QPBC. Tijuana, es una de
las ciudades más violentas del país. Las autoridades dicen que la mayoría de
los homicidios, que aquí se registran, están estrechamente relacionados
con el narcomenudeo.
Aplicar esta
etiqueta, facilita el trabajo a las autoridades policiacas. De un somero
análisis, en unos minutos, determinan que alguien perdió la vida, por andar en
malos pasos. Y eso basta para acumular un asunto al legajo de homicidios cuyo
origen o verdad histórica nunca se conocerá.
La violencia que
permite ese tipo de decesos, es escandalosa, dramática y preocupante. Tratar de
evitar sus efectos, es relativamente sencillo. Basta limitar las actividades
sociales. Acudir poco a los centros nocturnos o a los expendios de comidas de
mar, por ejemplo, a los que suelen acudir los individuos violentos o dedicados
a actividades ilícitas.
Pero hay otros
tipos de violencia, que tenemos mucho más cerca, cuyo riesgo es enorme. El caso
del homicidio de la universitaria, registrado en días pasados, es un claro
ejemplo de ello.
No se requiere ser
un individuo tatuado, ni tortuoso. Traer un cuchillo o un arma de alto poder.
Basta un desajuste mental, para agredir a quienes están cerca, hasta
arrebatarles la vida.
A la sociedad
entera ha sorprendido esto. Que un joven universitario, sin aparente motivo
alguno, más que tratar de justificarse o congraciarse con su pareja, agredir y
asfixiar a quien fue su novia. Absurdo.
El Rector de la
UABC, Juan Manuel Ocegueda, señala que, en base a esto, se tendrá que hacer
exámenes a los universitarios, para detectar posibles enfermedades mentales
Este asunto,
sumamente lamentable, es solamente el síntoma de una sociedad enferma.
Consecuencia de muchos factores.
Hace tiempo, había
un programa radiofónico que planteaba un cuestionamiento : ¿sabe usted dónde
están sus hijos? O aquello de : ¿sabe usted, con quien andan sus hijos?
Los padres de
familia, tienen que ser más observadores, respecto de las conductas y de las
relaciones de sus hijos.
Los jóvenes deben
ser alegres. Una alegría fresca, sana, cristalina. Cualquier actitud uraña,
agresiva, es preocupante o nociva. Propia o ajena
Es necesario
buscar el apoyo de profesionales, que ayuden a identificar cuadros de conductas
inapropiadas en los jóvenes. Que en muchos de los casos, resulta difícil
identificar.
Se vive en una
sociedad enferma. Expuestos a muchos males sociales. Enfermedades que no se
curan en la universidad.
Es preocupante,
pero puede ayudar, el dedicar algunos minutos a platicar o tratar de
establecer una relación más estrecha con ellos. El uso de móviles, los está
alejando del seno familiar. Muchos de ellos viven en otro mundo. Muchos de
ellos viven en un verdadero infierno. Algunos de ellos son dominados por sus
demonios interiores.
Esa es otra
violencia mortal, que ronda cerca de todos nosotros. El caso de la joven
universitaria, no es el primero y lamentablemente no ha de ser el único.
Hace años, unos
jóvenes universitarios, se atrevieron a secuestrar a una menor, familiar de uno
de ellos, dizque para reunir recursos para su fiesta de graduación. Sueño que
nunca lograron cumplir y que ahora ven extinguir en prisión
Otros, incluso
menores de edad, por simple juego o distracción, han asesinado o secuestrado.
Son casos aislados, pero que representan síntoma de la sociedad enferma. No
todo tiene que ver con el uso o venta de drogas.
La única forma de
prevenirlos, es ser más cuidadosos de los seres queridos. En principio.
Estar más cerca de
ellos. No abandonarlos en manos extrañas.
El uso de juegos
cibernéticos, en forma constante e irrefrenable, les enajena.
Esa violencia
cercana, casi imperceptible, también mata. Lamentablemente.