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jueves, 8 de mayo de 2014

PROPONE DIP. FAUSTO GALLARDO PROHIBIR EL USO DE ANIMALES EN ESPECTÁCULOS CIRCENSES EN B. C.

   Busca frenar y atacar el grave maltrato que allí sufren estos seres vivientes, según estudios nacionales e internacionales
 


Mexicali, B. C., jueves 8 de mayo de 2014.- Con el objetivo de proteger a los animales de circos que “viven una vida de sufrimiento, dominación, confinamiento y violencia”, el diputado Fausto Gallardo García presentó ante el Pleno del Congreso una iniciativa de reforma a la Ley de Protección a los Animales Domésticos (LPAD) y a la Ley de Protección al Ambiente (LPA), ambas del Estado.
            Para ello, el congresista propuso establecer en el artículo 17 de la LPAD lo siguiente: “Queda prohibido en el Estado el establecimiento de espectáculos circenses públicos o privados, fijos o itinerantes, en los que se utilicen animales vivos, sea cual sea su especie”.
            En su exposición de motivos, el representante popular por el Partido Verde Ecologista de México justificó tal prohibición, debido a que los animales de circo son obligados a ejecutar todo tipo de actos que resultan indignos y ajenos a su comportamiento natural.

            Dio a conocer datos presentados en estudios hechos por la organización internacional “AnimaNaturalis” y otros organismos mundiales y nacionales, encargados de la defensa de los animales, donde se comprueba –dijo– la forma precaria y de maltrato que estos sufren en dichos centros de entretenimiento.
            A manera de ejemplo el legislador Fausto Gallardo comentó que, en los referidos estudios, se especifica que los caballos y ponis pasan alrededor del 96 por ciento de sus vidas atados con cuerdas cortas en establos o amarrados a camiones. Los tigres y leones pasan entre el 75 y el 99 por ciento de su tiempo hacinados severamente en jaulas de 3x2 metros, donde pasan casi toda su vida.
            Por otro lado, argumentó que los animales de circo sufren extenuantes viajes y siempre a temperatura ambiente; además de que padecen enfermedades físicas o mentales debido a que no logran satisfacer sus necesidades de espacio, por carecer de estímulos o ser violentados con miedo o estrés.
            “Es menester indicar que al estar los animales en un constante estado de ansiedad, estrés y miedo, representan un gran peligro tanto para quienes trabajan en un circo, como para el público que asiste a las funciones”, finalizó. 
            Esta iniciativa de reforma, que fue turnada para su estudio y análisis a la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, viene suscrita también por los diputados René Mendivil Acosta (PRI), Mónica Bedoya Serna (PAN), Francisco Barraza Chiquete (PEBC), así como por Armando Reyes Ledesma y Julio César Vázquez Castillo (PT).

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