De todo le
ha pasado al funcionario, hasta que le colgaran el teléfono al querer exponer
una queja en su propia dependencia
MEXICO. - En lo que
lleva como procurador Federal del Consumidor, a Humberto Benítez, le ha pasado
de todo: entró al súper con su mujer y le vendieron huevos de menos por un
kilo; en un viaje de trabajo le retrasaron su vuelo de salida y también el de
vuelta porque a la aerolínea se le ocurrió esperar para llenar el avión; su
recibo de luz pasó de mil 800 a cuatro mil pesos por el servicio de semanas en
que nadie estuvo en su casa; su línea de celular se colapsó y para colmo sus
alumnos de derecho han sido emborrachados en los antros con alcohol adulterado.
Nomás
faltaba que hablara a la Profeco para quejarse y le colgaran el teléfono. Y
efectivamente, eso también le sucedió. “`Es que no sabíamos que era usted´, me
dirían después los encargados del área. Por su puesto, ya no están con
nosotros”, dijo el también ex procurador de la República.
No hay
cultura de la denuncia. Algunas de sus acciones contra las empresas que abusan
y timan a sus clientes, coinciden con las propias injusticias que ha padecido.
***
“Me vendieron el cartón de huevo en 22 pesos. En
casa pesé cada huevo. Dieciocho apenas son 990 gramos. Entonces si me dieron 12
huevos en 22 pesos y si se necesitan otros seis huevos para el kilo, te están
dando a 33 pesos el kilo. ¡Eso es publicidad engañosa!”, explicó.
Benítez
tiene en procedimiento a 437 empresas (las multas llegan hasta seis millones
954 mil pesos), suspendió a 59 y clausuró siete grandes locales expendedores.
Las tiendas
de supermercado que enfrentan el juicio son Soriana, Comercial Mexicana,
Chedraui, Superama y Seven Eleven. “Traigo atrás el prestigio de la PGR”,
advirtió.
***
El día de
la entrevista representantes de Aeroméxico estaban encerrados con el subprocurador
de Servicios. Coincidió con que un día antes, Benítez fue víctima de Aeroméxico
al ir a Aguascalientes. “Salió una hora tarde el vuelo y regresó una hora
tarde. Aeroméxico es el primer lugar en quejas”.
Los
retrasos recurrentes por querer llenar el avión son detectables. En esa
práctica radican las quejas, así como el no respeto a las tarifas y cobro
excesivo en el equipaje y pérdida.
En
diciembre, Benítez supervisó el aeropuerto del DF, donde diariamente fluyen 80
mil usuarios. Nada más en un día, de 10 quejas que se recibían como máximo
pasaron a 156. “Conciliamos 112 y hubo una devolución de un millón de pesos a
favor del usuario”.
A partir de
la semana pasada hay módulos permanentes en las terminales del país.
***
Su celular
y el de 16 millones de usuarios, principalmente del DF, no funcionaron durante
dos días consecutivos en enero. Telcel informó que les bonificaría 20 pesos a
cada uno (320 millones de pesos en total).
La ley
establece 30 quejas para proceder como acción de grupo, y apenas había 27. “Anunciamos
una acción colectiva y pronto recibimos 70 llamadas. Estamos preguntando a un
juez de distrito si la compañía está en lo correcto, si es poco, es mucho o es lo justo. Estamos
esperando la primera resolución en acción colectiva en la historia procesal”,
explicó.
***
Viene de la
Cámara de Diputados. Al término de la pasada legislatura en agosto, se fue de
vacaciones un mes a la India. Instalado ya como Procurador le llegó el recibo
de la luz.
“Sin
ninguna explicación te cobran de más, te hacen el método del ahí se va o qué. Me
llegó el cobro más caro en el mes que no estuve: de mil 800 a cuatro mil
pesos”, se quejó .
“Ya hay un
convenio con la CFE. Instalamos un representante de la comisión en cada una de
las delegaciones de la Profeco”, comentó.
***
Como presidente de la Comisión de Justicia de
la Cámara impulsó reformas judiciales con las que ahora busca impedir abusos:
ilegalidades en casas de empeño, en bares y restaurantes por adulteración de
bebidas o imposición de propinas.
Pero hace
falta reforzar las bases de la cultura de la denuncia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario