QPBC. Playas de Rosarito, Mayo 23 de 2016.-
Más personas y agrupaciones se suman al llamado"Efecto Morena",
generado por Roberto Esquivel y su proyecto de gobierno por el Partido del
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para Rosarito.
Una de estas adhesiones fue nada menos
que la de su primo y ex dirigente municipal del PRI, Enrique Esquivel Haros,
quien al igual que otros líderes sociales y militantes de otros partidos ven en
el candidato de Morena, la mejor opción de gobierno.
"Nos queda claro que no hay nada que
hacer ni esperar en estos partidos porque nos fallaron; y por el contrario en
Morena vemos una alternativa real de cambio en el gobierno para favorecer a la
gente", dijo Enrique Esquivel al levantarle la mano a Roberto
Esquivel.
Uno de los motivos que más ha llamado la
atención a los rosaritenses del candidato, así como de propios y extraños, es
su personalidad sencilla y franca "de ranchero" como él mismo lo
dice.
Así como su vestimenta vaquera, su
sombrero tejano "Stetson" y sus cadenas de oro sólido, de las que
nunca se separa por ser su talismán de la buena suerte, además de un valioso
obsequio de familia.
"Al recibir este crucifijo, recibí
también el buen consejo de mi señora Madre, que sería una gran mi protección en
la vida como así ha sido, pues aún la persona más trastornada o violenta, se
frena y la piensa dos veces para agredir a quien porta un crucifijo a la
vista", dijo.
Recordó que a fines del año anterior,
fue blanco de un violento atentado, cuando un agresivo sujeto se le abalanzó
directamente hacia su persona con un arma punzo cortante, sin un motivo o razón
para ello.
Herida, dijo, que pudo ser fatal pues
fué directo a la yugular, pero al recibir su embestida la punta de la navaja,
milagrosamente se atoró justo en un eslabón de la cadena de su crucifijo y
amortiguó la puñalada, lo que consideró una señal divina.
Posteriormente Roberto Esquivel recordó
como a inicios de este mes, fue encañonado con armas largas por un pelotón del
Ejercito Mexicano, en un confuso episodio del que salió bien librado al poco
tiempo, pues nunca hubo ni razón, ni motivo alguno para este exceso de fuerza
contra el candidato de Morena.
Días después de este bochornoso episodio
que afectó la imagen del Ejercito Mexicano, el General de División de la Plaza
de Armas, Moisés Augusto García Ochoa, fue destituido sorpresivamente de su
cargo y concentrado en el Campo Marte de la Secretaría de la Defensa Nacional
(SEDENA). Un hecho que nunca se aclaró públicamente.