TIJUANA.- "A pesar de lo realizado en materia legal
para proteger a las mujeres de todo tipo de violencia, observamos su
prevalencia en ámbitos como el laboral, escolar u obstétrico. Por ello,
presentamos una reforma que ayudará a la sociedad para eliminarla en esas
áreas", expresó el presidente de la Junta de Coordinación Política, René
Mendívil Acosta.
El coordinador parlamentario del PRI en la 21 legislatura
comentó que esta iniciativa que se presentó para reformar las fracciones 7, 8 y
9 del artículo Sexto en la ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia tiene por objeto el robustecimiento de las normas para prevenir y
sancionar la violencia contra las mujeres en el ámbito laboral o escolar.
Por medio de la misma, explicó, se reconocerá como un tipo
de violencia la ejercida en el ámbito laboral, misma que puede darse a través
de la abstención de contratación a mujeres por su condición de género, o
determinar por ello su permanencia en algún puesto, descalificar su trabajo o
desempeño laboral, someterlas a explotación laboral, recibir amenazas,
intimidación, cualquier tipo de humillación o discriminación por parte del
personal donde labora.
También, dijo Mendívil Acosta, tipifica la violencia en el
ámbito escolar, que puede consistir en la realización de conductas
discriminatorias por sexo, edad, condición social, académica y características
físicas, o contra mujeres que presenten alguna discapacidad, y mediante
acciones que dañen la autoestima e integridad emocional de alumnas de cualquier
edad, que pertenezcan a una institución académica, pública o privada, por parte
de sus maestros o el personal laboral de la institución.
De igual forma, añadió, se incluye la violencia obstétrica,
entendida como cualquier tipo de trato deshumanizado, abuso, acción u omisión
intencional, negligente o dolosa que realice el personal de salud de forma
directa o indirecta, que dañe, denigre o discrimine a una mujer durante el
embarazo, parto o puerperio; que tenga como consecuencia la pérdida de
autonomía y capacidad de decidir libremente sobre su cuerpo y sexualidad.
Entre dichas prácticas, detalló, se cuentan la
esterilización forzada, la omisión de una atención oportuna y eficaz de
urgencias obstétricas, no proporcionar el apego precoz del bebé con la madre,
sin causa médica justificada, alterar el proceso natural del parto de bajo
riesgo, mediante un abuso de medicación, o uso de técnicas de aceleración, sin
que sean necesarias.
Son igualmente acciones de ese tipo el practicar el parto
vía cesárea sin autorización de la madre, cuando existen condiciones para un
parto vía vaginal, o cualquier otra forma análoga que afecte la dignidad,
integridad o libertad de las mujeres.
Mendívil Acosta indicó que dicha iniciativa ayudará a
proteger a un mayor número de mujeres de la violencia que, de forma soterrada,
viven muchas de ellas en los referidos ámbitos.
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