunión formal de Cabildo, en la oficina del Palacio Municipal, y la otra, el evento lucidor, en otro sitio, en el que el Primer edil será el único orador.
Los panistas querían, como lo hicieron en el anterior informe, rendir su contrainforme, y echarle a perder la fiesta a Bustamante Anchondo. Por ello, andan haciendo “una tormenta en un vaso de agua”.
Por ello, tanto el Regidor Erwin Areizaga, coordinador de los Regidores panistas, así como Raúl Felipe Luévano Ruiz, dirigente local del PAN, afirman que eso es un retroceso a la democracia, que se limita la libertad de expresión, que es un acto de intolerancia y quien sabe qué tantas cosas más. Meras exageraciones.
Sin tratar de justificar lo que hará Bustamante, se trata de dos cosas distintas, aunque sea en torno al mismo tema. Uno, será el evento protocolario formal y el otro simplemente uno de carácter social.
En el primero, básicamente estarán presentes los miembros del Cabildo, los representantes de los medios de difusión y algunas personas que acostumbran o tengan oportunidad de asistir. Se dice que el cupo es de aproximadamente 80 personas. En el segundo, lo importante son los invitados.
En la primera parte, el Alcalde cumple con el protocolo institucional de informar a los integrantes de Cabildo, los aspectos generales de su último año de gestión, que supuestamente ya conocen. Esto, en la Sala de Cabildo del palacio municipal, donde los regidores, representantes de cada partido, podrán formular sus respectivos posicionamientos.
El otro, el evento social, que se llevará a cabo en recinto especial, más que todo es de mero lucimiento, con la presencia de invitados especiales y en el que el único protagonista lo será el Alcalde. Ahí, los Regidores serán simplemente invitados de cortesía, por ser integrantes de Cabildo. Pero no está contemplada su participación, conforme al orden del día.
En los dos anteriores eventos de este tipo, se dió propiamente un espectáculo político, en el que el Alcalde habló de las “maravillas” de su gestión, y los Regidores, al dar sus respectivos posicionamientos, algunos, aprovecharon para hablar pestes del gobierno en turno. Esto es a lo que los panistas llaman democracia. Pero no porque les agrade la franqueza, que en política eso no existe, sino para ridiculizar y exhibir las supuestas debilidades y fallas del gobernante.
Pero vale la pena precisarlo, para aquellos que pudiesen avalar el posicionamiento de los panistas. El que no se les permita, o mejor dicho no se les agende o programe, para que presenten sus respectivos posicionamientos, ante los invitados especiales, en el evento social, ni mejora, ni empeora al sistema democrático, ni lo hecho por este Ayuntamiento.
Más concretamente. El que le digan en su cara al Alcalde, ante invitados especiales, lo que desde sus respectivos intereses partidistas hizo mal, no corrige las fallas en que este haya incurrido. Tuvieron 3 años para hacerlo.
Y si se quejan del mayoriteo, los panistas saben perfectamente que es una costumbre, en el sistema político mexicano, y conforme a los intereses de cada partido en el gobierno, lograr la aprobación de propuestas del gobernante en turno, por la simple superioridad numérica de los representantes de su partido, con derecho a votar. A nivel municipal, los Regidores. A nivel federal, los Senadores y Diputados federales. La convicción individual, no vale.
Por ello, cada partido hace hasta lo imposible para lograr el mayor número de posiciones en los órganos de deliberación. Ninguno, que llegue al poder y ostente la mayoría, renunciará a la posibilidad de imponer el mayoriteo, para dar la razón a las minorías. Ni tontos que fueran.
Ahora que, si lo que les preocupe es que en los gobiernos, sean municipales, estatales o el federal, haya claridad en el manejo de los recursos públicos y eficiencia en la gestión administrativa, que pongan la muestra en los gobiernos encabezados por políticos emanados del PAN.
Que ahí apliquen sus fórmulas o métodos democratizadores, para que demuestren que sí son factibles, que son efectivos. Los meros lamentos o lloriqueos, cuando son oposición, no bastan. Son mera hipocresía, farsa, simulación.
Tengan por seguro que si Bustamante fuese panista, los regidores y dirigentes blanquiazules, lo avalarían y aplaudirían las decisiones tomadas. Incluso, dirían que la suya fue la mejor de las gestiones de todos los Alcaldes de Tijuana. Entonces, para ellos, eso sería democracia.
Por ello es común aplicar lo que llaman la Ley Campoamor, una expresión que se usa a modo de metáfora o recurso retórico, para advertir que alguien ha hecho una interpretación interesada de algo, basada en un poema del famoso poeta español, Ramón de Campoamor, que observa : «En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira»,
Para los priístas, que en el XX Ayuntamiento son mayoría, el mayoriteo es una de las muestras más formidables de la democracia. Para los panistas, que son minoría, es veneno que aniquila cualquier sueño democrático. Al final de cuentas, el conflicto por lo del tercer informe de Bustamante, es una mera tormenta, en un vaso de agua. Exageraciones, pues.
No hay comentarios:
Publicar un comentario