Por : Gilberto LAVENANT
La esperanza de los gobiernos municipales de Baja California, para aliviar al menos un poco la crisis financiera que les agobia, lo es la recaudación del impuesto predial, durante los primeros meses del 2014. Por eso otorgan estímulos a los contribuyentes, para que se animen a acudir a pagar oportunamente dicho impuesto.
Las administraciones municipales requieren de recursos para atender los servicios públicos. Sin recursos, no se hace nada, las deficiencias se hacen más notorias y por ende aumentan los reclamos populares.
Pero no todo es tan sencillo. Lamentablemente, la cultura de la tributación, es muy pobre. Casi inexistente. En el caso de Tijuana, y específicamente en cuanto al impuesto predial, el gobierno local tiene registradas 563 mil 472 cuentas. Si todos pagaran lo correspondiente, en tiempo y forma, las cosas fuesen diferentes.
Pero no es así. Según información dada a conocer por el Secretario de Finanzas del XXI Ayuntamiento de Tijuana, C.P. José Mojica Moreno, solamente el 36% del padrón de contribuyentes del impuesto predial, está al corriente en sus pagos. Algo así como el equivalente a 202 mil 849 predios.
Sin tratar de ser adivinos, puede decirse que esos que pagan, son los propietarios de modestas viviendas, personas de la tercera edad o madres solteras, que hacen un esfuerzo para aprovechar los descuentos que les ofrecen, por pronto pago.
Resulta preocupante y sumamente serio, que el resto, el 64% de los contribuyentes del impuesto predial, o sea 360 mil 622 personas, están retrasados en el cumplimiento del pago del impuesto predial, o simple y sencillamente no pagan, al grado de que entre todos, adeudan al gobierno municipal unos 3 mil millones de pesos.
Es algo irónico, además de lamentable, que el gobierno municipal de Tijuana, tenga que recurrir a créditos bancarios, para cubrir sus necesidades de operación más elementales, tales como sueldos de sus empleados, cuotas al ISSSTECALI e incluso proveedores, cuando que contribuyentes del impuesto predial adeudan una cuantiosa suma de dinero.
Para algunos, se ha hecho costumbre adeudar. Sabedores de que ante las urgencias financieras, hasta les ruegan, para que acudan a pagar. Claro, siempre y cuando les premien, eliminando recargos y haciéndoles descuentos sustanciales. Quizás por eso, ahora el XXI Ayuntamiento de Tijuana, que encabeza el Dr. Jorge Astiazarán Orcí, solamente concederá descuentos durante los primeros tres meses del año. Después, todos deberán pagar al 100%.
Para los contribuyentes cumplidos, durante el mes de enero se les concederá un descuento del 10% y en febrero un 5% y además se les permitirá pagar con base en valores catastrales del 2009.
Para los morosos o incumplidos, además de cobrarles el 100% de lo que deben pagar, o sea sin descuentos, se les empezará a notificar que cumplan con dicha obligación, so pena de proceder al embargo de sus bienes e incluso se está pensando en la posibilidad de publicitar los nombres de todos ellos.
De darse a conocer la lista de los deudores del impuesto predial, ojalá que se incluya a los potentados, a los terratenientes, a esos que han adquirido enormes extensiones de tierra, pero para especular. Algunos que han realizado valiosas construcciones, pero unos y otros, no solamente no pagan, sino que son ridículos los montos establecidos a cubrir en sus respectivas claves catastrales.
Así es que, no solamente hay que balconear a los deudores, sino también a los que regatean contribuciones al gobierno local, logrando, por compadrazgo, o mediante “gratificaciones” al personal de catastro o de tesorería municipal, que les fijen montos mínimos a pagar. Cantidades irrisorias, que no corresponden a la superficie de los terrenos, ni al valor de las construcciones existentes en los mismos.
El columnista recuerda que durante la administración municipal que encabezó Carlos Montejo, el primer alcalde panista, 1989-1992, le correspondió participar en la Comisión Municipal de Evaluación del Impuesto Predial. Les correspondía revisar las tasas aplicables para el cobro del impuesto predial, considerando los deméritos en los casos de terrenos accidentados.
Pues bien, tratando de conocer realmente en que montos tributaban los terratenientes de Tijuana a las finanzas municipales, por concepto de predial, el columnista solicitó claves, superficies y montos asignados a algunos de ellos. La petición incluía, obviamente, lo que las propiedades de la familia Bustamante Anchondo, cubría, por ejemplo, por las llamadas torres de Agua Caliente. La respuesta nunca llegó.
Evidentemente, los privilegios de los compadrazgos, son para todos, sin distinción de siglas partidistas. No solamente pagan poco, sino que por un supuesto pudor, ocultan los montos. Obviamente por lo ridículo y ofensivo. Por esos hay que empezar.
Y aún hay más. En cuanto al impuesto de traslación de dominio, también se manejan los valores al gusto y los terratenientes pagan lo que quieren. O incluso lo que no quieren, pero que resulta insignificante frente a los montos que realmente deben de cubrir.
Esta es una de las primeras “pruebas de fuego” para el alcalde Astiazarán Orcí. Lograr que se cobre a los contribuyentes municipales, lo que realmente le corresponde, por cuanto hace al impuesto predial, conforme a las dimensiones y valores de los bienes. Empezando por los compas, los familiares, los empresarios y los políticos en general.
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