Por
: Gilberto LAVENANT
En el sistema económico capitalista, un tema básico, que ha generado añejas
controversias, es el de la libre empresa. Los empresarios reclaman libertad
para operar y les preocupa que el
gobierno opere o realice actividades propias del sector privado.
Sin embargo, en sentido contrario, les despierta el interés, cuando ven la
posibilidad de manejar o realizar actividades, que generalmente han estado en
manos del gobierno. La posibilidad surge, cuando es evidente la incapacidad de
los políticos, para operar instituciones públicas, que en manos de empresarios
podrían dar excelentes resultados.
Se trata, de dos sectores con filosofía y finalidad distinta. El sector
privado, opera una empresa, básicamente, para obtener utilidades, o sea tiene
una filosofía de lucro. El sector público, en ningún momento puede tener finalidad
lucrativa. Su filosofía le lleva a buscar el bien común de la población.
La cuestión es, que las empresas públicas, operan con una estructura humana,
sumamente viciada, que le hace ineficiente y costosa. En Baja California, hay dos
organismos públicos, que sirven de ejemplo de ello. El Issstecali y las comisiones
operadoras del servicio de agua por tubería.
En el caso de las operadoras del servicio de agua, al inicio de la
presenta administración estatal, estaban prácticamente quebradas. Una de las
primeras acciones del obernador Kiko Vega, fue solicitar un crédito por 2 mil
885 millones de pesos, para sanear las finanzas de las paraestatales y además
cuibrir compromisos a corto plazo del sector central.
Queda pendiente, rescatar al Issstecali. Por una parte, gobiernos
municipales y organismos públicos, dejaron de cubrir las aportaciones de sus
trabajadores, acumulándose un rezago por 1 mil 269 millones de pesos. El Ayuntamiento
de Mexicali, adeuda 625 millones de pesos, el de Ensenada 306, el de Tecate 296
y el de Playas de Rosarito 30 millones. El de Tijuana, es el único que está al
corriente.
Esto, ha generado un quebranto económico que ha frenado la jubilación de
3 mil 200 trabajadores de gobierno y profesores, algunos de los cuales esperan
desde hace más de 10 años, para disfrutar de este derecho.
Información oficial indica, que en estos momentos el Issstecali afronta
un déficit de 584 millones de pesos. Obviamente, la atención a los
derechohabientes es pésima. La paciencia
hace tiempo que se desbordó y amenaza con convertirse en un serio problema
social y político para el gobierno estatal.
Tratando de salvar esta situación, el Gobernador Kiko Vega plantea una
estrategia simplista : solicitar un crédito por 2 mil 850 pesos y reformar la
Ley del Issstecali, mermando o posponiendo derechos de los trabajadores de
gobierno.
Empero, nada hace para llamar a cuentas a los responsables de la crisis
financiera del Issstecali, o sea a los exalcaldes, así como directivos de
organismos autónomos, que incumplieron en el pago de las aportaciones de los
trabajadores, destinándolas a fines totalmente distintos, no obstante que esto
es un delito.
A fin de evitar que se vuelva a incurrir en mora o incumplimiento en el
pago de las aportaciones, se pretende descontar los montos correspondientes, de
las participaciones y otros recursos que reciben los gobiernos municipales, vía
gobierno estatal. Aún así, se estima que el sanear las finanzas del Issstecali,
tardará 35 años.
En medio de todo esto, surge una posibilidad : el que empresarios operen tanto al Issstecali como a las
comisiones operadoras del agua. Esto lo reveló Juan Manuel Hernández Niebla,
Presidente del Consjeo Coordinador Empresarial, el pasado sábado, durante la
reunión semanal del grupo político “Jesús Reyes Heróles”, que preside Francisco
de la Madrid Romandía.
La propuesta es interesante : el privatizar organismos públicos, cuya
operación resulta sumamente costosa e ineficiente.
Cabe observar, que los empresarios tienen como finalidad básica el
lucro, o sea, invierten y crean empresas, para ganar dinero. Bueno, el gobierno
no peresigue el lucro, pero el apetito económico de los políticos, hacen que el
costo de este tipo de empresas, rebase el simple lucro empresarial.
¿Sería posible la privatización de instituciones públicas como el
Issstecali y los organismos operadores del agua?
Si es posible. Pero sumamente difícil.
Habría que empezar, por sacudir las estructuras de dichos organismos,
para expulsar a los políticos ineptos, que se incrustraron ahí, por mero
compadrazgo o por la filiación partidista.
Eso implicaría también, ajustar sueldos, eliminar erogaciones
innecesarias y frenar toda fuga de recursos, para reducir su costo de operación
a los mínimos.
Así mismo, independientemente de que estén en manos de políticos o de
empresarios, ciudadanizar sus órganos de gobierno.
La privatización de organismos públicos, es viable, pero también hay que
cuidar las manos a los empresarios, para que no resulte peor el remedio que la
enfermedad.
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