Por : Gilberto LAVENANT
Uno de los temas que más controversias ha generado, respecto a los diversos asuntos oscuros que manejó y dejó de herencia al XXI Ayuntamiento de Tijuana, la administración encabezada por el Alcalde Carlos Bustamante Anchondo, es el del Programa de Modernización del Alumbrado Público. Se presume que tiene fuertes tintes de corrupción. Efectivamente huele mal. Es más, apesta.
El 20 de septiembre del 2011 se hizo la licitación pública, mediante la cual la empresa Industrias Sola Basic, S.A. de C.V., obtuvo el contrato para retirar las viejas luminarias de la ciudad de Tijuana e instalar, en principio, 63 mil 400 nuevas, que supuestamente permitirían ahorrar 40 millones de pesos anuales, por consumo de energía eléctrica en la iluminación de la ciudad.
El costo de dicho proyecto, era de 144 millones 430 mil pesos, que el Ayuntamiento de Tijuana habría de pagar mediante 20 pagos mensuales, a cubrir de octubre de 2011 a noviembre de 2013. Lo raro es que Bustamante pagó en efectivo, y de inmediato, un 90% de dicho monto, y el compromiso de adquisición lo estableció mediante contrato de arrendamiento con opción a compra.
El entonces Secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, del gobierno municipal, Arq. David Navarro Herrera, cuando hablaba de este programa, decía que las nuevas luminarias serían de un tipo de luz blanca, más agradable a la percepción humana, y destacaba que era uno de los proyectos de modernización más grandes que se habrían llevado a cabo en el país. Tijuana, supuestamente, luciría mejor que un árbol de navidad. Totalmente iluminada.
El Alcalde Bustamante, en su Segundo Informe de gobierno, en el apartado relativo a servicios públicos, señaló al respecto : “Estamos conscientes de la necesidad de reducir el consumo de energía eléctrica destinado al alumbrado público, y de mejorar la calidad de la iluminación; por ello, nuestra administración inició en febrero de este año la instalación de más eficientes componentes de luminarias, como parte delProyecto de Modernización de Alumbrado Público de Tijuana (PMAPT). Hemos concluido con la instalación de 63,400 luminarias. Con esto alcanzaremos un ahorro en el consumo de energía del 30%. Asimismo, la modernización del sistema nos permite enfocar los esfuerzos y recursos en actividades de restitución y ampliación de la red de alumbrado público”.
Sin embargo, tal y como advierten comúnmente, que del dicho al hecho hay mucho trecho, pasaba el tiempo y la mencionada empresa no concluía la instalación o renovación de las luminarias. Y muchas de las ya instaladas, duraron muy poco tiempo funcionando.
Obviamente, empezaron las quejas de los vecinos por haber quedado en tinieblas, luego de que las citadas luminarias se empezaron a apagar. Más tardaban en instalarlas, que las luces en apagarse. Entonces, surgieron los argumentos en base a simples pretextos. Que alteraciones en el voltaje, que hubo fallas en la instalación. La verdad, puro cuento.
Algo absurdo e inexplicable, pues según la página web de Industrias Sola Basic, es una empresa con más de 58 años de experiencia en iluminación y regulación de energía de gran calidad, con 6 plantas de producción en el Distrito Federal, Querétaro y Toluca, con productos tales como Iluminación Led, Luminaria Led, Reguladores, Iluminación emergencia, Balastros, Reguladores, No Breaks, Foco Led e Iluminación Arquitectónica, además de ofrecer apoyos en diseños de proyectos y garantía efectiva de productos.
Así mismo, asegura que todos sus productos, son fabricados con la tecnología más avanzada y bajo las más estrictas normas de calidad y seguridad, tanto nacionales como internacionales. Cuentan que sus representantes y promotores, como la mayoría de vendedores, hablaban tan bonito y con tal seguridad, más las gráficas e información que utilizaban en sus presentaciones, que los funcionarios locales han de haber creído que estaban diciendo la verdad y seguramente todos se imaginaron que por fin Tijuana estaría perfectamente iluminada. Pero no fue así.
Ante las evidencias de que el flamante proyecto había resultado un fracaso, el Alcalde Bustamante, y sus colaboradores, ya no encontraban qué pretextos inventar. Primero, en cuanto a las fallas, por el número de luminarias apagadas, que cada día iba en aumento. Segundo, por la pasividad, indolencia o negligencia para reclamar a la empresa. Sobre todo, porque extrañamente se le había pagado casi el 100% del precio. Olvidaron la advertencia aquella de que : “música pagada, toca mal son”.
El Alcalde Bustamante, en un momento de desesperación y pretendiendo aparecer como un individuo enérgico, además de intentar desligarse de supuestas complicidades con la parte vendedora de las luminarias, llegó a anunciar que se había acudido a la vía penal, para fincar responsabilidades a Industrias Sola Basic por los daños causados a la ciudad, al dejarla en tinieblas. Que se sepa, la verdad es que nunca intentó nada de eso.
También anunció que había acudido a la vía civil, para reclamar el cumplimiento del contrato. Esto sí fue cierto, pero la reclamación fue tan deficiente, que de haber insistido en el proceso, sin duda alguna hubiese fracasado y se habría condenado al gobierno municipal a pagarle a la empresa unos 20 millones de pesos por concepto de gastos y costas de juicio. Curiosamente, a solo unos días de concluir la gestión de Bustamante, intentó emplazar a la empresa. Como si la condena en contra del Ayuntamiento ya estuviese previamente pactada, con ganancias para los involucrados de ambas partes.
Deben saber que el Alcalde Jorge Astiazarán, decidió “tomar al toro por los cuernos”, retiró la demanda, a fin de corregir las fallas y replantearla correctamente, para obligar a ISB a reponer las luminarias apagadas, sin excusas ni pretextos. Bajo la advertencia de que los pactos hechos con la administración de Carlos Bustamante, no cuentan. Por si alguien sospechaba de que en este asunto había “gato encerrado” y que el exalcalde saldría totalmente librado en este asunto, esto no será así. Si ves las barbas de tu vecino cortar…
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