Por : Gilberto LAVENANT
El slogan o frase oficial del XX Ayuntamiento de Tijuana, encabezado por el priísta Carlos Bustamante Anchondo, era el de “Tijuana, una ciudad con orden”.
Irónica o sarcásticamente, en la práctica, la administración bustamantista, se caracterizó por ser todo lo contrario : negligente, desrganizada, pésima, exageradamente “generosa” y todo aquello propio de una mala administración pública.
Y esto no es un invento o una mera especulación. Se puede corroborar con una leída al Informe de Resultados de la Cuenta Pública Anual del Ayuntamiento de Tijuana, por el ejercicio fiscal 2013.
Este fue remitido con fecha 23 de septiembre del 2014, por el Auditor Superior de Fiscalización del Estado, C.P. Manuel Montenegro Espinoza al Diputado Rodolfo Olimpo Hernández Bojórquez, Presidente de la Comisión de Fiscalización del Gasto Público, del Congreso del Estado.
Obra en 75 hojas y aparece en el portal oficial del Orfis. Por si alguien desea consultarlo y verificar todas las atrocidades en que incurrió el XX Ayuntamiento a cargo de Bustamante Anchondo.
Son tantas y tan descaradas, que es una pésima “Carta de recomendación”, en atención a la cual dicho político debería ser sujeto de procesos penales, por indebida disposición de recursos públicos.
Con tales antecedentes, no lo contrataría ninguna empresa privada, ni siquiera como auxiliar administrativo.
Dicen que como muestra, vale un botón. Veamos unos detalles. En el punto II e inicial de dicho informe, se observa que no procede otorgar la aprobación de la Cuenta Pública de Ingresos, al H. Ayuntamiento de Tijuana, Baja California, por el período del 1 de enero al 31 de diciembre de 2013, y hace una serie de observaciones.
Indica que durante el ejercicio, el Ayuntamiento recaudó por concepto de impuesto sobre adquisición de inmuebles, un monto de 315 millones 691 mil pesos, de lo cual se seleccionaron para su revisión 45 expedientes que integran una recaudación por un monto de 102 millones 675 mil pesos, de lo cual se hacen observaciones.
Por ejemplo, al “Banco Nacional de México, S.A., se le cobró de menos un importe de 628 mil 312 pesos, “debido a que la base utilizada por el Ayuntamiento, para la determinación del impuesto a pagar, es incorrecta, toda vez que no corresponde a la que resultó mayor entre el valor catastral del inmueble, el precio pactado actualizado y el valor de avalúo”.
En 27 casos, que integran un monto recaudado por 52 millones 860 mil pesos, “no fue posible verificar la correcta determinación del cobro de dichas contribuciones, toda vez que en 9 casos, que integran un monto recaudado por $20’436,509, no se proporcionó expediente y/o documentación alguna, en 5 casos por un monto de $9’252,344 solamente proporcionaron copia de la declaración para el pago del impuesto”.
En el punto III, se observa que no procede otorgar la aprobación de la Cuenta Pública de Ingresos, al H. Ayuntamiento de Tijuana, Baja California, por el período del 1 de enero al 31 de diciembre de 2013, y hace las observaciones correspondientes.
Indica que con recursos federales Subsemun 213, se adquirieron bienes por un monto de $72 millones 985 mil pesos, de los cuales por un importe de 34 millones 790 mil pesos, no se llevó a cabo el procedimiento de licitación pública y por 32 millones 117 mil pesos, no se invitó a cuando menos 3 proveedores.
Pero no solo eso, adquirió, mediante adjudicación directa, según contrato celebrado el 28 de noviembre de 2013, con la empresa Play & Park México, S.A. de C.V. para suministro e instalación, un Gimnasio Urbano, para la realización del proyecto titulado “Programa y Estrategias de Prevención Situacional y Social, Infraestructura y Mejoramiento de Espacios Públicos para Actividades Recreativas, Deportivas, Culturales y Artísticas”, para la Secretaría de Seguridad Pública, por un monto de 2 millones 863 mil pesos.
La cuestión es que el equipo a adquirir estaba integrado por 7 aparatos de ejercicio y una estructura de juego para niños, para ser instalados en terreno de la colonia 10 de mayo, así como 8 bancas metálicas, las cuales se instalaría en diferentes partes de la misma colonia.
Por lo que hace a los ocho aparatos de ejercicios el Ayuntamiento los adquirió a un costo de 2 millones 664 mil pesos, observándose que este mismo equipo el proveedor de Estados Unidos, Play & Park Structures, los anuncia en su página de internet a un precio de 35 mil 62 dólares, equivalentes a 505 mil 945 pesos, arrojando una diferencia de 2 millones 158 mil pesos. Resulta extraño, que los funcionarios municipales que realizaron la compra, no se percataramque les estaban veniendo sumamente caro los juegos infantiles. Dos milones de pesos más, que los precios que ofrecían al público en general, a través de internet.
Así mismo, las 8 bancas metálicas, las adquirió en 199 mil 800 pesos, observándose que a través de la página de internet, la empresa Epark.com.mx anuncia bancas similares a un costo de 97 mil 440 pesos, obteniéndose una diferencia de 102 mil 360 pesos, arrojando una diferencia total de 2 millones 260 mil 415 pesos.
Resulta más que evidente, que quienes compraron ese equipo, pagaron de más, no prescisamente por negligentes, sino porque es la costumbre, que los titulares de comrpas de gobierno, piden que se les facture a un precio alto, pero que los descuentos o disminución de precios, se los hagan efectivos a ellos. Son usos y costumbres muy arraigados en las eferas de gobierno.
Con tales prácticas amañadas, los recursos públicos son insuficientes para satisfacer la codicia de los funcionarios públicos sin escrúpulos. Y conste, desde el 2014, la Sindicatura Procuradora del Ayutamiento de Tijuana, tiene conocimientos de todas estas irreguilaridades. Pero al parecer aún no termina de contar las luminarias y no le alcanzará el tiempo para empezar a investigar este tipo de mañosadas. Ni Quieren.
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