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miércoles, 15 de enero de 2014

Palco de Prensa: Bajo la lupa ciudadana.


                                         Por : Gilberto LAVENANT

Hasta no hace mucho, a los ciudadanos comúnes y corrientes, poco importaba el sentido en que votaban los legisladores, fuesen federales o estatales. Se sabía, simplemente, que habían hecho el “máximo” de sus esfuerzos, para levantar el dedo, indicando que aprobaban, tal o cual ley, conforme a las instrucciones o consigna recibida.

Es más, ni siquiera se sabía cuántos votaban a favor o cuántos en contra. El acto de los legisladores era casi una acción divina, que nadie podía cuestionar. Casi como los dogmas religiosos. Por lo tanto, votaban a favor de un proyecto de ley nociva para la sociedad, y regresaban a sus entidades y juraban que habían votado en contra. Que en todo momento defendieron los intereses de sus representados. Y los ciudadanos les creían, o simplemente asumían resignados aquello de : “golpe dado, ni Dios lo quita”.


Hasta que el Presidente Enrique Peña Nieto, presentó sus famosas propuestas de reformas estructurales. En especial la hacendaria, que incluía la homologación del IVA, la cual implicaba el incremento de la tasa del Impuesto al Valor Agregado, del 11% al 16%.

La gran mayoría de los mexicanos, percibían y advertían, que dicha propuesta lesionaría su de por sí raquítica economía. Y es que no se necesitaba ser un experto en cuestiones económicas, para considerar que al entrar en vigor la nueva tasa del IVA en las zonas fronterizas, por lo tanto en Baja California, se vendría una avalancha de aumentos de precios. Tal y como está ocurriendo.

Suponiendo que eran más los mexicanos que se oponían a dicha reforma, que los que pudiesen estar a favor, y por lo tanto muchos los afectados, se llegó a suponer  -ingenuamente- que finalmente triunfaría la razón y el sentido común. Pero no fue así, las negociaciones de las fuerzas políticas, aplastaron feamente las esperanzas de los mexicanos.

Podría decirse que, por primera vez en la historia política de México, una enorme cantidad de mexicanos estuvieron al pendiente del proceso legislativo en torno a la llamada reforma hacendaria. Por primera vez, permanecieron atentos a cada uno de los pasos. Se percataron,  en cada momento, cuántos legisladores participaban y cuantos votaban a favor o en contra.

En especial, estuvieron atentos para conocer la identidad de quienes votaban a favor de que la reforma hacendaria fuese aprobada, pues entonces consideraban que esos individuos, hombres o mujeres, que se atrevían a avalar una medida que dañaría severamente a los mexicanos, no estaban defendiendo los intereses de sus representados, sino que eran unos traidores.

Algunos de los legisladores, priístas, principalmente, prácticamente fueron linchados, al menos socialmente. Las redes sociales fueron invadidas con fotografías y expresiones despectivas, incluso groseras. De traidores, no los bajaron. En especial a los diputados federales por Baja California. Chris López, Elia Cabañas, Benjamín Castillo, Mayra Robles. En la confusión, algunos salieron bien librados y evadieron las muestras de repudio. La verdad es que todos los diputados priístas traicionaron a los bajacalifornianos.

Una vez aprobada la reforma hacendaria, la condena general es que se hiciera público el rechazo y repudio en contra de dichos legisladores. La mayoría optó por no venir a Baja California y en caso de hacerlo, lo hacían “camuflageados”, para evitar ser detectados, pues llegaron a temer alguna agresión física o verbal.

Para fortuna de esos “traidores”, a los ciudadanos bajacalifornianos se les pasa muy pronto el coraje y son cortos de memoria. A menos de un mes de haber entrado en vigor la reforma hacendaria y  aunque no sienten lo duro, sino lo tupido, con los incrementos de precios, ya ni atención ponen a que los flamantes legisladores federales ya andan en la entidad, muy campantes. Cínicos.

Algunos simplemente advierten, que se atrevan, en alguna próxima contienda electoral, a acudir a sus casas a solicitar que voten por ellos, para ocupar nuevos cargos electorales, para tener el gusto de escupirles su odio en pleno rostro, o emitir sus votos a favor de los rivales de estos. Por traidores.

De alguna manera, este proceso dejó una experiencia interesante entre los ciudadanos. Ya se convencieron de que vale la pena observar la actuación de los legisladores, tener en cuenta si votan a favor o en contra de alguna medida nociva, para expresarles desprecio. Al menos eso, porque el supuesto empoderamiento ciudadano, no es más que un simple discurso. Lo que esos “traidores” merecen, es destituirlos. ¿Para qué andar con rodeos?

Ayer, vía correo electrónico, a las 2:00 de la madrugada, el columnista recibió un comunicado, avisando que este día, jueves 16, en el Pleno de la Legislatura Estatal, analizarán la propuesta, presentada en días pasados por diputados del PRI, PRD y PT, para que se cancele la obligación de acudir a verificación vehicular, como requisito previo para el canje de placas o renovación de tarjetas de circulación.

Al aviso se agregaba un exhorto a la ciudadanía en general, para estar al pendiente del resultado de la votación e identificar a quienes votaran a favor o en contra, a fin de realizar una campaña de repudio, similar a la que se desarrolló en contra de los legisladores federales que votaron a favor de la homologación del IVA, dando a conocer, por todos los medios de difusión, quienes, de los legisladores locales, deberán ser etiquetados como traidores, por votar en contra de la eliminación de dicho trámite, que es considerado como mera medida recaudatoria.

Se invita a utilizar prensa, radio, televisión y redes sociales, incluyendo volantes y tabloides en oficinas, comercios, tianguis, taxis, camiones y otros sitios de concurrencia pública, dando a conocer los nombres de los “traidores”, nombre de partido y sentido del voto. Ya más o menos se intuye el resultado de la votación. Kiko dijo que siga la verificación. Es fácil anticipar quienes serán los traidores, en este asunto.

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