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lunes, 25 de febrero de 2013

El narco: más allá de la demencia






Bruselas.- Quedó impresionado al llegar a México, no por su belleza arquitectónica, su rica naturaleza o por su artesanía, sino por el grado de violencia que impera en nuestro país. Plasmó una y otra imagen que fue recolectando en diversos estados, teniendo a Ciudad Juárez como su principal fuente de información.

Gracias a su trabajo somos más conocidos en países como Holanda y Bélgica, por desgracia nuestra fama no es del todo buena, pues las imágenes representan la barbarie que existe en México; describen el problema al cual se enfrenta la sociedad en un país donde la violencia radica y se enraíza en cada estado de la República. México pasó de ser conocido por sus bellas playas y su gran cultura, a un país donde da pánico salir pues la gente desconoce si regresará con bien a casa.

Como fotógrafo de conflictos armados, el holandés Teun Voeten presenció sobrecogedoras escenas en Bosnia-Herzegovina, Afganistán, Chechenia, Ruanda, Sierra Leona… pero, afirma, “nada de eso se compara con la extrema violencia que hay en México”, donde el sadismo de los asesinos es “demencial”. En los múltiples viajes que realizó al país, su cámara captó imágenes de “una moderna guerra subterránea cuyas víctimas son casi todas pobres”. Las plasmó en “Narco Estado: Narcoviolencia en México”, libro que ya circula en Bélgica y Holanda.



El cadáver de un hombre yace bajo una intensa luz amarilla del alumbrado público. Su rostro se esconde al ángulo de la cámara que lo fotografió. Un abundante chorro de sangre mana de su cabeza y desciende la calle mal pavimentada. A unos metros cuatro policías caminan, parecen ignorar el cuerpo. Es la escena de un crimen, cometido en marzo de 2010 en la colonia Paso del Norte, en Ciudad Juárez. La imagen, lejos del morbo y el amarillismo, no deja de plantear interrogantes al espectador; es obra del veterano fotoperiodista de guerra holandés Teun Voeten y forma parte del libro gráfico “Narco Estado: Narcoviolencia en México”.

La obra, de la editorial belga Lannoo, contó con el apoyo económico del Fondo Pascal Decroos para el Periodismo Especial de Bélgica; del Fondo para Proyectos Periodísticos Especiales de Ámsterdam, Holanda, y del Fondo de Emergencia de la Fundación Magnum, de Nueva York.

Entre 2009 y 2011 Teun Voeten vino a México en varias ocasiones. Le impresionó saber que Ciudad Juárez era una de las ciudades más peligrosas del mundo. En ese periodo tomó imágenes relacionadas con la violencia no sólo en Juárez –la que visitó unas 10 veces–, sino también en Culiacán, Sinaloa, y en Morelia, Michoacán.

Profesor de Antropología e investigador de temas mexicanos de la Universidad de Texas, Howard Campbell habla acerca del trabajo de Voeten: “En sus obras, la cotidianidad de que aparezca otro cadáver es representada por un soldado que fotografía el cuerpo con la cámara de su celular. Entre tanto, las imágenes en claroscuro de las tenebrosas calles de Juárez, proveen el telón de fondo de una moderna guerra subterránea cuyas víctimas son casi todas pobres. Como lo ilustra la galería de fotos de Voeten, Juárez es un sitio donde los tragos, las drogas y el sexo barato son elementos clave del comercio, y los participantes de ese comercio llevan vidas duras, rápidas y cortas”.

Voeten, quien realiza su tesis de doctorado sobre la extrema narcoviolencia en México, prevé que en marzo próximo presentará su libro en la Ciudad de México.

En entrevista con “Proceso”, Voeten comenta que al inicio de su proyecto contactó a las autoridades de Ciudad Juárez y les pidió que le permitieran acompañar a los policías cuando acudieran a escenas de crímenes.

“Tuve mucha cooperación de la Alcaldía. Reconozco que fue más fácil para mí, como extranjero, que me dejaran acompañarlos, ya que para los periodistas locales eso representa un riesgo enorme, pues el narco los puede considerar aliados de la Policía”, explica.

Precisa que el anterior Gobierno le dio esa facilidad, y dice: “El actual quiere dar la imagen de que en Juárez ya no hay violencia”.

El fotógrafo también acudió con los militares para que le dieran permiso de acompañarlos; sin embargo, narra que le dieron excusas y no pudo obtener la autorización. “Fue un no a la mexicana”, afirma con una sonrisa.

En la introducción de su libro, así como en la entrevista, comenta que documentar la narcoviolencia es todo un desafío, pues los grupos antagonistas “son actores ocultos, desconocidos, que operan tras un velo de secrecía”.

Asegura que ha sido testigo de todo tipo de actos de barbarie, que los seres humanos son capaces de cometer en contra de sus semejantes. “En Sarajevo, durante la guerra de Bosnia-Herzegovina, huí de los tiros de los francotiradores que disparaban contra los civiles, en un cerco que además los estaba matando de hambre. En Kigali, capital de Ruanda, me tocó estar al principio del genocidio y ver hordas cazando a sus víctimas con machetes. En Kabul (Afganistán) y Grozni (Chechenia), caminé por barrios residenciales convertidos en ruinas y al lado de gente que imploraba por comida”.

También menciona que obtuvo “su dosis de locura” en los conflictos de Sierra Leona y Liberia, donde lidió con niños soldados totalmente drogados. Más recientemente, dice, en Libia pudo ver y oler cadáveres que yacían apilados después de una masacre.

Sin embargo, el holandés asegura que nada de eso se compara con la extrema narcoviolencia que hay en México.

El libro


El libro presenta, en 228 fotografías en 143 páginas, los sucesos que han marcado la era de la violencia protagonizada por los grupos criminales del narcotráfico en los últimos cuatro años, por la disputa del mercado de las drogas.

“La violencia en México es lo peor que yo he visto en el mundo”, dijo Voeten, quien fuera corresponsal de guerra durante 22 años.

Para él, en una guerra combaten ejércitos nacionales por alguna ideología, pero en la lucha contra las drogas se disputan el poder por la plaza.

“Es increíble lo que pasa en México, porque México no es un país de tercer mundo. Es moderno”, dijo el periodista holandés.

“En 2008 escuché que Juárez era la ciudad más peligrosa del mundo, más que Bagdad y Kabul, por lo que decidí investigar. Fue un shock muy fuerte cuando estuve ahí”, puntualizó.

Con ensayos de introducción escritos por el antropólogo Howard Campbell, de UTEP y el escritor Javier Valdez Cárdenas, de Culiacán, México, este “photobook” explica de manera contundente la situación imperante en ese país donde ha relucido la corrupción, impunidad, complicidad y protección de las autoridades hacia los grupos de la delincuencia organizada.



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