Palco de Prensa
Por : Gilberto LAVENANT
Ayer jueves, se llevó a cabo el debate entre los candidatos a la Alcaldía de Tijuana, organizado por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadano. Tres individuos, en principio, preocupados por la problemática de Tijuana, donde residen, el municipio que pretenden gobernar. Lamentablemente, pareciera que no están conscientes de las limitantes del gobierno municipal.
Esto, a partir de tener las finanzas hipotecadas, gracias al exalcalde panista, Jorge Ramos Hernández y al manoteo de muchos funcionarios, de los partidos que han estado o están en el gobierno municipal en estos momentos, que llegaron a servirse, no a servir. A servirse con la cuchara grande, al grado de que, abandonaron la medianería económica, para convertirse casi en unos magnates. Vivían en colonia periféricas, y hoy viven en zonas residenciales de primer nivel, en el sur de California. Orgullosos y soberbios vecinos de la líder inmoral del SNTE, Elba Esther Gordillo.
Tres individuos, en busca de una misma meta : la Presidencia Municipal de Tijuana, gobierno que ocupa el segundo lugar en el índice de adeudos a nivel nacional. Un gobierno, que tiene que contar hasta los pesos y centavos, para abonar un tanto a sus deudas, en tanto que debe “echar maromas” al administrar el resto de sus recursos, para cubrir su nómina y atender medianamente la problemática social.
Lo menos que se debería exigir de ellos, en su perfil, como cuando alguien acude a solicitar un empleo, es que tuviesen un doctorado en administración pública, en contabilidad, en derecho, en relaciones públicas y, en todo caso, mostrar las “cartas credenciales” de quienes pretendan que sean sus colaboradores.
Como ninguno de ellos reúne tales características, habría qué observar sus cualidades personales, sus capacidades o incapacidades evidentes, su trayectoria política, ciudadana o empresarial, y sus propuestas.
Empecemos por el aspecto último, sus propuestas. Es tan poco lo que los gobiernos municipales pueden realizar, que casi cualquier propuesta, es prácticamente inviable. A lo más que pueden comprometerse es a gobernar con honestidad, sinceridad y plena voluntad de resolver la problemática de los tijuanenses.
En materia política, los gobiernos municipales son la célula básica de la administración pública, como la familia lo es de la sociedad. En el sistema político mexicano, la práctica indica que lo ideal sería que “se alinearan los planetas” y los tres niveles de gobierno fuesen de un mismo partido. Aunque a veces eso no ha resultado, porque durante los doce años de gobiernos federales panistas, ha habido gobierno estatal panista y gobiernos municipales panistas, y en nada ha favorecido esa alineación a los bajacalifornianos, a los tijuanenses.
Las alineaciones ideales serían : PRI-PRI.PRI o PAN-PAN-PAN. Actualmente, los “planetas” están desalineados. Se tiene un gobierno federal priísta, un gobierno estatal panista y gobiernos municipales priístas. Definitivamente, las cosas no funcionan.
En principio, el gobierno federal priísta, apenas está acomodando las piezas. Al no tener mayoría legislativa, tuvo qué recurrir al llamado Pacto por México, con la participación de los tres partidos políticos más fuertes, PRI, PAN y PRD, o sea dándoles espacios políticos que no supieron ganar en el proceso electoral, para que los tres presuman que están cumpliendo con su misión de mejorar las condiciones del país. No obstante, PAN y PRD no desaprovechan la oportunidad para el chantaje político. Como si fuese un co-gobierno.
Ese Pacto por México, se ha pretendido replicarlo a nivel estatal, pero el Gobernador panista, José Guadalupe Osuna Millán, no tiene la madurez política, ni mucho menos la voluntad, para compartir créditos con los demás partidos políticos. Por el contrario, los ignora, los ningunea, les regatea. Olvida que ya no tiene la tutoría de un gobierno federal panista. Y olvida, que cuando la tuvo, no la aprovechó eficientemente.
A partir del 2010, los cinco ayuntamientos de Baja California están a cargo de Alcaldes priístas, pero la crisis financiera no les ha permitido alcanzar la eficiencia requerida. En algunos casos incluso se ha agudizado, por la falta de oficio político y por la avaricia económica de sus funcionarios, familiares o compadres.
Sin fanatismos partidistas, se debe entender que lo ideal es recurir a la “alineación de los planetas”. Ya estuvieron en línea PAN-PAN-PAN y no funcionaron. Quizás ahora deban alinearse PRI-PRI-PRI.
Si el PAN conserva la gubernatura, pero pierde alcaldías, no se dá la alineación adecuada. Sería PRI-PAN-PRI. Incluso aunque los panistas ganaran gubernatura y alcaldías :PRI-PAN-PAN. Ni el Gobernador panista, ni los alcaldes panistas, serían los intercolutores ideales ante el gobierno federal priísta. Por más moderno y maduro que sea el Presidente Enrique Peña Nieto, sin duda alguna se llevará mejor con gobernantes estatal y municipales de su mismo partido. Digan, lo que digan.
Estas alineaciones serán de suma importancia, para que los alcaldes, independientemente de su filiación partidista, puedan hacer realidad sus propuestas, así como el Gobernador.
Curiosamente, los tres candidatos a alcaldes de Tijuana, hablan de sus proyectos o propuestas, como si fuesen a gobernar una isla. Olvidan mencionar que forman parte de un proyecto político, federal o estatal. La simple buena voluntad, no basta. Si los alcaldes no reciben el apoyo del gobierno estatal, o del federal, la mayoría de sus propuestas quedarán en simples buenas intenciones.
Ni vale la pena observar quien ganó el debate. Si piensan gobernar solos, lograrán muy poco. Un político, con dos profesiones, que no ejerce. Un médico, reconocido como tal, incursionando en la política. Un empresario, con una mediana carrera política. Lo valioso de cada uno, depende de la “alineación de los planetas”. Sin duda alguna. Claro, además habría que identificar a las malas o buenas compañías de cada uno de ellos.
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