NI
LA PROSA NI LA RIMA
por
Gustavo Adolfo Póker
LE DICEN “Morris”, aunque también es
conocido como El Candigato. Si la memoria no me falla, es contendiente a la
alcaldía de Xalapa, en Veracruz. Es una ocurrencia de algún cibernauta, que
dice estar cansado de soportar a tanto rata en el gobierno, así que postuló al
enemigo número uno de los ratones, en este caso su gato.
Obviamente Morris no
tiene partido ni coalición que lo haya lanzado, lo que lo convierte en
candidato ciudadano. Como ocurrencia no es tan mala, la bronca es que no falta
quien se la toma en serio y piensa darle su voto, lo que pasaría a perjudicar a
los candidatos de las coaliciones, al proceso electoral, y a la misma democracia,
pues imagínense que grado de madurez demostraría la comunidad jarocha,
confiándole la responsabilidad de administrar una ciudad a un felino.
Pero este cruce de caminos de las bestias y la política no es nuevo.
Dígalo si no, la historia de Calígula y su corcel. Calígula, tercer emperador
romano, trascendió históricamente por sus muchas locuras y excentricidades. Una
de ellas, aún no documentada fehacientemente, pero tampocamente descartada por
falsa, es que nombró Cónsul a su caballo “Incitatus”, en medio de un broncón
que traía con los Senadores del Imperio Romano, pues si allá despachan una bola
de burros, pensó, por qué mi cuaco no puede desempeñarse en el servicio
diplomático.
Ya entrados en el tema de los
animales y la política, déjenme contarles que mi última adquisición canina se
llama “Hambruno”. Es un portentoso ejemplar de la raza cachanillaCorrien
Terrier.Llegó en los puros huesos a mi morada, después de un forzado ayuno de
no sé cuántos días que lo tenía al borde de la extinción por inanición. En
condiciones tan lastimosas, no fue difícil encontrarle un nombre apropiado, con
la colaboración de la pequeña Pïmpis, que solo necesito echarle un vistazo para
dictaminar: “tiene cara de bruno”.
No sé si Hambruno tenga interés por el servicio público. Pero está tan
flaco, que en lugar de tomarle radiografías lo pongo contra la luz. Un ejemplar
con estas características, está que ni mandado hacer para encabezar el
Instituto de Transparencia. Ya ven lo que le sucedió al colega Ruiz del
Castillo cuando fue –iluso- a preguntar en el gobierno del estado cuánto se
habían gastado en la campaña publicitaria “Abre tus Ojos”. “No hay registros y no
sabemos de qué habla”, fue la tajante respuesta. Yo meto las manos a la lumbre
para garantizar que mi Hambruno nunca haría una perrada de esas.
No creo que el deterioro de la política, y sobre todo el de los
políticos, haya llegado a tal grado, que se haga necesario apoyarnos en Morris
y Hambruno para regresarle algo de dignidad al servicio público. No sé qué
virtudes le vio Calígula a Incitatus cuando decidió postularlo. Pero por alguna
loca asociación de ideas, no pude menos que recordar el reciente debate, donde
nomas faltó que le pusieran orejas de burro al Señor de los Empeños…
Morris
magnífico elemento
Y
la solución contra los pillos
De
envidia estamos amarillos
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