!La virgen de Guadalupe es solo una fabula, y no hay fuego en el infierno!
IMPACTANTES " SUPUESTAS" DECLARACIONES DEL PAPA
El papa Francisco expuso en una declaración este viernes
pasado, 18 de julio del 2014, que la tan adorada y querida virgen de Guadalupe
NO existe.
Un hombre que está ahí para revelar muchos de los antiguos
“secretos” de la iglesia católica es el Papa Francisco. El papa en una visita a
España este pasado mes, tuvo una misa en la catedral principal de este país, El
sagrado Corazón, donde por más de dos horas mantuvo a una gran multitud
pendiente y concentrada de todo lo que decía. Al final de la misa, fue
cuestionado por un periodista sobre la supuesta canonización de la Virgen de
Guadalupe en México y si iba a suceder en su próxima visita a México que esta
pronosticada para mayo del 2015. El papa dijo:
“A través de la humildad, la introspección y la
contemplación orante hemos adquirido una nueva comprensión de ciertos dogmas.
La iglesia ya no cree en muchas cosas como por ejemplo, el infierno literal, donde la gente sufre. Esta
doctrina es incompatible con el amor infinito de Dios. Dios no es un juez, sino
un amigo y un amante de la humanidad. Dios busca no para condenar sino para
abrazar. Al igual que la fábula de la virgen de Guadalupe inventada en América,
vemos el infierno como un recurso literario. El infierno no es más que una
metáfora del alma aislada, que al igual que todas las almas en última
instancia, están unidos en amor con Dios”.
El papa sin permitir ser interrumpido continuo:
“Las imágenes con las que la sagrada Escritura nos presenta
el infierno deben interpretarse correctamente. Expresan la completa frustración
y vaciedad de una vida sin Dios. El infierno, más que un lugar, indica la
situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de
Dios, manantial de vida y alegría. Así resume los datos de, la fe sobre este
tema el Catecismo de la Iglesia católica: «Morir en pecado mortal sin estar
arrepentidos ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados
de él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de
autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es
lo que se designa con la palabra infierno"
Papa Francisco y su cariño a la
Virgen de Guadalupe
Una falsa noticia revoluciona las redes sociales: No ha
dicho que sea una fábula
Una noticia en la que se afirma que el Papa Francisco ha
dicho que la Virgen de Guadalupe no existe y es solo una fábula inventada por
los mexicanos, esta revolucionando las Redes Sociales.
La noticia publicada en distintos foros y páginas webs
podría calificarse como un cúmulo de despropósitos. Así, por ejemplo en la
noticia se afirma que el Papa visitó España (¿Cuándo?) y pone las declaraciones
en una misa en la catedral principal del país, llamada “El sagrado corazón”
(¿Donde?). Otro de los fallos garrafales es el hablar de una supuesta
canonización de la Virgen de Guadalupe (¿Desde cuándo la Virgen es
canonizada?).
Que nadie se preocupe. El Papa Francisco no ha hecho esas
declaraciones y todo parece ser un invento intencionado. Para que todos
nuestros amigos mexicanos puedan quedar más tranquilos ponemos unas
declaraciones reales del Papa Francisco, las que realizó en la víspera de la
Fiesta de Guadalupe. Aquí se muestra el verdadero cariño a la Patrona de las
Américas.
Verdadero Mensaje del Papa
Francisco
Mañana es la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona
de toda América. Con esta ocasión, deseo saludar a los hermanos y hermanas de
ese Continente, y lo hago pensando en la Virgen de Tepeyac.
Cuando se apareció a San Juan Diego, su rostro era el de una
mujer mestiza y sus vestidos estaban llenos de símbolos de la cultura indígena.
Siguiendo el ejemplo de Jesús, María se hace cercana a sus hijos, acompaña como
madre solícita su camino, comparte las alegrías y las esperanzas, los
sufrimientos y las angustias del Pueblo de Dios, del que están llamados a
forman parte todos los pueblos de la tierra.
La aparición de la imagen de la Virgen en la tilma de Juan
Diego fue un signo profético de un abrazo, el abrazo de María a todos los
habitantes de las vastas tierras americanas, a los que ya estaban allí y a los
que llegarían después.
Este abrazo de María señaló el camino que siempre ha
caracterizado a América: ser una tierra donde pueden convivir pueblos
diferentes, una tierra capaz de respetar la vida humana en todas sus fases,
desde el seno materno hasta la vejez, capaz de acoger a los emigrantes, así
como a los pueblos y a los pobres y marginados de todas las épocas. América es
una tierra generosa.
Éste es el mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe, y éste es
también mi mensaje, el mensaje de la Iglesia. Animo a todos los habitantes del
Continente americano a tener los brazos abiertos como la Virgen María, con amor
y con ternura.
Pido por todos ustedes, queridos hermanos y hermanas de toda
América, y también ustedes recen por mí. Que la alegría del Evangelio esté
siempre en sus corazones. El Señor los bendiga y la Virgen los acompañe.
El papa Francisco es una persona ilustrada y como tal, estoy plenamente seguro de que está consciente de que las apariciones de la virgen de Guadalupe son tan sólo una fábula con la cual se sustituyó el culto que a la diosa Tonantzin, desde tiempos ancestrales los indígenas prehispánicos le rendían en el cerro del Tepeyac. Existen muchísimos elementos que soportan lo que aquí afirmo; pero, para mencionar sólo uno, diré que ni el propio fray Juan de Zumárraga, el pretendido segundo testigo del milagro de las rosas dejó testimonio alguno por escrito. Aún más, no sólo jamás escribió nada al respecto, sino que en un folleto denominado "Regla Cristiana" que él mismo escribió posteriormente a la fecha de las pretendidas apariciones, manifiesta que "El Redentor ya no realiza milagros en nuestra época por no ser menester éstos por estar debidamente consolidada nuestra fe". ¿Cómo es posible que quien supuestamente había presenciado tan grande prodigio escribiera así? La respuesta es obvia: jamás sucedieron las tales apariciones. Ahora bien, considero que, no obstante conocer lo anterior, el papa jamás se atrevería a expresarse así, salvo que hubiese caído en un trágico lapsus.
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