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domingo, 9 de junio de 2013

NI LA PROSA NI LA RIMA

NI LA PROSA NI LA RIMA

 por Gustavo Adolfo Póker

LE DICEN “Morris”, aunque también es conocido como El Candigato. Si la memoria no me falla, es contendiente a la alcaldía de Xalapa, en Veracruz. Es una ocurrencia de algún cibernauta, que dice estar cansado de soportar a tanto rata en el gobierno, así que postuló al enemigo número uno de los ratones, en este caso su gato.
Obviamente Morris no tiene partido ni coalición que lo haya lanzado, lo que lo convierte en candidato ciudadano. Como ocurrencia no es tan mala, la bronca es que no falta quien se la toma en serio y piensa darle su voto, lo que pasaría a perjudicar a los candidatos de las coaliciones, al proceso electoral, y a la misma democracia, pues imagínense que grado de madurez demostraría la comunidad jarocha, confiándole la responsabilidad de administrar una ciudad a un felino.
  Pero este cruce de caminos de las bestias y la política no es nuevo. Dígalo si no, la historia de Calígula y su corcel. Calígula, tercer emperador romano, trascendió históricamente por sus muchas locuras y excentricidades. Una de ellas, aún no documentada fehacientemente, pero tampocamente descartada por falsa, es que nombró Cónsul a su caballo “Incitatus”, en medio de un broncón que traía con los Senadores del Imperio Romano, pues si allá despachan una bola de burros, pensó, por qué mi cuaco no puede desempeñarse en el servicio diplomático.
Ya entrados en el tema de los animales y la política, déjenme contarles que mi última adquisición canina se llama “Hambruno”. Es un portentoso ejemplar de la raza cachanillaCorrien Terrier.Llegó en los puros huesos a mi morada, después de un forzado ayuno de no sé cuántos días que lo tenía al borde de la extinción por inanición. En condiciones tan lastimosas, no fue difícil encontrarle un nombre apropiado, con la colaboración de la pequeña Pïmpis, que solo necesito echarle un vistazo para dictaminar: “tiene cara de bruno”.
  No sé si Hambruno tenga interés por el servicio público. Pero está tan flaco, que en lugar de tomarle radiografías lo pongo contra la luz. Un ejemplar con estas características, está que ni mandado hacer para encabezar el Instituto de Transparencia. Ya ven lo que le sucedió al colega Ruiz del Castillo cuando fue –iluso- a preguntar en el gobierno del estado cuánto se habían gastado en la campaña publicitaria “Abre tus Ojos”. “No hay registros y no sabemos de qué habla”, fue la tajante respuesta. Yo meto las manos a la lumbre para garantizar que mi Hambruno nunca haría una perrada de esas.
  No creo que el deterioro de la política, y sobre todo el de los políticos, haya llegado a tal grado, que se haga necesario apoyarnos en Morris y Hambruno para regresarle algo de dignidad al servicio público. No sé qué virtudes le vio Calígula a Incitatus cuando decidió postularlo. Pero por alguna loca asociación de ideas, no pude menos que recordar el reciente debate, donde nomas faltó que le pusieran orejas de burro al Señor de los Empeños…

Morris magnífico elemento
Y la solución contra los pillos
De envidia estamos amarillos

Preferible un gato a un jumento

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