El indiciado
declaró que la había matado porque estaba embarazada y no quería arruinar
su carrera como médico.
La
investigación pericial fue determinante para recabar los indicios que hoy
lo implican en estos hechos.
TIJUANA, B.C. A 15 DE AGOSTO DEL 2014.- La Procuraduría General de Justicia del Estado, a
través de la Subprocuraduría Contra Delincuencia Organizada obtuvo la orden de
aprehensión en contra de un hombre presuntamente responsable del delito de
homicidio calificado en agravio de una joven identificada como Yissel Carolina Ordaz Escamilla,
registrado el 11 de agosto del 2014 en las inmediaciones del Parque Industrial
Pacifico.
El Juzgado
Tercero de lo Penal obsequió al agente del Ministerio Público de Homicidios
Dolosos el mandato judicial en contra del hoy indiciado de nombre Armando Otañez Merlos de 23 años de edad,
originario de Tijuana.
Es importante
señalar que la investigación pericial fue determinante para reunir los indicios
suficientes que implican al hoy
indiciado en estos hechos.
De las
investigaciones realizadas por Agentes de la Policía Ministerial,
adscritos a la Unidad
Orgánica de Homicidios Dolosos, se entrevistó con diversos
testigos allegados a la víctima quienes, entre otras cosas, hacían referencia de sospechas de que el
presunto responsable del homicidio de la ahora occisa fuera el mismo novio
identificado como Armando, quien es
médico pasante.
Siguiendo las
investigaciones, el indiciado fue localizado y presentado ante el Agente del
Ministerio Público quien manifestó ante la fiscalía, entre otras cosas, que la víctima era su novia desde hace
aproximadamente dos años, tiempo en el que terminaban y se reconciliaban siendo
una relación inestable ya que, a decir del indiciado, Yissel era muy celosa y
posesiva.
El 5 de agosto
Yissel se comunicó con Armando, haciéndole saber que se encontraba
embarazada, hecho que molestó mucho al indiciado puesto que no quería formar
una familia, ni responsabilidades ya que para éste lo único importante era su
carrera como médico.
Por tales
hechos, desde ese día, Armando
planeó matar a Yissel y confundir a sus familiares y autoridades haciéndolo
parecer un suicidio.
Una vez
teniendo su coartada, Armando esperó el día oportuno para
ejecutar su crimen, por lo que comenzó redactando una supuesta “carta
póstuma”
en su Ipad y después de hacerle varias correcciones, la imprimió y la
introdujo en su maletín, esperando el momento oportuno para quitarle la
vida a Yissel.
El sábado 9 de
agosto, el indiciado recibió un mensaje de Yissel en el que le decía que sus
padres saldrían a visitar a unos amigos y que regresarían tarde teniendo oportunidad
de verse.
Por lo que Armando aprovechó y a las 16:00 horas
llegó hasta el domicilio de la víctima dejando su vehículo estacionado a unas
cuadras de distancia, previendo que
nadie lo viera.
Luego la invitó
a salir para platicar sobre el embarazo, ya que ella ya quería darle la noticia
a sus padres.
Con engaños, Armando le mintió a Yissel, diciéndole que no se preocupara y que se haría
cargo de lo que ocurriera.
La noche del
sábado 9 de agosto ambos se quedaron a dormir en la casa de Armando y por la mañana del domingo, salieron
muy temprano de la casa para dirigirse a
un hotel denominado El Edén que se ubica en el libramiento Salvador Rosas Magallón,
donde el ahora indiciado, estaba dispuesto a asesinar a Yissel.
Después de
haber compartido unos momentos en el jacuzzi aprovechó que esta se resbaló con
el agua del piso y al momento que se le acercó supuestamente para ayudarla; sin
embargo la tomó fuertemente de la cabeza
con sus manos y la empujó hacia la tina del jacuzzi, ocasionando con esto que se desnucara, privándola
así de la vida.
Con sus
conocimientos médicos, Armando le
tomó los signos vitales a Yissel para cerciorarse que estuviera sin vida y
sabiendo que lo descubrirían si dejaba el cuerpo en el cuarto del motel,
decidió llevarse el cuerpo a otro lugar para tirarlo.
La vistió y la
introdujo a su vehículo en el asiento del copiloto colocándole unos lentes
oscuros para salir del motel sin ser detectada ninguna irregularidad.
Armando se dirigió a las fábricas del Parque Industrial
Pacifico y se detiene al lado de una alcantarilla con cajón de pluvial, en
donde arroja el cuerpo, un suéter y unas sandalias de la occisa que se habían
quedado en el vehículo. Asimismo introdujo en la bolsa del pantalón de la hoy
occisa, una carta póstuma escrita en
computadora.
Después, se
retiró del lugar continuando con su vida normal para no levantar sospechas,
hasta que fue intervenido por agentes ministeriales a quienes les hizo entrega
voluntaria de su teléfono y vehículo para que fueran analizados.
Los
investigadores, al analizar su Ipad, se percataron que contaba con servicio de
Icloud en sus aparatos electrónicos y de manera simultánea, la carta que había
dejado como supuesta “carta póstuma” para hacer parecer al crimen como un
suicidio, se transcribió y
automáticamente se guardó en la “nube” de los aparatos que tenía sincronizados.
Por lo que al
verse descubierto, terminó por confesar su crimen. Armando Otáñez Merlos fue internado en la Penitenciaria del Estado
de La Mesa en Tijuana, dando cumplimiento a la orden de aprehensión, quedando a
disposición de la autoridad judicial que lo reclama y que determinará su
situación legal por el delito de homicidio calificado.
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