San Diego CA.- Desde hace
casi dos años, el oficial de Aduanas y Protección Fronteriza, Héctor Rodríguez,
fue la pieza clave de una red de contrabando que trajo a cientos de inmigrantes
indocumentados a través de la garita de San Ysidro, de acuerdo con documentos
de la corte federal.
Rodríguez,
su viejo amigo Gerardo Rodríguez, y Vanessa Moya todos hicieron su primera
aparición en el tribunal federal de San Diego el lunes 16. Se les acusa de
asociación ilícita y de contrabando.
El juez
federal de Estados Unidos, David Bartick, les ordenó la detención sin fianza en
espera de una audiencia el jueves. El asistente abogado de Estados Unidos,
Victor White, dijo que los tres deben ser detenidos, ya que podrían huir si son
liberados.
Héctor
Rodríguez, de 45 años, fue detenido en la garita, mientras estaba en servicio
el viernes. Una queja detallando los cargos, dijo que desde septiembre de 2010
hasta la semana pasada, el trío facilitó por lo menos 37 cruces a los Estados
Unidos en vehículos cargados con inmigrantes indocumentados.
Una persona
que fue pasada de contrabando y que se convirtió en un informante confidencial,
dijo que el costo de un cruce garantizado era 10 mil dólares. Otro informante
de contrabando en un momento posterior pagó 15 mil dólares. Ninguno de ellos
fue identificado en los registros de la corte.
El Agente
especial del FBI Terry Reed, Jr. escribió en la denuncia que el término cruce
garantizado cuando es usada por organizaciones de contrabando, indica que un
empleado federal de Aduanas y Protección Fronteriza está involucrado.
El mismo
término fue utilizado en una organización de contrabando que las autoridades
federales alegan fue encabezada por los hermanos ex agentes de la Patrulla
Fronteriza, Raúl y Fidel Villarreal en 2005 y 2006.
Coincidentemente,
mientras Rodríguez se presentaba ante un tribunal en el primer piso del palacio
de justicia federal, el juicio de los hermanos Villarreal se llevaba a cabo en
un piso más arriba, con el testimonio de los inmigrantes indocumentados quienes
habían pagado hasta 12 mil dólares por un cruce garantizado a los Estados
Unidos.
En el caso
de Rodríguez, las autoridades dijeron que él le decía a Gerardo Rodríguez, de
42 años, y a Moya, de 29, en cual línea estaba programado para trabajar.
Luego,
cuando los vehículos conducidos por el par entraban al puerto de entrada,
Héctor Rodríguez marcaba información falsa acerca de los vehículos, incluyendo
nombres y fechas de nacimiento falsas para los conductores en las computadoras
de la agencia.
En una
ocasión, en octubre, capturó el nombre “Barbara Walters,” en la base de datos
cuando Moya cruzó justo después de las 7:30 p.m.
Después de
cruzar, Gerardo Rodríguez conducía a los inmigrantes a un hotel, colectaba el
dinero en efectivo y los liberaba.
El viernes,
justo después de la 1:30 a.m., los agentes arrestaron a Moya y a Gerardo
Rodríguez, junto con 14 inmigrantes indocumentados que supuestamente habían
cruzado como contrabando en el estacionamiento de un complejo de departamentos
donde vivía Héctor Rodríguez. El Fiscal White, dijo que Gerardo Rodríguez había
pagado la renta del departamento con el producto del contrabando.
También
dijo que el agente fronterizo recibió regalos de Gerardo Rodríguez, incluyendo
el uso de un Hummer 2008 y un Jaguar 2009. Una búsqueda en el departamento en
Chula Vista de Gerardo Rodríguez arrojó otros artículos de lujo como relojes
Rolex, computadoras y televisores de pantalla plana.
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